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Red Internacional
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MULTITUDINARIA MOVILIZACIÓN INDEPENDIENTE. #8M en Bolivia: La necesidad de construir un gran movimiento de mujeres, rebasó el copamiento gubernamental y el caudillismo

Este #8M, "Día Internacional de la Mujer", se realizaron multitudinarias concentraciones en todo el país. En La Paz miles de mujeres enfrentaron los intentos de cooptación estatal. Con la participación de trabajadoras de la salud, de la contrucción, de aseo urbano y organizaciones sindicales parece que empieza a sentarse las bases de un gran movimiento de mujeres en Bolivia. Hay que alentar su desarrollo.

Miércoles 9 de marzo de 2022

Foto: Mateo Romay

Este #8M en Bolivia se llevó adelante una gran jornada de lucha. A lo largo y ancho del país diversas organizaciones y colectivos feministas, de mujeres, de las diversidades y disidencias sexuales y de género y activistas, de manera independiente de las instituciones del Estado y los partidos del régimen, impulsaron y llevaron adelante marchas y mítines en los que se denunció con fuerza la abierta complicidad entre la Policía y todo el sistema de justica que, con la venia del Estado, perpetúan la violencia machista y patriarcal.

Ya el lunes 7 de marzo, María Galindo y su colectivo “Mujeres Creando” y familiares de víctimas de la ciudad de El Alto, habían convocado a una movilización dirigida al Tribunal Departamental de Justicia. Institución en la que luego instalaron una vigilia que duró hasta cerca del mediodía de este 8 de marzo. Mujeres Creando, como ya es tradición, evitó unificar esfuerzos para concentrar toda la movilización el #8M buscando atrapar el protagonismo de un movimiento de mujeres que cada vez no solo desborda a su colectivo sino a todas las organizaciones.

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Así mismo, en la mañana de este 8 de marzo, en el Departamento de La Paz, se llevaron adelante dos marchas: una independiente y la otra estatal. La primera como parte de la agenda nacional organizada por colectivos, agrupaciones y activistas independientes que convocaron en las puertas de la COR de El Alto y tomaron las principales calles y avenidas para expresar la indignación frente a los aberrantes casos de violencia machista y feminicidios que lejos de disminuir van en aumento. Así también se denunció con fuerza la precariedad laboral que ha dado un salto y que pone al desnudo no solamente la continuidad de políticas neoliberales que desde haces décadas, y continuadas por los gobiernos del MAS, han profunizado la flexibilización laboral profundizando la informalidad en las condiciones de trabajo que afectan con más fuerza a cientos de miles de mujeres en el país.

Plantón en Tribunales de El Alto (Foto: tomada del muro de facebook de Pia Febrero)
Plantón en Tribunales de El Alto (Foto: tomada del muro de facebook de Pia Febrero)

Todo esto se da cuando el gobierno del MAS declaraba a inicios del año que este 2022 sería el año de la “Despatriarcalización”. Al poco tiempo de lanzar esta proclamación salió a la luz el caso del feminicida Richard Choque quién pese a que ya en el año 2013 había sido sentenciado a 30 años de cárcel por feminicidio fue puesto en libertad para reincidir en nuevos feminicidios. Esto desnudó algo que desde el movimiento de mujeres y feministas ya lo veníamos denunciando desde hace mucho, y es que “si hay impunidad, hay complicidad”. El caso de Choque puso al desnudo la existencia de consorcios entre la Policía, jueces, fiscales, abogados y hasta trabajadores sociales y médicos que hacen negocios y dejan en libertad a feminicidas y violadores con sentencias.

Para toda la población, y en particular para las familias de las víctimas, esta impunidad ha provocado un fuerte rechazo e indignación, detonando movilizaciones de las juntas vecinales alteñas, gremiales –donde hay una absoluta mayoría de mujeres-, y hasta de la burocratizada Central Obrera Boliviana (COB). Esto ha puesto en una profunda crisis a todo el sistema judicial del país. Crisis que día a día se agrava con la revelación de nuevos casos de corrupción y que ha obligado al Gobierno del MAS a instalar una “comisión revisora” cuyo objetivo es recomponer o parchar el maltrecho y corrompido aparato estatal.

