En el encuentro feminista impulsado por la coordinadora 8M se propuso una huelga y paro feminista a nivel nacional para la conmemoración del día de la mujer, la gran fuerza de las mujeres se debe hacer sentir con un paro productivos.

Gidget Guardiola Trabajadora de la APS, Agrupación de mujeres y diversidad sexual "Pan y Rosas"
Domingo 27 de enero de 2019
Terminando el verano, a comienzos de mayo del 2018 se llevó a cabo una de las movilizaciones más grandes que hemos visto en el último tiempo en Chile, que a sólo dos meses del actual gobierno de Piñera lo vimos levantando asambleas, tomas, paros y una movilización nacional, encabezado por estudiantes, sector que fue una fuerte oposición en las calles en el primer gobierno de Piñera. Miles de estudiantes se movilizaron para terminar con el acoso sexual y el machismo en las casas de estudio y en sintonía con el movimiento de mujeres que se ha impuesto a nivel mundial contra la violencia machista.
Sin embargo, al mismo tiempo que se levantaba el mayo feminista, el gobierno empresarial de Piñera buscó a toda costa montarse sobre ella, con una “agenda de género”, sacando diversas políticas que buscaran maquillar la violencia machista que sostienen las mismas instituciones del Estado, donde los partidos de la oposición aportaron al desvió, aspirando sólo a pequeños cambios cosméticos y se conformaban con pequeñas reformas que en nada cuestiona la raíz de la violencia de género estructural. El capitalismo.
Pudimos ver al calor de esta gran movilización como empezaban a mostrarse diversas corrientes feministas que al igual que nosotras, las feministas socialistas, buscaban terminar con el patriarcado, pero al mismo tiempo teníamos muchas diferencias, como por ejemplo; quién es el enemigo que sostiene el patriarcado, como llegar a la liberación total de la mujer o quién es el sujeto que debe hegemonizar la lucha por la liberación de todos los explotados y oprimidos.
Principales límites del mayo feminista
Mientras algunas corrientes se centraron fortaleciendo sólo la unidad entre mujeres, levantando espacio separatistas con una estrategia de lucha de “sexo contra sexo”, dirigiendo todas las lanzas contra los hombres y obviando el enemigo en común que son los grandes empresarios y este sistema capitalista, que sostiene y reproduce toda la violencia de género arrojado a la miseria y la pobreza a millones de mujeres, niñas y la diversidad sexual con sus políticas anti trabajadores y sus reformas que sólo buscan precarizar aún más a este gigante que está dormido dentro de las fábricas, empresas y servicios, terminaron abriendo el paso para que la “sororidad” entre empresarias y las mujeres pobres buscará la solución al machismo fortaleciendo las políticas de colaboración de clases, ignorando por completo la desigualdad social a las que somos arrojadas, por el simple hecho de ser mujer y pobre, al punto de promover el abrazo a mujeres que reprimen las movilizaciones.
La estrategia de un feminismo más liberal y reformista, de la cual es parte el PC y el FA, busco la colaboración entre las clases en el parlamento, en sintonía con las corrientes de tipo separatistas, y haceindo eco de un feminismo que separaba la mujeres que luchan contra la opresión de género y los explotadas y explotados, aportando a la separación de los movimientos entre hombres y mujeres. Ambas corrientes terminaron en un desvío del reformistas con salidas ponitivistas, quitado todo contenido de clase de las principales problemáticas de género, dando como respuesta a esta desigualdad el acceso a más cargos directivos o altos cargos a mujeres, pintadolo de igualdad de género, cuando nada se dice de la mujer pobre trabajadora y dueña de casa que tiene una doble jornada, entre su trabajo y las tareas domésticas, los bajos sueldos y pensiones que recibimos en la vejez, el derecho a una educación sexual y anticonceptivos gratuitos que va de la mano de una de las demandas más sentidas por las mujeres, la cual en Argentina movilizó a miles en las calles, el derecho al aborto legal, libre, seguro y gratuito.
Pero el mayor límite del mayo feminista es sin duda que no termino de activar toda su fuerza contra este enemigo en común, llamando a grandes movilizaciones que sobrepasara el carácter estudiantil, que más bien dividió entre hombres y mujeres, y apostará por activar al gigante dormido que hoy ocupa el 50% de la fuerza laboral, las mujeres trabajadoras, poniéndoles como objetivo cambiar toda la sociedad como la conocemos hoy en día, de la mano de nuestros compañeros, que juntos son quienes hacen mover el mundo, generando las riquezas que nos arrebata un puñado de empresarios a costa de nuestro trabajo.
Hoy se plantea una huelga nacional para este 8M, con posibilidades de en coordinación con distintos sectores, pero mientras no busquemos activar y empapar de ideas revolucionarias y anticapitalistas a la fuerza laboral femenina y, a aquellas mujeres dueñas de casa que son quienes se llevan las peores migajas del capitalismo, siendo relegadas a las tareas domésticas que efectuan de manera gratuita para reponer las fuerzas de sus compañeros para que vuelva a su trabajo al mismo tiempo, que debe criar la futura mano de obra barata para los empresarios, seguiremos con solo migajas en nuestras manos.
Vamos por mas y activemos este enorme ejército de mujeres que es vital para el funcionamiento social y económico del sistema capitalista, tanto en la producción de sus ganancias como en la reproducción de las tareas domésticas. Porque mientras siga existiendo la propiedad privada y las clases sociales, no habrá liberación social ni emancipación de las mujeres trabajadoras y pobres.
Es por ello, que el llamado es ha las grandes centrales sindicales impulsen y organicen un gran paro productivo para el de marzo. Que sectores como el Colegio de Profesores, sindicato de extensión nacional con una arrolladora composición femenina de un 70% paralice este día en conmemoración del 8 marzo y por demandas como el derecho al aborto legal, donde las más afectadas son las trabajadoras y pobres que abortan en la clandestinidad, cuando debemos luchar por que sea un procedimiento seguro y de acceso para todas en los hospitales.

Gidget Guardiola
Trabajadora de la APS, Agrupación de mujeres y diversidad sexual "Pan y Rosas"