De cara a la movilización educativa del 23 de abril, desarrollamos esta polémica con las agrupaciones estudiantiles que forman parte de Patria Grande, a partir de su intervención en las distintas facultades de la UBA en este contexto.
Viernes 19 de abril
La sola amenaza de una marcha súper masiva el próximo 23, fue suficiente para que Milei empezara a recular y ofreciera un aumento trucho del 140 % para los gastos de funcionamiento de las universidades, cuando la inflación interanual está calculada en 290 %. Conan le habló y alimentó la esperanza de desarmar al poderoso movimiento que se viene gestando. Lo ofrecido deja afuera a la docencia y trabajadores no docentes y generó la primera reacción en los grupos de WhatsApp de las cursadas: “¡Nos tiene miedo!”. Mientras tanto, ayer en la asamblea autoconvocada por las comisiones de base en la Facultad de Ciencias Sociales, La Mella-Patria Grande – agrupación estudiantil que también dirige el CEFyL-, se abstuvo en la votación donde las y los estudiantes denunciaban la política de radicales y peronistas en el Congreso Nacional, de negociar alguna partida más en el presupuesto universitario, a cambio de votos positivos en el recinto para que salga la Ley de Bases Bis (ex Ley Ómnibus). Ese paquete, implica aprobar el saqueo a las jubilaciones, ataca derechos laborales y la salud. No vamos a ser la generación que defienda el presupuesto a cambio de que maten de hambre al pueblo trabajador, no vamos a mirar a un costado. Entonces, la construcción de la movilización del martes que viene para que sea lo más masiva posible y se convierta en el puntapié para desarrollar una gran lucha nacional contra todos los ataques del gobierno, exige debatir las estrategias que existen hoy en el movimiento estudiantil.
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El ataque de Milei generó tanto rechazo, que quienes administraron el ajuste en la UBA bajo el gobierno de Alberto Fernández, aparecen ahora como los héroes de la educación pública. Pero no nos dejemos engañar: son los mismos que están transando en el Congreso una reforma laboral y jubilatoria. Veamos quiénes son.
El jefe de la Franja Morada (o Nuevo Espacio, o el EDI, o REFADU y sus múltiples nombres depende en qué facultad estudies), Emiliano Yacobitti, también vicerrector de la UBA, es parte del sector político conocido como los “dialoguistas” con el gobierno de La Libertad Avanza. Es socio del actual senador Martín Lousteau –quien ayer celebró el escandaloso aumento de las dietas de senadores-, y juega en el tablero político según sirva a sus intereses. Es gráfico, está negociando la nueva Ley de Bases y para eso presenta un proyecto de ley de reforma laboral para dividir las modificaciones del proyecto original. ¿Cómo vamos a vivir si empeoran aún más nuestras condiciones de laburo? De sostener los estudios, ni hablar. A la vez, Yacobitti dice defender la educación universitaria peeeeeeero también está por declarar a la misma servicio esencial, o sea, intentar prohibir vía una normativa el derecho a huelga de nuestros docentes. Pero si le tocan la UBA, es decir, si no hay un presupuesto que permita mantener su “caja” y negociados, deja la oficina de Viamonte al 400 para recorrer todos los canales de televisión y convertirse en un abanderado de la educación superior.
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A esos, hay que sumarles a los que hasta hace un toque eran candidatos Nac&Pop y hoy son funcionarios de Milei como Daniel Scioli. Pero pará, ¿vos también te acordás de que Daniel fue el candidato a presidente que militó durante las PASO la UES en Sociales? Sí, la agrupación que conduce el Centro de Estudiantes en esa Facultad, socia de la Franja Morada en la UBA. Cuando te inviten a la marcha, acordate quiénes son.
Parece un quilombo porque se habla poco de esto. Pero la posta es que tanto las autoridades de la UBA, los partidos políticos como la UCR y algunos de los que forman "Unión por la Patria" actúan de la misma manera. Y no, no es un meme, aunque tengan distintos colores políticos son organizaciones que tienen sus agrupaciones estudiantiles, funcionarios en el decanato y el Rectorado, sus diputados y senadores, y sus alianzas de todo tipo y color. En los medios reclaman mayor presupuesto pero cortan la luz en las facultades para ahorrar (de esto no se salvan ni los más progres, porque hasta en Filo las autoridades referenciadas en el kirchnerismo nos dejaron una mañana y tarde sin luz a estudiantes, docentes y no docentes). Los gobernadores radicales y peronistas protestan porque no les manda plata Nación pero ajustan en las provincias donde gobiernan. La obra se llama “Déficit Cero”: empobrecer al pueblo laburante mientras se profundiza el saqueo de la mano del FMI y aumentan los beneficios a los verdaderos dueños del país, los grandes empresarios del campo que defienden sus dólares sentados en sus silobolsas, o que evaden impuestos y son premiados con blanqueos.
Entonces, a través del “mundo universitario” los rectores negocian que les aumenten el presupuesto mientras en el “mundo de la política” ofrecen el favor de votar leyes regresivas para los trabajadores y jubilados.
El hecho más nuevo es el de Massa, quien dijo en enero que el paro de la CGT era un error y ahora se propone encabezar la marcha por la educación. Una operación de grueso calibre para contener la posibilidad de que el movimiento estudiantil emerja como un sujeto de lucha que cuestione el rol pasivizador del peronismo y aporte sus energías a desplegar la fuerza de toda la clase trabajadora para salir a cancha, juntos.
