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Red Internacional
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DÍA INTERNACIONAL DE LUCHA. #8M en Salta: habrá marcha pese a la provocación de la Iglesia

Mujeres y disidencias reunidas en asamblea acordaron convocar a una movilización el Día Internacional de las Mujeres. Un precedente muy importante para el resto de las asambleas que se están realizando en todo el país: nuestro día de lucha no se le regala a las Iglesias ni antiderechos.

Jueves 27 de febrero de 2020 17:27

FOTO: Chakana

Con la discusión del derecho al aborto en el centro de la escena nacional, ayer se realizó la segunda asamblea hacia el 8 de marzo con la presencia de mujeres y sectores LGBT de la Cámpora, Nuevo Encuentro, Seamos Libres, la Campaña por el derecho al Aborto, Las Rojas, Pan y Rosas, Juntas y a la Izquierda, la Dario Santillán, El Aguante y Kankunapa, esta última de estudiantes de la UNSa. Luego de una primera instancia con mucho debate, mujeres y sectores LGBT avanzaron en acuerdos y volverán a reunirse este viernes a las 19hs en Alvarado 551.

El domingo 8 será la movilización convocada a las 17hs en Plaza 9 de Julio y se discutió una exigencia a las centrales sindicales CGT y CTA para que garanticen que el 9 de marzo Salta sea parte del Paro Internacional de Mujeres, Lesbianas, Travestis y Trans.

Una pelea clara contra el avance de la Iglesia

Uno de los debates que se venían teniendo, y que se replican en las asambleas de todo el país, es sobre qué respuesta tener frente a la provocación de la Iglesia Católica y la Conferencia Episcopal Argentina que convocan a una misa el 8 por la mañana en la basílica de Luján para “pedir por la protección de la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural”. En Salta, el arzobispo monseñor Cargnello, en sintonía, hoy hizo un llamado “a todos los cristianos y hombres y mujeres de buena voluntad a manifestar el profundo aprecio por la vida y por la mujer, santuario y educadora de la persona humana” que “toda vida vale”. Lo realizó luego de la masiva movilización del 19 F que puso a Salta nuevamente en el centro del país en la pelea por sus derechos y con el debate del 8M presente pero también sabiendo que la Iglesia cuenta con el apoyo de senadores y diputados que desde el kirchnerista Sergio Leavy hasta el ex gobernador Juan Carlos Romero, en 2018 votaron por la clandestinidad del aborto.

La Iglesia es consciente de que está en disputa algo más que un día de lucha, que por otra parte no es poco y se conmemora hace más de 100 años. El movimiento de mujeres y sectores LGBT también.

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Si desde el 2014, año en que el Encuentro Nacional de Mujeres se realizó en la provincia, miles fueron las que empezaron a salir a las calles, con las movilizaciones por #NiUnaMenos la masividad se multiplicó. Desde el 2018 un nuevo actor empezó a ganar las calles: la marea verde, naranja y joven que por primera vez en la historia sorteó la provocación de las Iglesias y gritó en las afueras de la Catedral: Iglesia y Estado asunto separado. Enfrentándose así a años de opresión y oscurantismo de una institución que en nombre de dios tiene como autoridad máxima local a Cargnello, acusado nada menos que de encubrir abusos sexuales del excura de Rosario de Lerma Emilio Lamas.

En una provincia donde el dictado de Educación Sexual Integral (ESI) está condicionado por el peso de la Iglesia que sigue garantizando en forma ilegal el dictado la religión en las escuelas públicas y terciarios, y donde el gobernador peronista Gustavo Sáenz puede hacer twitts eufóricos agradeciendo a dios por el parto de una niña wichí de 14 años, como pasó el sábado pasado.

Por eso, haber mantenido el 8M como día, nuestro día, de lucha de las mujeres y sectores LGBT en Salta tiene que ser un punto de apoyo para que el resto de las asambleas feministas del país se sientan envalentonadas en la pelea por ESI con perspectiva de género y aborto legal, bancando el proyecto de la Campaña Nacional que ya se votó en las calles, #NiUnaMenos, Basta de femicidios, transfemicidios y travesticidios y la separación de las Iglesias del Estado, como se votó ayer.

La deuda es con nosotras

La asamblea de mujeres y disidencias de Salta también se pronunció en apoyo a las comunidades originarias, por demandas de las mujeres trabajadoras con la discusión de las paritarias al frente, para que sean libres y por cupo laboral trans. Además, por la consigna: no olvidamos, no perdonamos, no nos reconciliamos, en alusión a los dichos del presidente Alberto Fernández que se expresó el fin de semana por dar vuelta la página respecto a los militares que hoy están en funciones, y que fue ampliamente repudiado por la izquierda y los organismos independientes de los gobiernos de turno que denuncian sin condicionamientos a las fuerzas armadas y la Policía, pilares de la represión en el marco del genocidio de los ´70.

Algo que aún está en discusión es la denuncia al acuerdo con el Fondo Monetario Internacional que contrajo el anterior Gobierno de Mauricio Macri y que Alberto Fernández y su ministro de Economía Martín Guzmán se aprestan a pagar.

Desde Pan y Rosas en el Frente de Izquierda estamos a la cabeza de la pelea en las asambleas de Salta pero también en Tucumán y todo el país, para que el aborto legal y la separación de las Iglesias del Estado se expresen con fuerza, con la fuerza de las pibas y la juventud en las calles. Consideramos que el movimiento de mujeres de Salta y todo el país que fue referente en la pelea contra el ajuste nacional y provincial y del FMI en el marco de los gobiernos de Macri y Urtubey no puede rebajar su bandera de lucha y ante el nuevo gobierno de los Fernández generar falsas expectativas: los derechos se ganan en las calles.

Frente a la situación de hambre y miseria en la provincia que se cobró ya la vida de 9 niños y niñas, en su mayoría de Comunidades Wichí, con un ajuste en curso con un irrisorio 8% de aumento a docentes que tendrán que seguir trabajando 2 o 3 cargos para poder llegar a fin de mes, con la situación de despidos de estatales y municipales como hoy expresan despedidos del Hospital de Mascotas que amenazaron prenderse fuego si la intendenta Bettina Romero no da respuestas a sus demandas, nuestra fuerza puede potenciar la lucha y enfrentar no sólo lo que está en curso, si no lo que se viene.

Porque nada bueno para las mujeres y las disidencias, ni para las y los trabajadores de conjunto, puede venir de la mano de la Iglesia. Pero tampoco de la mano del ajuste del FMI que implica más recortes en salud, educación, trabajo y vivienda en toda la región. Ayer, hoy, mañana y pasado. Si la deuda es con nosotras, el mensaje tiene que ser fuerte y contundente: la deuda externa ilegal, ilegítima y fraudulenta no hay que pagarla.


Florencia Gasparini

Nació en 1979. Es maestra en escuelas públicas de Salta y militante del Partido de los Trabajadores Socialistas y de la agrupación de mujeres Pan y Rosas. Integra la redacción de La Izquierda Diario Salta.