La agencia Proa Consulting, que recauda fondos para múltiples ONGs, despide jóvenes en medio de la pandemia y aún con el decreto, no para.
Miércoles 1ro de abril de 2020 18:36
Si trabajás cerca del centro, shoppings, caminás por la peatonal, o incluso en tu barrio, seguro los viste: un montón de pibes y pibas jóvenes que todos los días recaudan fondos para ONGs como Greenpeace, Unicef, Techo y otras organizaciones y fundaciones menos conocidas.
El Covid-19 puso al desnudo la estructura de la precarización laboral en nuestro país, el 40% laburamos de manera precaria y en el caso de la juventud este número sube al 62%, de esto la amplia mayoría trabaja por día, y vive al día. De aquí que muchos no tienen la opción de salir o no a trabajar ahora para darle de comer a su familia, solo por poner un ejemplo, videos de trabajadores de las aplicaciones siendo hostigados por la policía se multiplican en las redes sociales.
Esta realidad se complementa con la de los millones que laburan en la más absoluta informalidad, a quienes les dijeron "ya te vamos a volver a llamar", o les pagaron la mitad de lo adeudado porque "nos tenemos que ayudar entre todos" y que hoy ni siquiera les contestan en teléfono cuando llaman para ver como continúa su relación laboral y su supervivencia.
Resulta que para las patronales somos descartables, un gran ejemplo es el de la agencia Proa Consulting Córdoba, dos días antes de que se declare la cuarentena obligatoria, en una sola jornada despidieron a 25 jóvenes y con el aislamiento obligatorio declarado siguieron despidiendo por videollamada, así, como suena, flexibilidad 2.0.
Desde hace semanas, desde la izquierda venimos exigiendo que se establezca la prohibición de despidos y suspensiones. La inminente pérdida de millones de puestos de trabajo, la brutalidad de empresarios como es el caso de Paolo Rocca, que despidió 1450 trabajadores, línea que se continuó con la empresa de Macri y Caputo con 740 despidos en Tierra del Fuego y miles de estos casos "invisibles" a nivel nacional, llevó a que en nuestro país anoche se decrete la prohibición de despedir.
Pero es una medida limitada en el punto de que no implica la reincorporación de quienes fueron despedidos antes del anuncio, ni contempla a quienes trabajan en la informalidad.
Hoy, decreto de prohibición de despidos mediante, siguieron avanzando con dos despidos más hasta el momento. Así de poco les importamos a la hora de privilegiar sus ganancias.
Esta misma razón es la que hace que falten elementos básicos como alcohol en gel y barbijos en todo el país, que miles estén trabajando sin insumos empezando por la primera línea de las y los trabajadores de la salud, que estén descartando a trabajadores y trabajadoras. Es corta, para los empresarios ellos están primero que nuestra seguridad, nuestras vidas y supervivencia.
Esta realidad no se muestra en ningún lado, este medio está al servicio de darle voz a los miles que están pasando por esta situación en todo el país.
En la pandemia no puede haber ni un despido o suspensión, se tiene que reincorporar de manera inmediata a todos a quienes las empresas descartaron en esta situación. Tampoco podemos dejar pasar ningún recorte en los salarios.
Los millones de jóvenes que trabajamos de manera precaria en todo el país no somos responsables de esta crisis, no podemos ni tenemos por qué pagarla y si algo tenemos claro, es que nuestras vidas están primero que sus ganancias.
