Según datos de la Red Chilena Contra la Violencia a las Mujeres, en 2023 ya van 39 femicidios consumados. Organizaciones feministas señalan que si bien hubo un avance en la aplicación de la “Ley Gabriela” en 2020, aún excluye numerosos casos y queda a interpretación judicial, es decir, es insuficiente ante un profundo problema que requiere serias medidas de emergencia.
Domingo 26 de noviembre de 2023
En medio de esta alarmante y triste cifra, nos encontramos en un escenario donde la Nueva Constitución de Kast, atenta directamente contra derechos de mujeres y disidencias con temas como paridad, aborto y objeción de consciencia. Es un fraude que desde un inicio denunciamos era antidemocrático y autoritario y que sus resultados no son solo responsabilidad de la ultraderecha sino además fue impulsado a través del “Acuerdo por Chile” por los partidos de gobierno incluyendo al Partido Comunista. Hoy es necesario votar en contra, pero organizados desde abajo en lugares de trabajo y de estudio, donde no sigamos creyendo que será "por arriba" que se resuelvan nuestras demandas sino confianza en nuestras propias fuerzas.
Como mencionamos al comienzo, ante el alto número de femicidios, urge pensar cómo enfrentar a los sectores conservadores que buscan avanzar y detener o hacer retroceder demandas que el movimiento de mujeres y disidencias ha impulsado históricamente. Que se niegan a todo lo que implique prevención contra la violencia machista como incluso lo es algo tan fundamental como educación sexual. Porque el femicidio, siendo el último eslabón de una cadena de violencias, en muchos casos podría evitarse si hubiese medidas a la altura de la situación.
Ayer y hoy hubo manifestaciones de Arica a Punta Arenas, donde nuevamente miles estuvieron en las calles movilizandose, donde estuvo en esta oportunidad también un pronunciamiento y denuncia contra el Estado de Israel y el genocidio en curso que lleva adelante en Palestina, donde son más de 10.000 mujeres, niñas y niños asesinados, llegando a 15.020 personas asesinadas en total según datos de la Comunidad Palestina en Chile.
Cabe mencionar, que si bien muchas nos unimos a las manifestaciones este 25, el gobierno y sus organizaciones una vez Boric salió electo han cumplido un rol de desmovilizar instalando una importante pasivización de los movimientos sociales, donde en sus inicios y hasta el día de hoy tienen un discurso de que hay que depositar toda confianza en lo institucional porque es la vía donde se van a resolver las demandas, por lo tanto toda esa enorme fuerza de mujeres y disidencias, si bien no se ha borrado, si se ha debilitado y buscar grandes convocatorias es más complejo.
Esto también tiene responsabilidades en las direcciones de las coordinadoras de mujeres, quienes con la capacidad de convocatoria que podrían tener no terminan por organizar de forma activa y unificar. Este año hubo llamado a marcha el 24, pese a que el 25 se llamó a acción global internacional poniendo al centro lo de Palestina, lo que termina por restar fuerzas y no se aprovecha que aún son muchas quienes sienten la necesidad de salir a protestar. Porque estas fechas podrían ser un importante puntapié para desarrollar aún más al movimiento.
Es importante pensar en el impulso de un plan de emergencia contra la violencia machista, con casas de acogida para quienes escapan de sus hogares, asistencia económica mensual, equipos interdisciplinarios de atención destinados especialmente para estos casos y planes permanentes de vivienda financiados en base al impuesto a las grandes inmobiliarias; que sea una herramienta concreta que dé respuesta a la situación. Esto como medida paliativa mínima. Pero además, sabemos que se trata de un problema estructural, donde es necesario pelear una perspectiva mayor para transformar la realidad y echar abajo el sistema patriarcal y capitalista que oprime y explota a millones de mujeres en el mundo.