Como parte de esta política se puede entender la marcha estatal, organizada por la Confederación Nacional de Mujeres Campesinas Indígenas Originarias de Bolivia “Bartolina Sisa” (CNMCIOB “BS”) quiénes, a la conclusión de la misma, realizaron un acto con la presencia del presidente, Luis Arce Catacora, y del vicepresidente, David Choquehuanca. En el acto la ejecutiva de las bartolinas hizo entrega de diversos proyectos de ley para enfrentar los feminicidios. Las medidas presentadas al Gobierno contemplan la ampliación de penas a más de 30 años; cadena perpetua y la castración química. En sus palabras señalaron que si fuera posible pedirían que se modifique la Constitución Política del Estado pero como eso implicaría hasta un referéndum para su aprobación, entonces piden que se reglamente estas medidas. Con estas propuestas, lejos de combatir la opresión y violencia que sufrimos las mujeres, niñes y las diversidades y disidencias sexuales y de género, solo se fortalece el aparato estatal y sus brazos represivos, que como estamos viendo son cómplices de estas violencias.

Frente a este intento de copamiento estatal, además de la marcha alteña durante la mañana, en horas de la tarde, como parte de la agenda nacional de los colectivos, agrupaciones y activistas independientes, se realizó una multitudinaria marcha, miles de personas, que tomó las calles del centro paceño y concluyó en el atrio de la Universidad Mayor de San Andrés con un acto político cultural, en el que los colectivos y organizaciones leyeron sus pronunciamientos, también tomaron la palabra trabajadoras y familiares de víctimas. Así mismo acompañaron este acto artistas y grupos musicales.

En esta masiva movilización estuvieron presentes, encabezando la misma, nutridas delegaciones de trabajadoras de la construcción (ASOMUC), trabajadoras de la salud (SIPROSAR LP), trabajadoras de aseo urbano (TREBOL) y mujeres fabriles de la Confederación General de Trabajadores Fabriles de Bolivia (CGTFB) así como familiares de víctimas de feminicidio.

Fue un proceso de organización de varias semanas lo que permitió articular un gran #8M a nivel nacional. Las diversas organizaciones, colectivos y activistas del movimiento de mujeres se manifestaron en Cochabamba donde también se llevó adelante una masiva movilización que fue convocada en puertas de la Universidad de San Simón. En Trinidad, en Sucre, en Tarija, en Potosí, y en Santa Cruz también se tomaron las calles y en distintos actos de protesta se puso de manifiesto que el cada vez más grande movimiento de mujeres y feministas llegó para quedarse.

Las consignas que a viva voz acompañaron todo el trayecto de la marcha repudiaron la complicidad y responsabilidad del Estado capitalista frente a los feminicidios y toda forma de violencia machista y patriarcal. Tambien se expresó un fuerte repudio contra sus aparatos represivos ¡Pacos y milicos con permiso del Estado han violado y matado!, ¡Jueces y fiscales, machistas patriarcales!.

La exigencia de la separación de la Iglesia y del Estado también fue parte de la marcha ya que así como se viene desnudando con fuerza que la policía no solo revictimiza a las víctimas de violencia sino que también es feminicida y violadora, de la misma manera, la Iglesia es responsable de perpetuar la violencia machista. No olvidemos que hace poco la Iglesia secuestró e intentó obligar a parir a una niña de 11 años con la complicidad de funcionarios y trabajadores sociales. Esta práctica reaccionaria de la Iglesia Católica, protegiendo a violadores y apoyándose en su poder político y económico es la que históricamente ha sido y es la punta de lanza contra los derechos de las mujeres. Por eso gritamos y seguiremos luchando por el derecho al aborto libre, legal, seguro y gratuito. Pero también por una educación sexual e integral. Y porque también luchamos por la libertad de decidir si queremos o no ser madres y quienes quieran serlo que lo puedan ser en condiciones dignas. Así mismo ocuparon un lugar destacado las demandas contra la explotación y la precariedad laboral que afecta con más intensidad a las mujeres trabajadoras.

Desde Pan y Rosas además en medio de una situación de crisis mundial con la reaccionaria guerra en Ucrania se expresaban en sus consignas ¡Mujeres contra la guerra, mujeres contra el capital! Repundiando no solo la invasión rusa en Ucrania al exigir ¡fuera las tropas rusas de ese país! Sino también, la exigencia de ¡fuera la OTAN de toda Europa del este!, ¡no al rearme imperialista!, ¡por la unidad internacional de la clase trabajadora y todos los sectores oprimidos y por una política independiente en Ucrania, para enfrentar la ocupación rusa y la dominación imperialista!

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