El día de hoy un reportaje de La Tercera sacó a la luz la aberrante desigualdad en el sistema de pensiones. Según el reportaje, mientras un jubilado por las AFP saca una pensión per cápita promedio de $78.865 pesos, un pensionado de las FFAA recibe $828.310 pesos
Lunes 2 de marzo de 2020
#SuperLunes
Hoy salió la noticia de que el Estado gastó el 2018 11 veces más per cápita en pensiones para las FFAA que en el Pilar Solidario.
Y esos mismos que reciben 11 veces más de pensión son los que salen a reprimir para que nada cambie. Que conveniente.
Pero #ChileDespertó— Dauno Totoro (@DaunoTotoro) March 2, 2020
El día de hoy un reportaje de La Tercera sacó a la luz la aberrante desigualdad en el sistema de pensiones. Según el reportaje, mientras un jubilado por las AFP saca una pensión per cápita promedio de 78.865 pesos, un pensionado de las FFAA recibe 828.310 pesos.
La brecha entre los fondos, según la corporación Ciedess a cargo de la investigación, aumenta de manera sostenida. Las cifras del promedio de mensualidad por sistema de pensiones muestran un enorme contraste:
AFP: $204.263
Capredena (FF.AA): $973.578
Dipreca (Carabineros): $1.085.708
Esta semana se vuelve a votar en el Congreso una reforma previsional que pretende inyectar mayores recursos al sistema de Pensión Solidaria, pero sin tocar las pensiones de hambre a las que son arrojados adultos mayores a causa de las AFP ni las jubilaciones millonarias a ex-funcionarios del mismo ejército que salió a reprimir a manifestantes y hostigar a pobladores y trabajadores a punta de tiros, golpes y tortura durante los días en que el gobierno declaró el Estado de Emergencia. Sin olvidar los multimillonarios robos al Estado en lo que ha sido el famoso MilicoGate, o el mismo PacoGate.
El actual sistema de pensiones no puede continuar. Junto a los sueldos de hambre que se mantienen bajo la línea de la pobreza y la privatización de derechos y servicios básicos, así como la educación de mercado y la precarización y tercerización laboral, son parte del Chile de la dictadura que debemos echar abajo. Junto a la lucha por un sueldo mínimo acorde a la canasta familiar, conquistemos un sistema de pensiones tripartito y solidario que permita una vejez digna para todes por igual. La gestión de dicho sistema debe estar a cargo de sus mismos trabajadores en conjunto con las y los pensionados, y así poder decidir en función de sus necesidades reales y no de las ganancias de unos pocos empresarios nacionales y extranjeros quienes -naturalmente- opondrán resistencia a dicho sistema.
