El ejecutivo de PP, acaba de aprobar el Plan Estatal de Vivienda 2018-2021. El mismo tiene un presupuesto de 1.443 millones de euros, es decir, 360 millones al año de media, un 0,03% del PIB. Si se suma el gasto de las comunidades autónomas asociado al plan, sería un 0,04%.
Esto deja al Estado español a la cola de los principales países europeos, en cuanto al porcentaje del presupuesto estatal destinado a vivienda. En contraste, Reino Unido destina un 1,41%, Francia un 0,83% y Alemania un 0,59%, según datos de la OCDE. De los 30 países más importantes, solo Malta y a Chile, ambos con 0,1%, destinan menos dinero que el Estado español.
Menos dinero y destinado a subir los precios
Esta falta de “esfuerzo inversor” por parte del ejecutivo central se demuestra claramente si se lo comparamos con los años anteriores. El plan 2013-2016 se presupuestó en 2.311 millones de euros, con lo que en realidad ha bajado la partida un 43%.
El gobierno sin embargo dice, que ha aumentado la “partida presupuestaria” en un 62, 5% con respecto al plan anterior. Esto lo argumenta diciendo que, solo se llegó a “ejecutar” (gastar) 888 millones de euros, un 35% de lo presupuestado.
Es decir, no solo el ejecutivo invierte poco en ayudas a la vivienda, sino que encima de lo poco que destina, la mitad, no se llega a gastar por la desidia y falta de voluntad política del ejecutivo.
Sin embargo, el problema no es solo que se destine poco dinero sino que además, según los principales expertos, este se destina mal, y solo servirá para subir los precios y volver a generar una nueva “burbuja inmobiliaria” como la que explotó en 2008.
El plan presentado por el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, que el PP ha celebrado como "el más social de la historia" se centra en las ayudas al alquiler (de hasta 900 euros) para cualquier ciudadano con ingresos menores a menos de tres veces el IPREM (indicador de renta), en total 1.613 euros, con mayores ayudas para menores de 35 y mayores de 65, y a la compra para menores de 35 años en municipios de menos de 5.000 habitantes.
Esto para expertos como Fernando Encinar, jefe de estudios de Idealista, una de las mayores web inmobiliarias del país puede “calentar los precios”. Según él, “no se debe dar dinero directamente al arrendatario o al comprador. Ese dinero público debe ir destinado en alentar que salgan al mercado casas vacías, ya que lo que existe en determinadas zonas es un exceso de demanda frente a la escasez de oferta”.
Otro experto, el investigador y sociólogo de la UNED Javier Gil, lo deja a un más claro al afirmar que: “Se sigue subvencionando el modelo de la burbuja” o que “En los años sesenta había más vivienda pública que ahora”.
Esta nueva “Burbuja” ya se está empezada a notar. Según datos de la tasadora Tinsa, los precios de venta crecieron un 4,2% en 2017 en toda España. Donde más subieron fue en Madrid (17,1%), y Barcelona (14,8%). Por su parte, los precios del alquiler han vivido un repunte durante 2017 del 18,4%, lo que ha dejado el metro cuadrado en 9,7 euros al mes, según idealista.
El gobierno del PP no solo hace un plan de vivienda que beneficia al negocio del “ladrillo”, sino que el proyecto final aun es peor que el borrador inicial. Decimos esto porque elimina la ayuda de 200 euros mensuales para pensionistas propietarios de una vivienda para afrontar el pago de gastos de mantenimiento, comunidad o suministros básicos.
Finalmente, en el texto definitivo solo se recoge la ayuda al alquiler para personas mayores de 65 años, con la que se cubrirá hasta un 50% del precio de la renta siempre que no sea superior a 600 euros mensuales, pero no se mantiene para los jubilados con vivienda en propiedad. Es decir si eres jubilado y tienes una casa en propiedad, aunque cobres una pensión miserable, no tienes ayuda.
Expropiación y Vivienda pública frente a la especulación y burbuja
El portavoz del Sindicato de Inquilinos de Barcelona Jaime Palomera lo deja claro al afirmar que: “del gobierno se espera que garantice el derecho a la vivienda y obedezca al artículo 47 de la Constitución, legislando para garantizar contratos estables y regulando el mercado, limitando la subida indiscriminada de precios (como se hace en otros mercados, como el de los medicamentos).
Sin embargo como denuncia: “No solo no hace eso sino que alimenta la burbuja con un programa de ayudas y bonificaciones que llegará a una pequeña parte de la población y perjudicará a la mayoría, al estimular la escalada y al no haber límites a los precios de ningún tipo”. Por ultimo añade que “las ayudas a la compra muestran el claro objetivo de querer reeditar la burbuja hipotecaria que ya sufrimos hace unos años”.
Nosotros creemos que la vivienda es un derecho básico y para poder garantizar el mismo proponemos las siguientes medidas:
1.Plan de Obras Públicas, infraestructura y viviendas populares bajo gestión de los trabajadores y las organizaciones barriales. Basado en impuestos progresivos a las grandes fortunas y en la expropiación sin pago de las construcciones ociosas en manos de especuladores, las propiedades de la Iglesia y de las grandes fortunas.
2.Derogación de los códigos urbanos que sirven al capital financiero e inmobiliario. Prohibición de desalojos. Que el alquiler no supere el 20% del salario. Establecer un máximo de un mes adelantado, más datos personales como únicos requisitos para alquilar una vivienda. Extender los contratos de 3 a 5 años.
3.Créditos baratos para poder acceder a una vivienda digna, cuya cuota no exceda el 20% de los salarios. |