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Red Internacional
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Voces hacia el Encuentro en Argentino Juniors. "Me preguntó si Macri le daría a Antonia la comida de nuestros pibes"

Leticia, tiene 36 años es docente y vive en la Villa 15-Lugano con su pareja e hija.

Viernes 21 de septiembre de 2018 10:28

Leticia, tiene 36 años es docente y vive en la Villa 15-Lugano con su pareja e hija. Trabajó de operaria en empresas alimenticias, en el rubro textil, de vendedora de ropa, y actualmente trabaja dos turnos en escuelas de Soldati. Hace unos años decidió empezar a militar en el PTS/Frente de Izquierda.

¿Cómo vivís la situación económica, en la escuela, en el barrio, en tu quehacer cotidiano?

Nuestra vida inevitablemente está atravesada por la situación económica. Mi pareja no tiene trabajo fijo, solo hace changas. Tengo dos cargos de jornada simple en escuelas de Soldati. Al comenzar el año me inscribí para la carrera de bibliotecaria, algo imposible de sostener para mí. No solo por el tiempo real que no tenía, sino también porque descuidaba mucho a mi hija, cuando salía de casa la dejaba dormida y cuando volvía, muy de noche la encontraba dormida. No tengo una casa propia, así que pago un alquiler.

Tengo nueve hermanos de los cuales los varones se dedican a la construcción y otras de mis hermanas son enfermeras y otra con su pareja trabajan en el rubro textil.

La crisis los golpeó a todos. En construcción bajó mucho el trabajo, ya que las familias que antes los contrataban, hoy en día evitan estos gastos para llegar a fin de mes.

Lo mismo le sucedió a una mis hermanas que se quedó sin trabajo porque no le pueden pagar el sueldo de acompañante terapéutico.

Ni que hablar del rubro textil que fue uno de los golpeados con la crisis. Mi hermana, la cual tiene dos hijos pre-adolescentes, para llegar a fin de mes a parte de su trabajo tiene que hacer tortas para vender durante los fines de semana.

También veo el ajuste y las políticas hambreadoras que están implementando reflejado en las boletas de luz que le llegan: a mí abuelo de 92 años jubilado ferroviario, que cobra una mínima de 7.000 pesos, su última boleta de luz fue de mil pesos... obviamente antes los reclamos prima el: “primero pague, después reclame..."

El ajuste lo veo todos los días en los pibes. Los niños que tienen madres que trabajan todo el día, o aquellas que al principio del año no las conocías pero ahora vienen más seguido porque son jornaleras que si antes trabajan todos los días, ahora por el ajuste les reducen los días de trabajo, muchas veces con trabajo en negro, el cual con temor de perderlo ni reclaman una regularización.

Entiendo las mujeres que vienen alteradas a las escuelas, obviamente no las justifico, pero si entiendo esa lógica, es el único lugar donde encuentran a alguien amable dispuesto a dialogar, a escuchar... todas esas mujeres tienen algo para decir, algo que gritar, una bronca incontenible. Imaginate que si sufren de violencia familiar, van a una comisaría donde son maltratadas y son un número más...

La escuela es reflejo de todo lo que nos pasa en la sociedad...

Entiendo las docentes cansadas, porque veo todos los días el sacrificio que es poner el cuerpo. Somos docentes, psicólogas, asistentes sociales, proveedoras de alimento. Cada vez es más notorio el rol asistencial que cumple la escuela.

Cuando decimos que los trabajadores y trabajadoras estamos siendo víctimas de un saqueo ¡no es una exageración!

¿Cómo sentiste la muerte de Sandra y Rubén y la tortura a Corina en Moreno?

Me cayó y nos cayó muy mal. Le pudo haber pasado a cualquiera, porque las condiciones edilicias son terribles, y los docentes lamentablemente naturalizamos todas esas situaciones. En mi escuela de Soldati, te caen los chorros de agua por medio de los focos de luz. Y a veces no hay agua. La responsabilidad es del gobierno que no invierte en la educación pública.

Lo de Corina, nos golpeó mucho, sabemos lo que es ver a los pibes con hambre. Escuchamos a nuestros niños decir: "queremos más milanesa” y muchas veces reímos para no llorar, en su inocencia le dicen "milanesa" a esa cosa... Te duele. Para algunos es su única comida. Hay nenes que te das cuenta que pasan necesidades, vienen con hambre a la escuela, y con la panza vacía no se puede aprender. Muchas veces me pregunto: ¿Macri le daría la comida de nuestros pibes a Antonia? ¿La mandaría a estas escuelas que se caen a pedazos?

Cuando escuché que Macri dijo que tenemos que vivir con menos, me pareció una burla.

