Profesores del establecimiento denuncian que los despidos fueron producto de rechazar los malos tratos y hostigamiento de la dirección del liceo.
Lunes 8 de enero de 2018

La ola de despidos y reubicaciones de profesores en el sector público continúa. Ahora los docentes del Liceo Mario Bahamondes de Antofagasta denuncian que 36 colegas fueron afectados "por el autoritarismo de la directora del establecimiento".
Los profesores despedidos y reubicados fueron quienes denunciaron ante las autoridades de la Corporación Municipal de Desarrollo Social (CMDS) los malos tratos y hostigamientos llevados por la dirección del establecimiento. Luego de esto, se denuncia una "lista negra" que termina con el despido de estos trabajadores.
Los docentes denuncian que nuevamente se hace notar el autoritarismo de los directores, quienes actúan como verdaderos gerentes en los establecimientos educacionales, persiguiendo y despidiendo a los trabajadores que sean un problema para ellos; es decir, quienes se organizan y reclaman por su derechos mas mínimos. Este actuar se realiza en la mayor impunidad, amparados por la CMDS y la legislación, ocupan a su favor la inestabilidad laboral de los trabajadores de la educación, quienes en un gran porcentaje trabajan a plazo fijo o pueden ser puesto a disposición según evaluaciones arbitrarias de la misma dirección.
No solo es un ataque a los profesores, sino que un ataque a la educación pública, a sus estudiantes y apoderados.
Reproducimos el testimonio de un profesor despedido de este liceo
Soy profesor. Hasta el 31 de diciembre del 2017 trabajaba en una unidad educativa del centro de la ciudad de Antofagasta. Soy plazo fijo.
Expongo mi caso en dos puntos: 1) acoso laboral y consecuencias de denunciarlo y; 2) carta de notificación por término de contrato.
1) Describo mi caso. Durante el anterior año lectivo, estuve (estuvimos) sometidos a maltratos y acoso laboral por parte de la directora designada sin concurso de ADP.
Dichas acciones comenzaron en mayo del año pasado con humillaciones públicas, “gritoneos”, difamaciones, negación de permisos administrativos e incluso el registro ilegal de mi casillero y pertenencias personales. Eso, claramente, mermó mi ánimo y comencé a estresarme, sufriendo dolores de cabeza, ataques de pánico y malestares estomacales. En varias ocasiones no fui al trabajo porque me sentí mal y durante el mismo día iba al médico. En la unidad educativa no les interesa importaba eso, sólo interesaba que yo faltaba al trabajo.
El asunto de volvió dramático a mediados de diciembre del 2017, lunes 11 en específico, pues aquella tarde, nuestra delegada gremial fue gritoneada e insultada por la directora del establecimiento. Fue la gota que colmó el vaso, pues aguantamos todo el año y en esta ocasión, decidimos no seguir haciéndolo (considerando que ya habíamos terminado las clases regulares y no les fallamos los estudiantes ni al cronograma); redactamos una carta rechazando la actitud de la directora y fuimos a dejar el documento a las instituciones que deben conocer el caso, incluída CMDS. Al siguiente día, un compañero de trabajo, que tiene redes bastante altas, llega de la CMDS, a las 16:30 hrs. y nos reproduce lo siguiente: que van a detener esa carta por cualquier medio, que los 36 profesores firmantes quedarían en lista negra de CMDS para no ser contratados el 2018 y que seríamos desvinculados todos; los indefinidos serían castigados y bloqueadas sus reubicaciones (actualmente operando este ítem).
Finalmente, la evaluación se realizó el 29 de diciembre mediante un instrumento absolutamente viciado en su forma y fondo, ya que muchos criterios de evaluación jamás se observaron y que las evaluaciones fueron bajas porque la directora hizo presión para que así fuera. Yo no lo firmé, pues me reservo el derecho de apelación, además de manifestar el uso de dicho instrumento con fines políticos y no profesionales.
El miércoles 27 de diciembre fui contactado por la directora otra unidad educativa, para incorporarme a su planta docente 2018, a lo que acepté con gratitud. El día jueves 4 de enero he ido a dicha establecimiento para ponerme a disposición de la directora. En una breve entrevista ella me indica que la CMDS no le ha permitido contar conmigo para este año, que no tenía mi número de teléfono para avisarme y se disculpa por lo sucedido. Yo respondo que entiendo, que sospechaba ocurriría algo así.
Finalmente, interpreto que las amenazas se hicieron reales, se concretaron, ya que pasé de tener un puesto de trabajo para el 2018 a no tener nada ya que la CMDS me puso en su lista negra por defenderme del acoso laboral sufrido donde trabajé el 2017.
2) El documento, o carta 105, la he encontrado en el jardín de mi casa el jueves 4 de enero del 2018, a las 14 hrs. Al día siguiente, viernes 5 de enero, a las 10:25 am. Fui atendido por la señorita del mesón en la Dirección del Trabajo. Consultó si tienen copia de la carta que notifica el término de mi casa para el año 2017 con la CMDS. La srta. Me pide la cédula de identidad y busca en el sistema si hay información; luego, me indica que no existe registro de dicho documento en el sistema de la DirTrab. Observo, además, que mi carta dice,”C.C. - interesado; -Inspección del Trabajo y; -Archivo”. Ciertamente, esto no se ha cumplido.