Un silencio que dice mucho
La mímica de lucha de las autoridades -porque desde las asambleas y comisiones de base ya son miles los que activamos y decenas de miles quienes nos movilizaremos el 23-, no tiene de protagonistas solamente a los sectores más conservadores de los principales partidos y coaliciones políticas del país. Gran parte del circo que venden las autoridades tiene que ver con que las agrupaciones progres se niegan a denunciar todo esto: La Cámpora, el peronismo del Movimiento Evita, La Mella, La Emergente y Aquelarre (las tres miembro del Frente de Patria Grande que conduce Grabois). Y son organizaciones que tienen responsabilidad en organismos de representación estudiantil: conducen el CEFyL (Mella/La Juntada, Cámpora y Evita), son la Secretaría General del Centro de Sociales (todas ellas) y militan en otras facultades (como en Derecho, donde esta semana La Cámpora se negó a participar de la asamblea autoconvocada en una facultad conducida por la Franja). Su objetivo es mostrarse a lo sumo un poquito más combativos en la actitud (nunca perder las formas) para sostener una política dañina para nuestra lucha: impulsar un gran frente de lucha por la educación, sin diferenciación alguna, que empieza en Jorge Macri (!) y termina en ellos, invitando a los estudiantes a participar en movilizaciones para después volver a repetir el cuento de que la relación de fuerzas no alcanzó. Pero ¿por qué?
Si te la pasas echándole la culpa a la gente de que votó mal, alentas a esperar a que el gobierno de Milei se hunda solo y vas construyendo figuras como Guillermo Moreno (inserte stiker de Me quiero matar) para intentar volver uuuuuuuna vez más como mal menor en 2025 y especialmente en 2027, no estás colaborando mucho en apostar a que haya fuerza para dar vuelta el plan de medidas de ajuste. A veces con discursos más sensibles y a veces más eclesiásticos –depende a qué charla vayas o qué entrevista escuches-, la estrategia de Grabois es compartida por la CGT y las dos CTA: impulsar algunas luchas de forma separada, encorsetada y actuar como “oposición responsable”. Como ya demostró sosteniendo al gobierno de Alberto Fernández, no se propone romper con la subordinación al FMI que ata al país a las cadenas del imperialismo que llevan a más pobreza y mayor subordinación. Lo sostuvieron a tal punto que los diputados de Patria Grande votaron el presupuesto de ajuste 2023.Desde otro lado de la interna de UxP, pero abonando a la misma idea y política, sólo se entiende por qué en su “Carta” Cristina Fernández de Kirchner se abre a discutir la reforma laboral y las privatizaciones, mientras critica los paros docentes.
En el caso de Filo, como conducción del Centro La Mella, La Cámpora y el Evita no impulsan todas las medidas de lucha que se votan en asamblea, cuando lo hacen es porque lo imponemos desde abajo, se niegan a llevar los debates a las cursadas que es la forma de mayor democracia ya que hay muchos compañerxs que no pueden participar de asambleas o comisiones. No militan las asambleas más que con un flyer en Instagram y hasta ahí nomás. Capaz se dieron cuenta de que hay más ánimo de organización y lucha en la facultad y están preocupados, porque al cierre de esta nota la conducción del CEFyL está boicoteando la asamblea del lunes previo al 23, llamando a realizarla en un aula del subsuelo y cambiando de horario. ¿Cuánto tiene que ver esto con que el año pasado se acoplaron a la burocracia de la Franja y la UES no llamando a elecciones? Y lo que es peor, ayudaron a las autoridades de Filo a implementar el recorte de la oferta horaria que perjudica a quienes trabajamos y tenemos que cursar en el turno noche. ¿Cómo podes hablar de inclusión y permanencia haciendo esto? Este año, lo máximo que llegan es a convocar a marchar, a veces, pero si se trata de impulsar la más amplia organización estudiantil que enfrente en serio a este gobierno y a los empresarios y de verdad ponga en jaque al régimen universitario, olvidémonos.
Lejos quedó el lema Critico lo malo y apoyo lo bueno de los tiempos kirchneristas de La Mella pre 2015. Luego pasaron a ser la Patria Grande de “La patria no se vende” para actuar como pata izquierda del desastre del gobierno de Alberto para ahora proponerse volver en próximas elecciones cediendo todo a los grandes grupos económicos que dominan el país a ver si así los dueños de todas las cosas conceden un poquito de estatismo a cambio de paz social. Pero un estatismo adaptado a la estructura neoliberal del país y a la subordinación al capital financiero internacional.
El verdadero poder detrás del agite de “Obreros y estudiantes, como en el Cordobazo, qué cagazo”
Para que el movimiento estudiantil no sea utilizado para maniobras de los partidos tradicionales que lejos están de defender la patria, sino un actor político que emerja en el escenario nacional y abra una nueva perspectiva de lucha, contra la resignación, desde las agrupaciones que impulsamos junto a compañerxs independientes, En Clave Roja, Contraimagen y el CEPRODH, venimos peleando en cada facultad para que surja la autoorganización estudiantil desde las cursadas y con esa fuerza coordinar con las luchas obreras y las asambleas barriales. Para ampliar la voz de esta pelea, las bancas de diputados y diputadas del Frente de Izquierda, están a disposición y son garantía de que dentro del Congreso se escuche nuestra lucha y se rechace el ajuste.
Nos inspiramos en el Cordobazo, que fue una gran gesta de la clase trabajadora aliada con el movimiento estudiantil, que con una lucha masiva hirió de muerte a la dictadura de Onganía y abrió un ciclo de grandes procesos de lucha por todo el país. La enorme simpatía que vemos en todas las facultades por el triunfo de las y los trabajadores aeronáuticos de GPS-Aerolíneas Argentinas despedidos como parte del plan privatizador de Milei, muestra este potencial de la alianza obrero-estudiantil. Te invitamos a ser parte de esa perspectiva, a construirla juntas, juntos.
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