Vivo como muchos alquilando, no tengo auto, ¿eso es vivir con excesos?, entonces ¿cómo debemos vivir? Propone que nos ajustemos nosotros, encima que nuestro salario es miserable. Que se ajuste él y que devuelva lo del Correo y se haga cargo de toda la deuda de su familia que contrajo con el estado en la dictadura militar, y pagamos nosotros, por ejemplo.

Cuando me tomo el tren toda apretada, apurada, me pregunto si Macri alguna vez se subió a un tren, apurado porque tiene que cumplir presentismo.

Por suerte, también veo la respuesta que se generó, las movilizaciones y el fuerte apoyo de la comunidad.

¿Por qué empezaste a militar?

Mis primeros cuestionamientos fueron a los deberes sociales que supuestamente tenemos que cumplir las mujeres, atender a los maridos, casarnos, tener hijos, etc. No me acostumbraba, me chocaban. Mí primer acercamiento fue con la agrupación de mujeres Pan y Rosas, tenía necesidad de empezar a organizarme y vi que ahí había mujeres reales, trabajadoras, que les pasan cosas como a una. Que todos los días salen trabajar, tienen hijos, son jefas de hogar y tienen que dejar su familia, miles de horas para cobrar miserias y tratar de sobrevivir. A caso ¿no podemos los trabajadores aspirar a vivir mejor, a vivir sin ser explotados?

Mi primer encuentro fue en Atlanta, cuando el Frente de Izquierda mostró su fuerza. A partir de ahí empecé. Hoy milito porque acuerdo con el programa, este sistema está completamente podrido y lo peor no los llevamos la clase trabajadora, las mujeres. Recuerdo el discurso de Myriam Bregman me conmocionó... también recuerdo con mucha emoción a las que hoy son mis compañeras agitando con sus banderas, me transmitieron esa necesidad de organizarse con un fin.

Remarcaste que el ajuste recae principalmente sobre las mujeres. ¿Cuál es tu balance del 8A?

El 8A sabía que era difícil que se apruebe la Ley. Cuando fui allá y vi todas esas mujeres, poniendo el cuerpo para hacer presencia, estaba contenta pero estaba con bronca.

Me dicen que soy una ingenua por pedir que las centrales sindicales paren por el derecho al aborto. Ni siquiera nuestro gremio, que casualmente somos mayoría mujeres, lo hizo. Pero hubiese sido la mayor presión que se podría haber hecho frente a un puñado de senadores en complicidad con el poder de la Iglesia, que terminaron decidiendo por sobre la voluntad de las miles movilizadas. No es la primera vez que la población ve claramente para quienes juegan, ya vimos actuar a estos dinosaurios cuando fue la reforma previsional.

Ante toda esta realidad: ¿Qué pensás de las direcciones sindicales y de la propuesta del kirchnerismo de esperar al 2019?

Te pongo un ejemplo, la UTE, el sindicato mayoritario docente, quiere esperar al 2019 para ganar en las urnas. El PJ y los K funcionan como un cogobierno de Cambiemos, le votaron todas las leyes, dividen las luchas, y además dirigiendo sindicatos como aeronáuticos, subte, docentes y estatales no hacen ningún esfuerzo para golpear juntos y derrotar a Macri. No les importa cómo hoy repercute el ajuste en nuestras vidas y la de nuestros niños. En las escuelas se cuestiona mucho al rol de los dirigentes de los sindicatos y los compañeros se preguntan para qué están.

Por eso creo que hay que pelear por un sindicato que defiendan a los trabajadores hasta las últimas consecuencias, ya que el gobierno no solo nos descuenta los días de paro, sino que el descuento a los salarios también se siente cuando te aumentan la luz, el boleto, etc.

El 6 de octubre está planteado un encuentro de la Izquierda junto a los Astilleros, las mujeres y los estudiantes. ¿En qué consiste?

Se saca presupuesto de salud y educación para cumplir con el pago de la deuda y los planes del FMI. A este gobierno y sus políticas hambreadoras tenemos que combatirlo unificando las luchas por más que las burocracias sindicales se esfuercen por dividirnos. Invitamos a nuestros compañeros que se acerquen a debatir, conocer nuestro programa, aportar. Plantarnos contra el pago de la deuda, contra la injerencia de la Iglesia en nuestras vidas, para una verdadera educación al servicio del pueblo. Queremos construir esa fuerza para vencer. Seamos miles en Argentinos el 6 de octubre y que eso se replique en cada lugar de trabajo y estudio. Cómo solemos escuchar y decir a nuestros compañeros y compañeras: El saqueo a los trabajadores es ahora. La lucha también.