Este 8M se vivió una jornada histórica en la que cientos de miles de mujeres jóvenes estuvieron a la cabeza a la hora de “pararlo todo”. Hablamos con manifestantes de la generación más joven del movimiento de mujeres que ha llenado las calles.
Lunes 12 de marzo de 2018
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Les preguntamos a 8 jóvenes “¿Por qué has venido a la manifestación del 8M?” y “¿Crees que tiene que estar la juventud?”. Ésto es lo que nos han respondido:
“Para reivindicar por los derechos de las mujeres, porque aunque se están haciendo avances, pero aún queda mucho por hacer. En especial estoy aquí por la mujer trabajadora, porque mi hermana y mi madre trabajan. La juventud tendría que estar aquí al 100%, porque nos va a tocar trabajar y nos vamos a comer todo lo que está pasando.”
“Porque hay que pararlo todo, como dice el lema de la manifestación. La violencia machista, la brecha salarial, cómo se habla de nosotras, todo lo que está pasando. Dicen que somos iguales, pero en realidad no hay igualdad, para que haya tenemos que estar en la calle y haciendo huelga. Aún hay que hacer mucho y me alegro de que haya más gente de mi edad, que somos la generación adulta del futuro.”
“Porque creo que el feminismo tiene que preocuparse también por las que no son blancas ni heterosexuales. Yo no me siento representada, aquí casi no hay inmigrantes y es porque muchas no tienen trabajo legal y no pudieron hacer huelga o si las detienen las pueden deportar. Vivimos en un sistema que además de patriarcal es racista, hay opresión de género, pero también de raza y de clase y esto hay que hablarlo.”
“Porque es lo que me nace como mujer. Había que salir a la calle a denunciar todo lo que está pasando y parece que es invisible. Yo quiero ir por la calle tranquila. Todo esto es injusto y hay que hacer ruido, hay que demostrar que estamos aquí. En Islandia hubo ya una huelga de mujeres, hay que tomar ejemplo. Es la primera vez que voy a una huelga, he venido con mis amigas de clase. Dicen muchas cosas malas de los jóvenes en la tele, pero estamos aquí y hemos tomado partido.”
“Porque hay cosificación a las mujeres, hay acoso sexual en el trabajo, hay una brecha salarial. Sufren mucho las mujeres que no son blancas o que son discapacitadas, además. En pleno siglo XXI estamos así, sin igualdad y con muchas cosas aún por solucionar. Lo único que nos queda es salir a la calle a que nos escuchen y cambiar las cosas.”
“Porque en el trabajo hay una brecha entre las condiciones de los hombres y las mujeres, que los peores trabajos son para nosotras y si eres inmigrante es peor. Además en la casa las tareas no se reparten y muchas veces hace más trabajo doméstico la mujer. También hay roles de género que te dicen como ser si eres un hombre o una mujer: un hombre no puede llorar, una mujer tiene que ir vestida de una manera determinada, etc. Son cosas que están en la vida diaria. Todo el mundo tendría que venir a las manifestaciones y creo que la juventud tiene un papel importante.”
“Porque quedan muchos obstáculos para que haya igualdad. Está el acoso callejero, la violencia machista, la brecha salarial, pero todo esto son situaciones que tienen que ver con el capitalismo. La educación es muy importante, porque no se educa igual a hombres y mujeres y eso va a dar más problemas cuando crezcan. Se nota mucho en la gente de mi instituto, por eso me gusta que la gente joven estemos aquí.”
“Porque nos parece muy importante reivindicar los derechos de la mujer, hay que estar presentes y hacernos más visibles para que nos tengan en cuenta en la sociedad. Estamos perjudicadas, sobre todo en el trabajo. Hay que estar aquí por las mujeres embarazadas, que a muchas las echan a la calle o les preguntan en la entrevista si quieren tener niños. Me parece fatal. Yo creo que la juventud tiene que estar en las manifestaciones, porque somos mucha gente y además vamos a vivir en esta sociedad en el futuro.”
El 8M del 2018 tuvo algo extraordinario. La huelga de mujeres se transformó en un canal masivo para la expresión de un profundo descontento social, especialmente entre los sectores que han sido más afectados por la última década de crisis y recortes: las mujeres, la clase trabajadora y la juventud.
En las universidades, las mujeres son el 58% de las estudiantes, pero solo el 22% de las catedráticas, enfrentando la subida de las tasas, el trabajo no pago mediante becas y los contenidos patriarcales de las asignaturas. Las estudiantes y sus compañeros de clase saben que cuando terminen los estudios difícilmente podrán conseguir empleo, ya que el paro juvenil sigue siendo alto, o terminan ocupando los trabajos más precarios. Mientras, decenas de miles de estudiantes abandonan cada año sus estudios por no poder seguir pagándolos.
En los institutos los precios de las FP siguen aumentando al tiempo que siguen siendo un caladero de horas de trabajo gratis a modo de prácticas para la patronal, así mismo, la Religión y sus valores patriarcales y LGBTIfóbicos entran por la puerta y la educación sexual sale por la ventana, siendo aún muy insuficiente a la hora de impartirse de forma no heteronormativa.
Como estudiantes luchan contra las violencias machistas. Pero también señalan y combaten la situación de explotación y precariedad que sufrimos la mayoría de las mujeres. Si hablamos de contratos a tiempo parcial la diferencia entre hombres y mujeres se dispara. Frente al 37% que representan los hombres jóvenes, tenemos un 63% de mujeres jóvenes con este tipo de jornada.
Desde la experiencia de este histórico 8M, queremos retomar las mejores tradiciones de lucha y autoorganización del movimiento estudiantil y de mujeres para luchar junto a la clase trabajadora para poner en jaque a este sistema.
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Jorge Remacha
Nació en Zaragoza en 1996. Historiador y docente de Educación Secundaria. Milita en la Corriente Revolucionaria de Trabajadores y Trabajadoras (CRT) del Estado Español.