Desde hace un par de meses comenzó una campaña mediática en diversos diarios que narraba de manera tendenciosa que en el Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH) se consumían drogas y alcohol como si se tratara de una “taberna”. Acto seguido, se instaló en Avenida de maestros, a un costado de la Fuente del Estudiante, una caseta de la policía estatal.

Hace algunos días, el rector interino de la Universidad de Guadalajara, Miguel Ángel Navarro Navarro, declaró en su toma de posesión que existen problemas de venta y consumo de drogas en puntos focalizados y puntualizó que en el CUCSH “tenían un problemita”, refiriéndose al consumo de drogas.

Miguel Ángel Navarro

Días más tarde, el presidente de la Federación de Estudiantes Universitarios, Jesús Medina, mencionó que la FEU tomará acciones contra la venta y el consumo de drogas en el CUCSH, pues no es un tema que se pueda dejar de lado y es lo que más les preocupa.

Jesús Medina, FEU

La venta y el consumo de drogas en el CUCSH, como en todo el país, es algo que lleva tiempo operando bajo la complacencia de las autoridades universitarias y de la FEU. Es ahora, cuando a nivel nacional se hace un redoble en la política de militarización del país expresado en la Ley de Seguridad Interior (LSI), que con este discurso pretenden imponer la presencia permanente de policía en las instalaciones universitarias.

La criminalización de la juventud ha traído consigo la desaparición de jóvenes en todo el país. Así se vio con la desaparición de Marco Antonio Flores, que después de una fuerte campaña mediática y movilizaciones, apareció con signos de tortura. En Jalisco la desaparición de Ulises Cardona a manos de elementos de la Marina es otro ejemplo del verdadero papel de la Policía y las Fuerzas Armadas

Más recientemente, el caso de tres jóvenes estudiantes de cine que fueron desaparecidos en el municipio de Tonalá por personas que se identificaron como elementos de la Fiscalía.

Es por eso que el discurso de tener "mayor coordinación con los elementos de la policía municipal y estatal", así como la reciente propuesta de Jesús Medina para instalar torniquetes, son medidas que además de ser totalmente impotentes, abordan el problema del consumo y la venta de drogas como lo ha hecho erróneamente el gobierno federal con su guerra contra el narcotráfico.

Rejas en Ciudad Universitaria de la UNAM

La rectoría de la UNAM, también con una impotente política de aumentar los controles de acceso, no han tenido ningún resultado que favorezca a la comunidad universitaria. Por el contrario, son medidas que sólo aumentan el control hacia el conjunto del estudiantado y fomentan un discurso de criminalización a la juventud.

El problema del consumo de sustancias psicoactivas no tiene que ser tratado como un problema de seguridad, es un problema de salud y debe ser tratado como tal. La política de aumento de vigilancia responde a la necesidad de las autoridades ligadas al Estado de tener controlada a la comunidad estudiantil, limita el carácter público de la universidad al restringir el libre acceso de las personas a sus instalaciones.

La instalación de torniquetes en el CUCSH de ninguna manera resolverá el problema de venta y consumo de drogas, sólo aumentará los riesgos para la comunidad estudiantil que se ve afectada por la política de criminalización y la violencia que prevalece en el estado de Jalisco.