Pan y Rosas te invita a movilizarte junto a las compañeras del Frente de Izquierda, el próximo miércoles 17 a las 17 horas en Tribunales, CABA y en otras ciudades del país, donde se están preparando diversas convocatorias plurales.
Lunes 15 de febrero de 2021 18:59
Más de 35 femicidios en lo que va de este año que recién comienza, sin contar casi medio centenar de intentos que no consiguieron su macabro objetivo, entre ellos los que fueron perpetrados por agentes que revisten en la policía y otras fuerzas represivas.
El crimen que cometió Matías Martínez vino a poner sobre la mesa la cifra del horror: la CORREPI revela que, "desde 1992 hasta la fecha se registran 392 femicidios de uniforme". Otras fuentes indican algo similar y entre los femicidios que sucedieron desde el inicio del 2021, tres fueron cometidos por miembros de las fuerzas represivas. Se trata de la misma policía que tiene miles de agentes de la dictadura militar en funciones; la del gatillo fácil contra los hijos del pueblo pobre; la del narcotráfico, los desarmaderos, el juego, el proxenetismo y las redes de trata… La misma que, hace pocos meses, se amotinó con sus armas y rodeó la casa presidencial, para conseguir en pocas horas aumento de haberes e impunidad. La que Sergio Berni, el ministro de Seguridad bonaerense, dice que "no tiene nada que ver" en el femicidio de Ursula.
De la mano de la policía, también está la Justicia, que se podrá tapar los ojos pero no puede esconder su responsabilidad en el caso. Mientras tanto, en un acto de cruel cinismo, el gobernador Axel Kicillof entrega patrulleros y elogia a la policía bonaerense en una localidad del conurbano, mientras en Rojas velaban a Ursula.
La bronca no se hizo esperar y la ministra de Mujeres, Géneros y Diversidad lo único que supo hacer fue decir que estaba indignada, mientras se sacaba fotos con la embajadora de Costa Rica para mostrarse activa en las redes sociales. Se rasga las vestiduras en cámara, pero el presupuesto nacional prioriza cumplir con el pago al FMI y ajustar los cinturones donde más duele al pueblo trabajador, a las jubiladas y jubilados.
Enseguida, Alberto Fernández sacó de la galera un Consejo Federal para atender femicidios que consiste en que los ministerios de Justicia, Seguridad y Mujeres trabajen de manera coordinada. ¿Qué hay de nuevo, viejo?
Por todo esto decimos que los gobiernos, la policía, la Justicia, es decir el Estado es responsable.
El femicidio es el último y letal eslabón de una larga cadena de violencias que, en este caso, fueron denunciadas pero fueron desestimadas, ocultadas para encubrir al agresor. Violencia que incluye la de las propias instituciones del Estado que revictimizaron a Ursula, con su desprecio y su cínica complicidad con quien sería su asesino. Dieciocho denuncias hizo Úrsula, pero claro, la policía decidió proteger al agente de la bonaerense que ejercía violencia y terminó con la vida de Úrsula. La justicia ni siquiera actuó para otorgar a tiempo el botón antipático.
Algunos de los sectores del movimiento de mujeres y sindicatos, que convocan a movilizar este 17 de febrero, llaman a concentrar en CABA frente a Tribunales, donde también estaremos presentes las compañeras de Pan y Rosas en el Frente de Izquierda. Esa convocatoria dice que "sin reforma judicial no hay ni una menos", pero no denuncian el carácter intrínsecamente clasista y patriarcal no solo de la Justicia sino de todo el Estado capitalista, que reproduce, legitima y justifica el sexismo, la misoginia y la discriminación a través de todas sus instituciones.
Tampoco dicen bien claro que la policía de Berni y Kicillof es responsable y que hay 6000 policías en actividad, denunciados por violencia de género. Y por último, no denuncian la responsabilidad de los gobiernos frente a la violencia de género, ya que sin presupuesto y con ajuste, y decidiendo que gran parte de los recursos de la economía vayan al FMI como hace el gobierno de Alberto Fernández, se desfinancia conscientemente no solo la salud, la educación y las jubilaciones, sino también la posibilidad de atender las necesidades económicas, de vivienda, trabajo y salud psíquica y física de las mujeres víctimas de violencia de género y sus familias.
Hay que salir a enfrentar en las calles la violencia machista, denunciar bien fuerte este entramado de responsabilidades del gobierno, la policía y la Justicia e imponer un plan de emergencia integral contra la violencia de género YA.
Por eso, el 17 de febrero nos manifestamos en todo el país y llamamos a los sindicatos, centros de estudiantes, organizaciones de Derechos Humanos y movimientos sociales a poner en pie, junto con las organizaciones del movimiento de mujeres, un gran movimiento por Justicia por Ursula. Los gobiernos y el Estado, su policía y su justicia, son responsables. Fuera Berni. ¡Ni una menos!