Un año más miles de mujeres volvieron a salir a las calles en el Día Internacional contra la violencia machista. Al grito de “Ni una menos” y con lemas contra los feminicidios se marchó en más de 50 ciudades del Estado
Viernes 25 de noviembre de 2016
Foto: Pan y Rosas Barcelona
Miles de mujeres volvieron a llenar las calles de color morado para luchar contra el terrible aumento de la violencia machista. Solo en el año 2016 ya fueron 94 mujeres asesinadas, mientras las instituciones gubernamentales siguen sin reconocer una gran parte de las víctimas ante una ley que restringe el concepto de la violencia de género solo en el marco de una relación sentimental.
Pero, tal y como se gritaba en la mayoría de las manifestaciones. “no son muertes aisladas, son feminicidios”, ya que estos son solo la punta del iceberg de una larga cadena de violencias que sufren las mujeres, como las agresiones sexuales, el acoso en los centros de estudios y en el trabajo, la desigualdad salarial o las constantes restricciones en el derecho del aborto libre, seguro y gratuito.
Las mujeres de Pan y Rosas también nos unimos en las manifestaciones
En Barcelona, miles de personas marcharon por el centro de la ciudad desde las Ramblas hasta la plaza Sant Jaume. Pudimos escuchar consignas como “¡La noche es nuestra, ninguna agresión sin respuesta!”, “Si nos tocan a una, nos organizamos miles”, “capital y patriarcado, alianza criminal”, así como cánticos críticos contra la Iglesia católica.
En el acto de cierre participaron distintos colectivos. Entre otras intervenciones hubo críticas al Gobierno catalán por recortar un 24% en políticas de lucha contra la violencia machista. Y también se denunciaron las políticas xenófobas contra las mujeres migrantes y refugiados, al grito de “Nativa o extranjera, la misma clase obrera” y “Cerremos los CIEs, abrimos las fronteras”.
Una de las intervenciones más emotivas fue la de Las Kellys que estuvieron presentes en las protestas. Una portavoz de esta Asociación de mujeres que trabajan como camareras de piso en los hoteles denunció las terribles condiciones de “un trabajo duro, mal pagado y que afecta a la salud”, a la vez que señaló cómo esta precariedad, igual que la que sufren la gran mayoría de las mujeres, las hace más vulnerables a la violencia machista porque, tal y como dijo, “No nos salen las cuentas para vivir solas”.
En Madrid, a pesar de la lluvia hubo una masiva movilización con miles de personas que recorrieron las calles del centro de Madrid hasta la Plaza del Sol. Se podían escuchar consignas como “Vivas nos queremos”, “Si nos tocan a una, nos tocan a todas” y “luchemos contra el Gobierno machista y patriarcal”.
La manifestación estaba encabezada con una pancarta que decía “Violencia de Género, cuestión de Estado,Ya!”. Este fue uno de los principales reclamos de la movilización, haciendo referencia al actual “Pacto de Estado contra las violencias machista” para que éste no quede en papel mojado.
En Zaragoza también se manifestaron cientos de personas al grito de “no son muertes, son asesinatos” o “Patriarcado y capitalismo, alianza criminal”. Se ha destacado la presencia de las mujeres más jóvenes que encabezaron la manifestación, así como las pancartas de asambleas de institutos de secundaria. Muchas personas de la manifestación iban con máscaras de lobos, como muestra de rechazo a las violaciones sucedidas este verano en San Fermín.
También hubo manifestaciones en decenas de otras ciudades de todo el Estado.
La hipocresía de las instituciones y de los principales partidos del Régimen
Este mediodía, previamente a las movilizaciones, se realizó un “acto simbólico” en el Congreso. Los distintos partidos políticos y representantes institucionales guardaron un minuto de silencio por el 25N.
No es la primera vez que se realiza un “gesto” así, ya durante la sesión de investidura del actual Presidente del Gobierno, los representantes políticos también guardaron un minuto de silencio por las mujeres asesinadas en este último año. Un hecho que, ya en su momento, fue tildado de hipócrita por muchas organizaciones de mujeres ante los amplios recortes que hubo al presupuesto destinado a la prevención contra la violencia de género -más de un 26% desde el año 2010-.
Pero el cinismo del Partido Popular no tiene pérdida, el mismo Mariano Rajoy afirmó ayer que “España ha sido pionera en la erradicación de las distintas formas de violencia”. Y reivindicó el actual compromiso de “pacto de Estado” con el PSOE contra la violencia machista como “una gran oportunidad”. Ante esto, tampoco podemos obviar la hipocresía del PSOE, que quiere abanderarse de las reivindicaciones de las mujeres cuando es predecesor de los actuales recortes y de las reformas laborales que han intensificado, aún más, la precariedad laboral femenina.
La violencia machista y patriarcal atraviesa a las instituciones del Estado capitalista en su forma de dominación más profunda. Es por ello que para nada podemos confiar en un “Pacto de Estado” impulsado por los mismos partidos responsables de la desigualdad y discriminación contra las mujeres.
Protestas como las de ayer son de vital importancia para poder impulsar un amplio movimiento de mujeres, que sea independiente del Estado y sus instituciones, y que pelee en las calles contra este sistema capitalista y patriarcal que nos exprime cada vez con más fuerza.