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Red Internacional
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Estudiantil. 21A: No esperemos más, ¡a organizar la ofensiva estudiantil!

Se aproxima la primera marcha del año y los dirigentes de la CONFECH hablan de ofensiva estudiantil por arriba, mientras por abajo sus organizaciones no potencian las asambleas y el desarrollo del movimiento. Tenemos que fomentar la unidad en la acción para preparar una jornada unitaria entre estudiantes y trabajadores.

Lunes 18 de abril de 2016

Se aproxima la primera marcha del año. Y durante las últimas semanas, los y las dirigentes/as de la CONFECH han mostrado a los medios un discurso más radical que los años anteriores, planteando el hecho de que este es el año de “la ofensiva estudiantil”. Sin embargo, esto no se ha reflejado en su práctica política. Más particularmente, ese discurso está disociado de su acción en las facultades y universidades, donde no han organizado de manera práctica dicha ofensiva estudiantil. Vuelven, como un eco repetitivo de años anteriores, a poner en el centro el hecho de que las asambleas están vacías, cuando, al contrario, en diversas facultades las convocatorias han sido masivas.

Por otro lado, se agendan movilizaciones, pero la discusión la centran en qué universidad ostentará el cargo de la vocería metropolitana. Se habla de radicalidad y ofensiva estudiantil, pero lo que están olvidando es que la ofensiva se prepara, requiere un plan de lucha que nos articule y nos permita desplegar toda la fuerza del movimiento estudiantil. Que haga pasar de lo local a lo nacional, y que ligue todas las diversas luchas “defensivas”, como la pelea contra las expulsiones en Derecho de la U de Chile, haciéndolas pasar a la ya mencionada ofensiva.

¿Por qué salir a luchar?

Las razones por las cuales movilizarnos las vivimos día a día en nuestros centros de estudio: Autoritarismo universitario y en los colegios, acoso sexual y machismo en nuestras aulas, condiciones precarias de trabajo y estudio en cada institución. Y la vergonzosa gratuidad a medias de Bachelet, que aún mantiene en vilo a miles de estudiantes en la incertidumbre. Los problemas locales en cada uno de nuestros espacios son expresión de la profunda crisis educativa en la que nos encontramos. Y es la fuerza de nuestra movilización la única salida posible. Ni las autoridades universitarias, ni el gobierno y mucho menos los empresarios de la educación podrán darle respuesta a estos problemas.

Las demandas y necesidades están planteadas: la conquista de la gratuidad en la educación 100% financiada por el Estado para todos y todas; la educación no sexista, intercultural, integral e inclusiva; la educación al servicio de las y los trabajadores y el pueblo pobre.

Pero, todas esas exigencias fundamentales no las concederá el Parlamento, ellos ya demostraron que defienden los intereses de la clase empresarial, sus directos financistas. Son corruptos, legislan para los empresarios y no para nosotros, por eso debemos arrancarles nuestras demandas con la fuerza unificada del Movimiento Estudiantil, sin vacilaciones y con confianza plena en que los estudiantes somos capaces de organizarnos y fortalecer nuestras orgánicas para que éstas doten de mayor fuerza a la movilización nacional.

¿Cómo desarrollar en un primer paso la ofensiva estudiantil?

Por eso la ofensiva estudiantil se tiene que organizar prácticamente. Y para aquello, debemos partir con un punto básico: el Movimiento Estudiantil se encuentra en una situación incómoda, donde las principales batallas son fundamentalmente defensivas, como ya planteamos.

Hablamos particularmente de las peleas dadas en la U de Chile (Derecho, Artes y Filosofía), de las cuales hemos formado parte como Agrupación Combativa y Revolucionaria (ACR), apostando a una ligazón entre dichas movilizaciones, entendiendo que es un primer paso para poner a los estudiantes a la ofensiva.
En esa misma línea es que podemos convocar en nuestros lugares de estudio a asambleas, puntos de agitación e intervenciones callejeras con nuestros compañeros y compañeras. Exigirle a las Federaciones estudiantiles y Centros de Estudiantes que preparen jornadas hacia el 21 de abril, con discusión política y preparación de acciones de agitación, para realizar una gran primera marcha.

Además, es fundamental que desarrollemos asambleas biestamentales con funcionarios y de ser posible con académicos, para unificar nuestras demandas y actuar en conjunto. No nos sirve ya un paro de solamente un día: debemos organizar acciones previas de agitación, para calentar el ambiente y los ánimos, para que la marcha no sea solo un acto folclórico, sino que al contrario, sea expresión orgánica de la organización estudiantil a través de asambleas, unidad con funcionarios y actividades diversas.

Potenciemos la marcha del día 21 de abril como una gran jornada de movilización entre estudiantes y trabajadores, particularmente funcionarios de las Universidades públicas. Es atingente y necesario unificarnos con ese estamento en la lucha y en la acción.

La marcha del 21 de abril no bastará si es sólo una marcha masiva, tiene que ser multitudinaria; fortalecida por esas acciones previas, que salga desde las carreras, desde las discusiones en los colegios, desde las bases. Necesitamos preparación y seriedad, ser metódicos: así se organizaría, en un primer paso, la llamada ofensiva estudiantil.

Para eso, las organizaciones políticas que conforman la CONFECH deben centrarse en esa cuestión, a lo cual apostamos nosotros como ACR, y dejar a un lado la pelea entre organizaciones para ganar tal o cual vocería. La clave de hoy es la unidad para fortalecer al movimiento estudiantil, para que avance a retomar su rol protagónico, como un actor social activo, un opositor en las calles al gobierno y que imponga su propia agenda educativa con otros sectores como funcionarios o trabajadores públicos que vienen luchando en Atacama.

Hay que hacer como en la U de Chile, donde se convocó a una asamblea Interfacultades, llamada desde la Asamblea de Derecho y a la cual han asistido estudiantes de Filosofía y Humanidades y Artes, que vienen luchando, todavía parceladamente, contra aspectos del autoritarismo universitario.

En esa Universidad el Pleno FECh debe organizar dicha instancia, darle mayor masividad, como un método de organización de base clave para conquistar nuestras demandas. Y en los distintos espacios, tomar este ejemplo para articularnos y pasar efectivamente a la ofensiva. Así podemos ser un aporte para fortalecer desde la base al Movimiento Estudiantil y pasar del mero discurso en los medios a los hechos y la acción concreta.