En el marco de la avanzada de la derecha a nivel internacional contra los trabajadores, expresada en el triunfo de Bolsonaro en Brasil, y aquí en Chile, donde Piñera se prepara en el terreno legislativo para imponer su agenda neoliberal. Es necesario que este jueves 8 de noviembre, en el marco del paro nacional convocado por la CUT, trabajadores llaman a organizar una amplia movilización desde los sindicatos de base.
Lunes 5 de noviembre de 2018
Todavía no concluye el primer año de Sebastián Piñera, y sus “tiempos mejores” se fortalecen para los empresarios. Según los últimos datos del INE, continúa el alza en la cesantía con casi un 8%. Tras el cierre de industrias, una ola de despidos a nivel nacional y la extrema precarización del empleo. La situación en el sector público también ha sufrido constantes ataques por parte de este Gobierno, donde hasta la fecha, el presidente de la ANEF Carlos Insulza, ha denunciado más de 2500 despidos, en distintos ministerios, organismos gubernamentales y lugares de trabajo ligados a dicha asociación.
Respecto a las y los trabajadores de la educación, el panorama es también adverso, cada año decenas de docentes sufren desvinculaciones arbitrarias o tienen modalidades de contrato precario, y así la última palabra la tienen los directores arbitrariamente. El Gobierno está a favor de estas prácticas que estas perpetuadas en la herencia de la dictadura, y lo confirma la ministra de educación, Marcela Cubillos, que ha dado la espalda a las históricas demandas del movimiento docente.
En las universidades públicas, el modelo neoliberal en educación, profundizado también por la derecha, muestra su peor cara, con cierres de universidades, estudiantes desamparados, miles de trabajadores despedidos como fue en la Universidad Iberoamericana, que todavía no tiene una solución real por parte del ministerio de educación. El problema de fondo es que el modelo se mantiene, donde opera la modalidad de autofinanciamiento y deudas exorbitantes como en la Universidad de Playa Ancha en Valparaíso, con un Rector déspota que quiere hipotecar la deuda a 3 meses porque no llegarían las platas de la gratuidad de mercado, o en el Pedagógico, donde las autoridades de forma ajena a la comunidad educativa plantean que son empresas externas quienes tienen que invertir, lo que profundiza la externalización, posibles despidos y precarización laboral.
Este 8 de noviembre paralicemos contra la herencia de la dictadura
Es necesario que las acciones aisladas que desde los distintos medios de comunicación que han manifestado tanto la ANEF, el Colegio De Profesores, la CONFUSAM y las distintas organizaciones del sector público, sean discutidas en las asambleas de trabajadores de base, con distintas iniciativas, desde cortes de ruta, concentraciones fuera de los lugares de trabajo, etc. Para poder garantizar en los hechos la fuerza de la clase trabajadora contra las maniobras empresariales de Piñera y sus partidos, para que el Paro Nacional convocado por la CUT, sea realmente activo y así poner en pie un plan de lucha, que ponga al centro No + AFP, por un sistema de reparto, tripartito y solidario, pero gestionado por sus trabajadoras y jubilados, que también luchemos contra la reformas que pretende atacar a los sindicatos dándole vida a los grupos negociadores, y debilitar aún más el derecho a huelga, también por las demandas históricas de los trabajadores públicos a “honorarios y contrata”, exigiendo al paso a planta a las y los trabajadores del Estado, así ante el alza en el costo de la vida, exijamos que el reajuste sea digno, igual a la canasta familiar, y así contra los despidos de los empresarios.
Esta lucha debemos hacerla de forma ascendente, poniendo la unidad en la acciones por delante, para eso es necesario abandonar la movilizaciones por hito, que nos han tenido acostumbrados las burocracias sindicales, donde tiene su responsabilidad las direcciones de la ex Nueva Mayoría y el Frente amplio, en donde solo nos encasillan hacia el parlamento para negociarlas bajo la democracia del consenso. Debemos levantarla en la calle, de forma independiente a las variantes patronales y en unidad con las mujeres, los estudiantes y la juventud.