Este 1º de mayo, día internacional de lucha de la clase trabajadora, levantemos las banderas de la independencia de clase, la lucha contra el capitalismo y el doble discurso del progresismo neoliberal y los partidos del Régimen. Viva la lucha y la unidad internacionalista de la clase trabajadora junto el movimiento de mujeres, las migrantes y la juventud en Europa y el mundo.
Lunes 19 de abril de 2021
Manifestación en Sestao de más de 60 colectivos sociales, sindicales y comités de distintas empresas “en defensa del empleo y la vida digna” en la Margen Izquierda (Eskerraldea). Foto: ID
Después de más de un año de pandemia mundial, la crisis sanitaria, económica y social se descarga sobre las espaldas de las trabajadoras y los trabajadores, las migrantes y la juventud precaria en todo el planeta.
La “crisis de las vacunas” muestra a las grandes farmacéuticas haciendo negocios millonarios a costa de la vida de millones. Vacunas que han sido financiadas en gran parte con dinero público son retenidas por empresas privadas. La liberación inmediata de las patentes es una cuestión de vida o muerte para la mayoría de la población mundial. Pero todos los gobiernos capitalistas, incluido el autodenominado “progresista” gobierno español, se siguen negando a tomar esta medida elemental.
Los gobiernos han buscado contener la crisis en parte y temporalmente subvencionando masivamente a las empresas mediante ayudas y créditos, financiando mecanismos como los ERTE y con subsidios miserables para desempleados. Lo que ha agravado el endeudamiento de los Estados, preparando nuevos episodios de la crisis y nuevos ataques a los derechos de la clase trabajadora y los oprimidos. Desde la UE ya han dejado claro que exigirán nuevas contrarreformas en pensiones, reformas laborales o privatizaciones. Para los países periféricos y semicoloniales la deuda externa tiene consecuencias más graves aun, con la injerencia directa imperialista y la expoliación de sus recursos.
Pero la crisis no ha sido igual para todos. Este año, los multimillonarios más ricos del mundo han visto crecer obscenamente sus ganancias. Tan solo Jeff Bezos, el dueño de Amazon, ha incrementado su fortuna en 70.000 millones de dólares en solo un año.
Este 1 de mayo se cumplen 150 años de la heroica Comuna de París, cuando la clase obrera tomó verdaderamente el cielo por asalto, poniendo en pie el primer gobierno obrero y del pueblo pobre de la historia. Hoy más que nunca, frente al desastre al que nos lleva el capitalismo, levantamos bien alto las banderas de lucha de la clase trabajadora internacional. ¡Si el capitalismo destruye nuestras vidas y destruye el planeta, destruyamos al capitalismo! Por un 1 de mayo de lucha internacionalista.
El gobierno “progresista”: migajas para los trabajadores, ayudas millonarias para las empresas
En el Estado español, el Gobierno “más progresista de la historia” ha respondido a esta crisis de la igual manera que el derechista Macron en Francia, la neoliberal Merkel en Alemania u otros gobiernos europeos. Ayudas masivas para las grandes empresas y la banca, subsidios miserables para las personas que se quedaron sin ingresos (en muchos casos ni se pudieron cobrar), confinamientos masivos incrementando el control policial en las calles, campañas para criminalizar a la juventud y cercenamiento de las libertades democráticas. En los peores momentos de la crisis sanitaria, se negaron a intervenir y expropiar los recursos de la sanidad privada, así como a imponer impuestos extraordinarios a las grandes fortunas, prohibir (efectivamente y no en las declaraciones) los despidos y desahucios, ni implementar una renta de emergencia al nivel del salario mínimo para quienes perdieron sus empleos.
Mientras mantuvieron las antiobreras reformas laborales del PSOE y el PP, que habían prometido derogar, ya están comprometidos en avanzar en una nueva reforma de las pensiones y no tocar ni una coma de las cuestiones claves de la reforma laboral, tal como exige Bruselas.
El Gobierno que se dice “feminista” sigue condenando a las mujeres trabajadoras que estuvieron en la primera línea de la lucha contra el Covid a la precariedad, el desempleo y a sufrir condiciones de trabajo humillantes como le pasa a la mayoría de las trabajadoras migrantes.
Con un 50% de paro juvenil, el gobierno pretende que los mayores trabajen más años y los jóvenes sigan viviendo con sus padres, sin poder acceder ni siquiera a un empleo fijo ni a pagar un alquiler. Y con seguridad que 2021 y 2022 serán los años de los ERE. Grandes empresas de sectores como la banca, el comercio, el turismo y la industria han anunciado despidos colectivos que suman decenas de miles.
Este gobierno ha mantenido intactos los pilares del Régimen del 78, colaborando en la huida del emérito y blindando a la corona contra cualquier investigación de sus corruptelas. Por más “republicanos” que se quieran mostrar en Twitter cada 14 de abril, Pablo Iglesias y Alberto Garzón, no son más que alfiles leales a la corona, mientras su Gobierno mantiene en las cárceles a los presos políticos catalanes y encarcela raperos a través de la fiscalía del Estado.
