Su silueta se convirtió en firma y marca de Hitchcock, incursionó en los programas de televisión con el mismo éxito que en el cine. Filmes clásicos como “Psycho” y “The Birds” son los más recordados.
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Miércoles 29 de abril de 2020
El 29 de abril de 1980 moría en California, Estados Unidos, el maestro del cine Alfred Hitchcock, dejando como legado 53 películas y en el imaginario colectivo una silueta inconfundible que se convirtió en su marca.
Alfred Joseph Hitchcock nació el 13 de agosto de 1899 en Londres, Inglaterra, en el seno de una familia católica de origen irlandés. Fue un niño ensimismado que se divertía en sus propios juegos.
El cineasta recordaba que una vez lo llevó su padre a la comisaría de la policía, donde estuvo encerrado en una celda durante cinco o diez minutos, para que aprendiera qué le hacían a los niños malos.
De su escuela jesuita, Hictchcock pensaba que se fortaleció el miedo en su interior, ese miedo moral asociado a lo que está mal y sobre todo el miedo a los castigos corporales, en particular a la palmeta.
Realizó estudios en ingeniera, los cuales le fueron útiles en su carrera. Tras la muerte de su padre trabajó en la Compañía Telegráfica Henley y al mismo tiempo realizó cursos de dibujo en la Universidad de Londres.
Con 19 años y gracias a sus habilidades, el joven comenzó a realizar dibujos para ilustrar los anuncios publicitarios de los cables eléctricos de la compañía donde trabajaba. Asiduo al teatro y al cine vio las películas de Charles Chaplin y D. W.Griffith, de este último Intolerancia (1916) y Nacimiento de una nación (1915), así como los trabajos de Buster Keaton, Douglas Fairbanks y Mary Pickford.
Alfred Hitchcock consiguió su primer empleo en el cine poniendo los textos en las películas mudas. Esto le hizo entender lo que era el montaje cinematográfico. En ese tiempo conoció a escritores estadounidenses, de los cuales aprendió a crear guiones.
A los 23 años Hitchcock trabajó como ayudante de dirección, guionista y decorador en la cinta Woman to Woman (De mujer a mujer, 1923). Después dirigió sus primeros filmes: The Prude’s Fall (1925) y The Pleausure Garden (El Jardín de la Alegría, 1925); en éstos también laboró su futura esposa Alma Reville, que era montadora de film y script.
The Lodger (El enemigo de las rubias, 1926) se considera el primer trabajo hitchcockiano con el actor Ivor Novello, y es donde el director hace una aparición en pantalla, que será una constante en toda su filmografía.
Le siguieron; The Ring (1927), The Farmer´s Wife (1928) y Blackmail (La muchacha de Londres, 1929) fue su primera película sonora. The Man Who Knew Too Much (El hombre que sabía demasiado, 1934) fue su primer éxito en Estados Unidos.
Con filmes como: Shadow of A Doubt (La Sombra de la duda, 1943) y The Thirty-Nine Steps (Los 39 escalones, 1935) el director se consagra al cine de suspenso.
Hitchcock se adapta a las nuevas tecnologías, y cuando llega la televisión encabeza dos exitosos programas: Alfred Hitchcock presenta (Alfred Hitchcock Presents, 1955-1962) y La hora de Alfred Hitchcock (The Alfred Hitchcock Hour, 1962-1965), los cuales pueden verse en diversas plataformas en línea.
Ya en los años 50 y 60 Hitchcock tenía el reconocimiento del gran público, pero fueron los cineastas franceses de la Nueva Ola quienes lo elevarían al rango de cine-autor al lado de Ingmar Bergman, Sergei Eisenstein, Akira Kurosawa y D. W. Griffith.
Películas como Rear Window (La ventana indiscreta, 1954), Vertigo (1958), Psycho (1960), The Birds (Los pájaros, 1963), Marnie (1964) con Tippi Hedren o Torn Curtain (La cortina rasgada, 1966), serán indispensables para cualquier cinéfilo, al igual que sus últimos trabajos: Topaz (1969), Frenzy (Frenesí, 1972) y Family Plot (La trama, 1976).
Alfred Hitchcock se convierte en un referente cultural homenajeado y parodiado innumerables veces. Sus obras aguantan el paso del tiempo porque en ellas se maneja con maestría el lenguaje cinematográfico y por la tensión que genera en el espectador, lo que le ganó el título de maestro del suspenso.