El martes 20 se realizó el plenario de comisiones en el Congreso. Aunque apenas se reunieron para definir la metodología y el cronograma del debate por la legalización del aborto, que durará algunos meses, muchos quieren ver en este gesto oportuno (y oportunista) del oficialismo un hito sin precedentes.
Abortando debates y derechos
Sin embargo, ya en 2011, el diputado Juan Carlos Vega, de la Coalición Cívica en la que también militaba la inefable Elisa Carrió, puso en debate el proyecto en la Comisión de Legislación Penal. La diputada Victoria Donda, que en ese momento participaba del FAP –espacio político impulsado por Hermes Binner-, tildó el acontecimiento de histórico. Sin embargo, cuando todos creían que la comisión había emitido un dictamen, se supo que faltaba una firma que nunca llegó. Muchos apuntaron al diputado radical Gil Lavedra, quien dos años más tarde, compartiría lista con Donda y el economista y empresario Alfonso Prat Gay.
En 2014, la actual ministra de Seguridad, encabezaba la Comisión de Legislación Penal. Acompañando a Patricia Bullrich en la conducción de la comisión, estaban la diputada kirchnerista Diana Conti y también Victoria Donda. Nuevamente se celebró el “hecho histórico”. En esa ocasión, decenas de exposiciones a favor y en contra precedieron la votación de las diputadas y diputados. Sin embargo, también se alegó que no había quórum, cuando llegó el momento de establecer dictamen. Por las dudas, varios diputados del entonces bloque oficialista, se retiraron apenas culminó el debate para evitar una votación que el Poder Ejecutivo no quería que ocurriese. Diana Conti fue taxativa: respondiendo al diputado Nicolás del Caño, del PTS/Frente de Izquierda, dijo que si se ponía el tema del aborto en agenda “nos ponemos de acuerdo y no venimos”.
Lo único histórico es la persistente movilización del movimiento de mujeres que, desde hace más de una década, no ha cejado en su lucha por la legalización del aborto.
Pariendo Historia
Históricas son las mujeres que fueron pioneras y hoy ya no nos acompañan. También las que, con sus cuerpos y trágicamente con sus vidas, le pusieron nombre propio a los casos presentados ante la Justicia para hacer valer nuestros derechos. Históricas son las que siguen muriendo en el anonimato, con certificados de defunción que no esclarecen que esa muerte es un femicidio cuyo autor es el Estado, cuyo responsable es el Congreso que sigue debatiendo sin prestar atención a los cadáveres de jóvenes pobres que se apilan en los cementerios.
Histórico fue el Encuentro Nacional de Mujeres de 2003, donde rompimos todos los esquemas y organizamos una asamblea gigantesca donde votamos un plan de lucha nacional por el derecho al aborto. Históricas las miles de firmas de todo el país que conseguimos para apoyar el proyecto de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto.
Lo único histórico, en este asunto, es la persistente movilización del movimiento de mujeres que, desde hace más de una década no ha cejado en su lucha por la legalización del aborto en Argentina.
Y si con nuestra organización, lucha y movilización hemos llegado hasta aquí, también sabemos que ésa es nuestra única herramienta para conquistar la legalización en una cámara de Diputados donde aún se cree que es necesario seguir debatiendo por largas semanas y en un Senado donde el rechazo al proyecto de ley está casi asegurado de la mano del oficialismo y el PJ.
Para hacer historia, multipliquemos nuestra movilización, convocando a asambleas en las escuelas y las facultades, que sean centenares de miles las chicas y chicos con pañuelos verdes plantados frente al Congreso. Organicemos comisiones de mujeres en todos los lugares de trabajo, que vengan con sus delantales las maestras y las enfermeras, que vengan con su ropa de trabajo las obreras de la industria, que traigan a sus compañeros de trabajo, que no falten las telefonistas de los call centers, que salgan todas y todos de las oficinas estatales. ¡Que nuestro reclamo unánime sea la aprobación del proyecto de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto!
Ningún gobierno nos regaló nunca nada. Sin nuestra fuerza, no habrá aborto legal. Las históricas somos nosotras. Hagamos Historia una vez más. |