El pasado jueves se dio la marcha de profesores más grande después de la dictadura. Fueron decenas de miles cuestionando aspectos del sistema educativo, en especial las condiciones laborales de las y los profesores ¿Cómo seguir el paro en un marco de la más alta desaprobación del gobierno de Piñera?
Domingo 9 de junio de 2019
Con tan solo un 28% de aprobación del actual gobierno de la derecha, la marcha marcó un ánimo de lucha distinto al rutinarismo que se venía instalando por el rol desmovilizador de las direcciones. Esta vez, fueron el triple al menos de la última movilización del Confech, viajaron delegaciones de todo Chile con sus lienzos, donde el eje central de la calle fueron las demandas de las diferenciales, el rechazo a la modificación curricular, y la deuda histórica.
Profesores en masa y Estudiantes secundarios en apoyo, marcados por un ánimo antirepresión y proeducación gratuita, así como estudiantes de universidades privadas cuestionando las horas de historia y educación física, pancartas como ¿ Y a Piñera, quién le revisa la mochila? O un cartel de Alessandri vestido de traje nazi, ha significado apoyo en distintos sectores, no así una respuesta del gobierno, que ni siquiera se ha pronunciado.
Mario Aguilar, Preseidente del Colegio de Profesores y militante del Partido Humanista (Frente Amplio) que rechazó la violencia ejercida por parte de Carabineros a toda la marcha, deja flancos donde la permite, ya que se refiere a Carabineros de “falta de profesionalismo y un actuar desproporcionado”, donde trata a encapuchados como no invitados y bienvenidos, dándole paso a la criminalización a la juventud de la derecha que ha profundizado en estos últimos meses con Aula Segura. Sobre todo en un contexto en el cual dicha institución golpea menores de edad, los persigue, les realiza montajes a los estudiantes movilizados contra los ataques a la educación de este gobierno ¡cuando nosotros mismos también nos encontramos luchando contra esto!
Es en este sentido que la unidad de los distintos sectores de la Educación es clave: asistentes de la educación, profesores, estudiantes y apoderados. La crisis de la educación pública es profunda, y el gobierno a través de su cuenta pública ha reafirmado el fortalecimiento del negocio educativo a través de las subvenciones escolares desde la infancia temprana, o el endeudamiento con nuevos fondos de créditos.
Por lo demás, la molivización en Aysén, o el ánimo de Huelga de los mineros de Chuquicamata, junto con el rechazo a las precarizadoras reformas del gobierno de Piñera, han vuelto a activar el escenario que sin una unidad en las luchas, separadas por paros gremiales, en vez de una plan de movilización nacional, con un petitorio en común, puede llevar al desgaste de un paro indefinido de profesores que se extenderá por lo menos una semana más.
Es por esta razón que el Mineduc llamó a los docentes a “volver a la sala de clases”, en donde incluso el subsecretario de Educación, Ráúl Figueroa, emplaza al gremio a tener una actitud de diálogo, afirmando que: “Hemos trabajado por más de un año con la directiva del Colegio de Profesores en escuchar sus demandas y trabajar en forma conjunta para nuestro común objetivo, que es mejorar la calidad de educación”.
Es en este contexto que Aguilar llama para el próximo martes a pronunciarse frente al congreso en rechazo a lo que se discutirá en ese lugar; Admisión Justa, Titularidad, Deuda Histórica. Sin duda la presencia de miles de profesores cuestionando tales medidas es parte de la presión necesaria para cuestionar condiciones laborales, y un sistema de educación perverso dado por la segregación, aún así es insuficiente para acabar con el problema a profundidad. La clave de nuestro triunfo pasa por la unificación con estudiantes, apoderados, trabajadores, para enfrentar juntos y juntas a este gobierno.
Las direcciones del Frente Amplio como Carlos Díaz prometen una semana más. Desde Nuestra Clase exigimos al las dirigencias del Colegio de Profesores (PH) y al MUD que el paro se mantenga y se rompa con el aislamiento gremial, con los pactos con la DC y que se asuma un plan transversal con secundarios y la Confech, La CUT (que puso sólo un lienzo en su sede), y que impide por ejemplo que trabajadores asistentes de la educación puedan unirse en masa a las demandas, y trabajadores de otros sectores en apoyo.
