Una nueva jornada violenta en el país dejó 42 civiles asesinados y un policía muerto en una balacera en Michoacán. El régimen enfrenta un nuevo escándalo asociado a asesinato de civiles en medio de las elecciones. Las ejecuciones se dan en un clima de cuestionamiento del Estado mexicano en materia de violaciones de derechos humanos luego de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, la masacre de Tlatlaya por el ejército mexicano y el asesinato de civiles ex miembros de grupos de autodefensa en Michoacán.
Martes 26 de mayo de 2015
Según la versión oficial el día 22 de mayo “42 civiles asesinados eran miembros del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CNJG). La refriega, agregó, fue consecuencia de la Operación Jalisco, que se inició el viernes 1 de mayo.” El enfrentamiento se desató luego que la Policía Federal acudiera a una denuncia de una averiguación previa de una ocupación ilegal de un rancho.
Para la revista Proceso se imponen varias dudas ante los precedentes en el país de otras masacres semejantes que han sido reportadas por autoridades como producto de “enfrentamientos”. Según la investigación que saldrá en su próximo número es “extraño que más de 42 pistoleros que conocían el terreno apenas pudieran abatir a un policía, pese al enorme arsenal que poseían.”
Para Revolución Tres Punto cero en el operativo se usó un helicóptero Black Hawk, de la policía federal, donde mas dispararon. Salieron varias ráfagas ininterrumpidamente, al tiempo que elementos federales aprovechaban para terminar de rodear todo el terreno. Para la redacción de Tres Punto Cero los sucesos de Tanhuato “parecía una matanza más que un operativo”.
Los familiares de los 42 muertos cuestionaron también que fuese un enfrentamiento. Según las entrevista publicada enLa Jornada:“Familiares de algunos de los 42 muertos en un supuesto choque armado con autoridades dijeron que luego de ver en la morgue cómo quedaron los cuerpos de sus hermanos, esposos o hijos no creen que se haya tratado de un enfrentamiento como sostiene el gobierno”
El gobierno está muy cuestionado en materia de derechos humanos. Lo que une la masacre de Tlatlaya, Iguala, Apatzingán, y ahora Tanhuato es la militarización del país dictada desde los Estados Unidos. Como se sabe la “guerra contra el narco” comenzó en 2006 durante el gobierno de Calderón en un “supuesto” combate al crimen organizado. Esta militarización del país es parte del plan estratégico de los Estados Unidos para la recolonización del país con la venta de PEMEX, la reforma educativa y la reforma laboral. Aunque aun no existe claridad de los hechos es claro que en urge parar esta “guerra” reaccionaria que ha dejado más de 160 mil muertos, 25 desaparecidos y más de un millón de desplazados.
Andrés Aullet
Abogado y maestro en Derechos Humanos