Una movilización que hoy se ha prolongado, cambiando el foco ahora hacia una serie de hechos vividos el 9 de marzo, en donde la directora del hospital, irrumpió violentamente en una manifestación pacífica contra las condiciones del servicio de alimentación, agrediendo mediante empujones a trabajadores y trabajadoras de la asociación de funcionarios (FENATS)
Debido a esto, durante el miércoles 21 de marzo, se realizó una marcha al interior del hospital y funa a quienes ejercieron actos hostiles y violentos en contra de funcionarios y dirigentes. Pese al cuestionamiento de la Directora, han persistido las prácticas antisindicales y adversas a los organismos de trabajadores, lo que hoy no hace más que desvirtuar el fondo de la movilización, que desde sus inicios estaba planteada para demandar servicios de alimentación de calidad y respeto por los acuerdos conseguidos durante movilizaciones previas.
A pesar de la gravedad de los hechos, tanto la dirección del servicio de salud del HBLT como el Ministerio de Salud (MINSAL), han relativizado estos actos y mostrado distancia del conflicto, mostrándose reacios a aceptar tales acontecimientos, negándose a la destitución de la Directora del Centro asistencial y no haciendo frente a los problemas de gestión que hoy atraviesa el hospital.
La naturaleza de la movilización del HBLT, está enmarcada dentro de la política laboral heredada del gobierno de la Nueva Mayoría (NM), la cual profundiza la precariedad laboral atenuando los derechos de los y las trabajadores y manteniendo condiciones de trabajo adversas, como lo es el ejemplo de almuerzos en el recinto y dando terreno a que se generen, prácticas antisindicales en contra de organismos de trabajadores, sus decisiones y contra dirigentes. Política que podría profundizarse en este nuevo gobierno de Derecha.
Entramos a un año con un gobierno del cual nada podemos esperar, gobierno de empresarios que como ya se ha visto en años anteriores, solo plantea salidas beneficiosas para las empresas y los capitalistas, pero que en nada benefician las condiciones del pueblo trabajador. Acentuar una salud de mercado, precarizando los servicios de salud pública, desarmándolos, desabasteciéndolos y externalizando servicios como se ha visto en las prestaciones médicas y de laboratorio e imagen, este es el fondo de la política que fue y será parte de la agenda del gobierno del actual presidente Piñera. Todo esto con profundos ataques a organizaciones de trabajadores y dirigentes, como por ejemplo ya se ha visto en la región de Antofagasta, en el sector minero y de profesores dónde aún se mantiene una campaña en contra de los despidos y por el trabajo estable.
Por esta razón, desde la Coordinadora de Hospitales de Bases, es necesario llamar y convocar a acciones que permitan poner en la palestra, los problemas que acontecen hoy en los hospitales, así como organizar un plan que haga frente a las políticas hostiles y acoso laboral que están e irán en aumento posiblemente durante este gobierno.
Nada de esto lo lograremos a puertas cerradas con quienes tranzan hoy nuestros derechos y luchas. Solo el despliegue de trabajadores de la salud unidos podrá hacer frente a estos conflictos, que como hoy en el Hospital Barros Luco, afectan a miles de trabajadores a nivel nacional en varios de los servicios de salud. |