Un Gobierno que se ha destacado por enviar la represión policial cada vez que la juventud se ha movilizado, como en Madrid en las últimas semanas, mientras se siguen construyendo CIES, se mantiene la reaccionaria Ley de extranjería, las deportaciones y Canarias se ha convertido en un nuevo campo de refugiados como Lesbos. De “progresistas” no tienen nada.
Mientras desde Podemos e Izquierda Unida agitan el fantasma de la “extrema derecha” para fortalecer la idea de que el Gobierno con los social liberales del PSOE es lo mejor a lo que se puede aspirar, es este Gobierno el que con sus políticas está incentivando el crecimiento de la extrema derecha, que busca aprovechar el descontento social en clave reaccionaria haciendo demagogia entre los sectores populares.
¡Hace falta un plan de lucha ya!
Las burocracias sindicales de CCOO y UGT se han transformado en ministros sin cartera de este gobierno, en un pacto social permanente con el gobierno y los empresarios. Hay que imponerles desde abajo, empresa por empresa y establecimiento por establecimiento, que rompan con esta política de subordinación y llamen a un plan de lucha escalonado para recuperar todos los derechos perdidos y frenar los ataques que se vienen.
En diferentes sectores, colectivos de trabajadores están dando luchas duras, que muestran que hay predisposición para luchar. La importante lucha de la plantilla de Tubacex en Euskal Herria, la lucha de Airbus en Puerto del Real en Cádiz, los conductores de ambulancias en Zaragoza, las trabajadoras de servicios de atención a domicilio en varias ciudades, las trabajadoras del hogar que han creado nuevos sindicatos, las Kellys que siguen luchando contra las externalizaciones, o los trabajadores del puerto de Barcelona, además de las múltiples huelgas y luchas del personal de hospitales como limpiadoras, enfermeras y personal médico, entre muchos otros.
Frente al ataque sin precedentes que está sufriendo la clase trabajadora, la política de pasividad y pacto social con las patronales de las burocracias sindicales condena a los trabajadores a luchar separados. Pero desde la izquierda sindical tampoco se plantea una alternativa llamando a rodear de solidaridad, coordinar y unir a todos estos conflictos. Por ello desde la CRT creemos que las distintas tendencias del sindicalismo de base deberían romper todo sectarismo y ponerse a la cabeza de esta tarea, para coordinar las luchas e imponer a las burocracias sindicales el frente único obrero (“golpear juntos, marchar separados”) por un programa de emergencia.
Este podría ser un primer paso para poner en pie un gran sindicato militante de masas que sea una herramienta para la recomposición de la capacidad defensiva y ofensiva de lucha de nuestra clase. Un sindicato con libertad de tendencias que unifique a todos los sectores del sindicalismo de base y alternativo, combativo y democrático, oponiendo a CCOO y UGT una fuerza capaz de ayudar a reorganizar el movimiento obrero de todo el Estado en base a un programa de lucha independiente del estado y las patronales. Si avanzamos en este camino estaremos en mejores condiciones para defender nuestros derechos hoy, enfrentar los ataques que vienen y prepararnos para pasar a la ofensiva.
Que esta vez, la crisis, la paguen los capitalistas
· Derogación total de todas las reformas laborales del PP y el PSOE. ¡Basta de precariedad!
· Aumento del salario mínimo a 1500 € y renta de emergencia para todas las personas que la necesiten.
· Reducción de la jornada laboral y reparto de las horas de trabajo sin reducción salarial. ¡Trabajar menos para trabajar todas!
· Basta de precariedad laboral: terminar con las externalizaciones. Todas y todos los trabajadores a plantilla fija.
· Prohibición de desahucios. Expropiación y suso social de los pisos en manos de la SAREB, los grandes bancos y especuladores.
· Prohibición de despidos y EREs. Ocupación bajo control obrero de toda empresa que quiera cerrar o despida masivamente para preservar las fuentes de trabajo.
· Aumento de emergencia para las sanidad, dependencia y educación públicas en base a impuestos extraordinarios a las grandes fortunas. Basta de financiar a las empresas privadas.
· Abajo el Pacto de Toledo y los nuevos recortes en las pensiones. No a los fondos privados. Jubilación a los 55 años y pensiones dignas a cargo de los Presupuestos Generales.
· Abajo la alianza criminal del patriarcado y el capital.
· Derogación de la Ley de Extranjería y cierre de los CIEs. ¡Basta de racismo institucional!
· Plan de transición ecológica y energética para enfrentar la catástrofe ambiental bajo control de las y los trabajadores y comités de científicos.
· Nacionalización bajo control obrero de la banca, las empresas estratégicas y los servicios públicos.
Desde la CRT llamamos a la clase trabajadora, las mujeres y la juventud combativa a “tomar partido”. Luchemos juntos por la construcción de una alternativa política revolucionaria y anticapitalista para terminar con este régimen monárquico y luchar por el gobierno de la clase trabajadora.
¡Viva el 1º de Mayo!
¡Viva la lucha internacional anticapitalista de la clase trabajadora!
¡Que la crisis la paguen los capitalistas!