Derecho al aborto. 8A: qué senadores votaron en contra y quieren renovar su banca estas elecciones

El 8 de agosto del año pasado, un puñado de senadores rechazó el proyecto de legalización del aborto que había conseguido media sanción en Diputados. Fueron 38 senadores y senadoras que votaron en contra y 31 los que votaron a favor.

Con esos votos, impidieron que sea ley la iniciativa que proponía que no mueran más mujeres por la clandestinidad. Hoy, por ese motivo, se continúan registrando cada año unas 50 mil internaciones por complicaciones de abortos en los hospitales públicos. De ellas, casi 14.600 corresponden a la Provincia de Buenos Aires.

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"La clandestinidad no se festeja", dicen desde la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, que este año representó su proyecto por octava vez consecutiva.

Ese mensaje, sin embargo, sigue siendo desoído por casi todas las alianzas electorales, que hoy llevan en sus listas, como candidatos y candidatas, a una gran cantidad de "antiderechos". Muchos de ellos, incluso, fueron parte de esa casta de dinosaurios que votó, aquella madrugada del 9 de agosto, en contra de la ley.

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Es el caso, por ejemplo, de los senadores de Cambiemos Alfredo De Angeli (Entre Ríos) y Juan Carlos Romero (Salta), que integran las listas de Juntos por el Cambio. Pero también de la senadora rionegrina Silvina García Larraburu, que entró a la Cámara alta en 2015, junto al Frente para la Victoria, y hoy sigue siendo candidata. Todo un gesto hacia quien dio su voto negativo a la legalización de la práctica.

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Otros senadores y candidatos actualmente por el Frente de Todos confirman cuánto valen para estos sectores las vidas de las mujeres. Como ejemplo, valgan los del senador peronista Gerardo Montenegro y la senadora del Frente para la Victoria Ada Iturrez de Cappellini. Todos ellos integran la fuerza que encabeza la fórmula Fernández-Fernández.

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— Ada Iturrez de Cappellini (@adaiturrez) June 24, 2019

Como advirtieron desde la Campaña Nacional por el derecho al aborto, hay algunos candidatos presidenciales que están a favor de la legalización. Sin embargo, sólo la alianza que encabeza Nicolás del Caño e integran referentes como Myriam Bregman, candidata a diputada nacional por la Ciudad de Buenos Aires, promueve el aborto legal, y lo lleva en su programa.

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Argentina está entre los 56 países que reconocen que el aborto es legal cuando hay riesgo de salud o de vida de la persona gestante, o cuando el embarazo es producto de una violación. Son las llamadas causales de "aborto no punible", que aparecen desde hace un siglo casi en el Código Penal.

Pero acceder incluso a una interrupción legal del embarazo, es difícil. Más que difícil. Después de aquella noche que habilitó a las jerarquías de las iglesias y a los funcionarios celestes a arremeter contra las mujeres, se intentó avanzar sobre la ley de Educación Sexual Integral, sobre la anticoncepción gratuita y sobre este derecho elemental. Se vio en las provincias de Tucumán y de Jujuy, donde los gobernadores Juan Manzur (Frente de Todos) y Gerardo Morales (Juntos por el Cambio) obligaron a niñas de once años a parir, aún cuando el derecho al aborto les correspondía por esas causas.

Con todos y todas sus candidatas "verdes", el Frente de Izquierda-Unidad es la única coalición que, desde su conformación, apoya, en el Congreso y en las calles, la exigencia de aborto legal ya, de educación sexual integral, de anticoncepción gratuita y de inmediata separación de las Iglesias del Estado.

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