Agrupaciones de mujeres y de izquierda convocan a una marcha que tiene el objetivo de visibilizar la exigencia por el aborto libre, legal, seguro y gratuito. La cita es el domingo 8 de agosto desde las 10 de la mañana, partiendo de la Fuente de la Hispanidad hacia Casa Presidencial.
Sábado 7 de agosto de 2021
En diciembre del año pasado, las compañeras argentinas lograron la aprobación de la legalización del aborto, una conquista que debe extenderse a Costa Rica y toda la región, con la fuerza del movimiento de mujeres internacional.
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Desde Pan y Rosas planteamos que la lucha por el derecho al aborto debe ir acompañada de la exigencia por la separación real entre la Iglesia y el Estado, para combatir el control patriarcal sobre nuestros cuerpos y vidas.
Le planteamos a la Campaña Nacional por el aborto legal un Encuentro Nacional de Mujeres, democrático y por la base. Apostamos a fortalecer la lucha por este derecho dando paso a los reclamos y luchas de las trabajadoras, las jóvenes y estudiantes que luchan contra el ajuste y la crisis de pandemia, también con las que marchan en todas partes del país contra la violencia patriarcal como vimos en Puerto Viejo el sábado 7 de agosto, también como en setiembre de 2020 exigiendo justicia por Allison; con independencia política del gobierno, logrando instalar la demanda del aborto en todo el país.
Movilización contra la violencia patriarcal en Puerto Viejo, Limón (7/8/2021)
Las lecciones del movimiento de mujeres en Argentina, conducen a sumar la exigencia por la Separación real entre la Iglesia y el Estado, ya que la decisión sobre nuestros cuerpos, nuestras vidas y nuestras sexualidades, no puede recaer en las mismas instituciones que reproducen las dinámicas patriarcales y capitalistas, y que precariza las vidas de las mujeres de clase trabajadora.
Este domingo también salimos al grito de Ni una menos por femicidios, Ni una menos sin trabajo, y Ni una menos por abortos clandestinos. Estas exigencias implican que el movimiento de mujeres no deposite la confianza en las medidas o las soluciones ajustadoras y punitivistas que nos receta el Estado y sus instituciones, llamamos a confiar en las propias fuerzas, tal como hicieron las compañeras en Argentina.
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