Se cumple casi un mes desde que comenzó la huelga de hambre de los ex prisioneros políticos de la Dictadura, los que exigen justicia y reparación.
Natalia Cruces Santiago de Chile
Lunes 16 de mayo de 2016
La huelga de hambre de los ex prisioneros ha sido ocultada por los medios de comunicación oficiales y el Gobierno. Es que no les interesa discutir sobre las exigencias de quiénes fueron luchadores contra la Dictadura y que hoy viven con pensiones miserables, mientras que los perpetradores siguen en la impunidad.
La huelga comenzó hace casi un mes, a partir de la decisión de María Eugenia Briones, José Antonio Ortega, Orlando Vásquez Ramírez, José Miguel Sánchez, Carlos Reimundo Valero y René Mauricio Ulloa, de retomar la lucha por alcanzar una reparación justa y contra la impunidad que sigue existiendo en el país.
Poco a poco la huelga ha logrado traspasar la censura oficial, logrando la solidaridad de organizaciones de Derechos Humanos, políticas, estudiantiles y sociales de Chile y el extranjero.
Varios de los huelguistas han presentado problemas de salud, debiendo ser trasladados al hospital, sin embargo, han vuelto a la sede donde se está realizando la huelga, en el Barrio Brasil, para continuar con sus demandas.
Desde la Comisión Metropolitana de Ex-Prisioneros Políticos, se hace un llamado a seguir la lucha y se plantea desconocer “el mediocre acuerdo que hiciera el gobierno” con las organizaciones de ex prisioneros.
Se convoca también a una manifestación el próximo martes 17 de mayo a las 11 horas, en el Monumento Salvador Allende, frente a La Moneda, tras lo cual se dirigirán a la la sede de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) para realizar una reunión informativa.
El reciente sábado se realizó un acto de solidaridad en Plaza Brasil, donde participaron distintos artistas.
Mientras ex presos políticos cobran pensiones de hambre, militares reciben pensiones millonarias
CIPER destapó las millonarias cifras de pensiones y montepío que reciben Fuerzas Armadas y sus familiares, “al punto que hoy representa el 56% del gasto del Fisco en remuneraciones del área militar, mientras que los funcionarios activos sólo reciben el 44% del total, según cifras oficiales del Ministerio de Defensa”, determina el medio. Cerca de 1500 millones de dólares se gastaron en un año para este ítem, “la cifra es equivalente a todo lo gastado en 2007 para los programas de protección social Chile Solidario (Pobreza) y Chile Crece Contigo (Infancia)”.
Según la investigación del medio periodístico, mientras una persona común y corriente recibe una jubilación promedio de $166.000, “los afiliados a Capredena reciben un desahucio de entre 20 y 30 sueldos (según antigüedad) y pensiones que en promedio ascienden a $430.000. A diferencia de los civiles, los uniformados pueden llegar a jubilar con el equivalente a su último sueldo: un suboficial de Ejército con 30 años de servicio se puede retirar con $730.000 y un general o almirante con más años puede llegar a recibir $2.300.000, una cifra impensable en el sistema privado”.