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Red Internacional
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[Dossier]. 8 años de gestión obrera y nuevos desafios: crónica de un torneo relámpago

A propósito de un nuevo año para Madygraf, las trabajadoras y trabajadores organizaron el pasado 13/08 un torneo a modo de celebración, y también como parte de la campaña por la expropiación definitiva de Donnelley para Madygraf que vienen desarrollando.

Domingo 21 de agosto de 2022 14:27

A propósito de un nuevo año para Madygraf, las trabajadoras y trabajadores organizaron el pasado 13/08 un torneo a modo de celebración, y también como parte de la campaña por la expropiación definitiva de Donnelley para Madygraf que vienen desarrollando.

16 equipos de fútbol de trabajadores compartieron una jornada al sol, entre deporte, y habladas de los trabajadores de Madygraf que contaron su historia, su pelea, y su objetivo de poner el club al servicio del disfrute del tiempo libre y tambien de la organización para todxs lxs trabajadores. El equipo campeón fue de los trabajadores de Lustramax.

Hubo recorridas de la fábrica, y se juntaron donaciones para las familias del Barrio Obligado en su pelea por tierra para vivir. La comisión de mujeres fue parte de la jornada con un buffet dulce para juntar los fondos necesarios hacia el Encuentro nacional de mujeres y disidencias en la provincia de San Luis.

Jimena, trabajadora de la fábrica, nos comparte una crónica sobre la jornada:

“Las canchas del club fueron armadas en su momento por la patronal para organizar campeonatos entre trabajadores, supervisores, líderes etc… con el objetivo de generar una idea de “confraternización” de los trabajadores con aquellos que luego día a día se encargaban de garantizar los altos ritmos de producción o decidir a quien se despedía o sancionaba.

Como parte de los inicios de la organización de la fábrica, los trabajadores comenzaron a hacer sus propios campeonatos fuera de Donnelley. Entre ellos primero, y luego con trabajadores de otras fábricas.

Al tomar la planta, no sólo recuperaron las máquinas para ponerlas a producir. Recuperaron este espacio para darle un uso completamente distinto. Hoy, nuestro club, está abierto a otros trabajadores. Allí nos divertimos, nos organizamos y nos coordinamos.

La jornada de ayer en particular, fué especial. Porque no sólo vinieron trabajadores de grandes y pequeñas fábricas de la zona, los jóvenes, docentes y mujeres que siempre nos apoyan. También nos visitaron los compañeros de la toma del Barrio Obligado. Quienes recorrieron la fábrica, conocieron nuestra experiencia y las de otros trabajadores que estaban presentes, y se llevaron las donaciones que habíamos juntado con la campaña que votamos en asamblea el día que nos enteramos que los desalojaron.

En Madygraf podemos ver la potencialidad que tienen los trabajadores cuando ponen su trabajo y sus ganas en función de las necesidades de su clase. Y el club es un espacio donde conocernos, intercambiar experiencias y coordinar, quienes necesitamos empezar a ponernos de pie y enfrentar la política que nos deja sin trabajo, sin salud, sin educación, sin vivienda… y que precariza la vida de millones en función de las ganancias de unos pocos.

Me siento orgullosa de mis compañeros, de estos pequeños símbolos que estamos aportando a la clase obrera, y de estos 8 años de gestión que cuestan, pero podemos llevar adelante también gracias al apoyo de todos ustedes.”