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Red Internacional
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Plaza Venezuela 4 PM. #8M en las calles en lucha por salario, contra la violencia y los femicidios

Diversas organizaciones de mujeres estamos convocando a una acción de calle este 8 de Marzo, Día Internacional de la Mujer, para alzar nuestras voces ante tantas violencias y agravios por parte del Estado, los patronos y la violencia machista y patriarcal, para exigir con fuerza nuestros derechos. En Caracas será en Plaza Venezuela, a las 4 pm.

Suhey Ochoa

Suhey Ochoa Ciencias Políticas UCV / @SuheyLts

Domingo 5 de marzo de 2023

Las mujeres en Venezuela sufrimos una sistemática violencia por parte de las instituciones del Estado, tanto por las políticas que aplica el Gobierno, como por la inacción frente a realidades que padecemos y antes las cuales es su obligación garantizar derechos. Los servicios que se suponen son para nuestra protección nos discriminan y son un constante obstáculo que impide el disfrute y el ejercicio de nuestros derechos, son inexistentes el acceso a la prevención, resolución, investigación, sanción y erradicación de las diferentes formas de violencia.

Hablemos de violencia de Estado

Hay violencia cuando una maestra tiene un salario mínimo de 6$ y apenas se puede adquirir el 3,2% de la canasta básica familiar, ¡un déficit de 97%, nada más hablando de cuestiones básicas! La falta de trabajo y de derechos sociales, el aumento del hambre y el sufrimiento dejan a cientos de miles de mujeres más vulnerables a la explotación y la violencia machista. Así mismo esta violencia se radicaliza cuando se criminaliza, acosa y persigue a las mujeres que se organizan y luchan: trabajadoras y habitantes de los sectores populares han sido despedidas y hasta encarceladas.

Con la brutal devaluación de la moneda y la pulverización de los salarios, estableciendo prioridades de otro tipo (como pagar la deuda externa, como garantizar la fuga y las ganancias de las diferentes fracciones de la clase capitalista del país, la tradicional y la “emergente”) se descarga una brutal crisis sobre los hombros de las mujeres que se ven afectada en cuestione tan básicas como el acceso alimentos, la salud menstrual o las posibilidades de una sexualidad cuidada.

Un paquete de toallas sanitarias en una cadena se farmacias tiene el costo de Bs. 31.46 (1,3$) y copa menstrual Bs. 345.90. (14,4$)… pero el salario mínimo mensual es del tenor que sabemos. Otro derecho que se ve impedido es del disfrute de relaciones sexuales sanas y seguras: una caja preservativa tiene un precio de Bs. 55.80 (2,3$), las pastillas anticonceptivas Bs. 292.90 (12.16$), sin contar las citas ginecológicas que rodean los 40$ en adelante.

Al mismo tiempo que sus políticas económicas y laborales hacen inviable para la mayoría de las mujeres acceder por sí mismas a estas cuestiones básicas, el Gobierno no garantiza el acceso gratuito a la anticoncepción, imponiéndose un cuadro de circunstancias que obstaculiza el derecho a una experiencia sexual libre, independientemente de la maternidad, que es fundamental para que las mujeres podamos tomar decisiones sobre nuestro cuerpo y, por ende, sobre nuestra y nuestras vidas.

Pero mientras el Estado está ausente frente a nuestros derechos, es el primero en aparecer para criminalizarnos por decidir sobre nuestros cuerpos. No es casualidad entonces que la imposibilidad de obtener anticonceptivos por parte de las mujeres trabajadoras, de los sectores populares y gran parte de las jóvenes, se exprese en cifras alarmantes: el embarazo adolescente presenta una tasa de 96 casos por cada 1.000 mujeres de entre 15 y 19 años, el país duplica el promedio de Latinoamérica.

Sí, por supuesto que exigimos dejar de criminalizar el aborto

El aborto inseguro es la tercera causa de muerte materna en Venezuela, según la Asociación Venezolana para la Educación Sexual Alternativa (Avesa). Sólo en 2019, tuvieron lugar en el país un promedio de 15 interrupciones voluntarias del embarazo por día, más de 2.200 en el año. El Estado es punitivo y criminaliza a quienes abortan, en el Código Penal se imponen penas de prisión a quienes aborten y acompañen el procedimiento. Por este motivo cientos salimos a manifestar y exigir: ¡educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar y aborto legal para no morir!

Extrema precariedad de la vida y ocultamiento de cifras

Ni siquiera se garantiza el servicio eléctrico en nuestros hogares, lugares de trabajo y estudios. Mientras no quieren vender la ilusión de un país “que se arregla”, las fallas en el servicio eléctrico en Venezuela aumentaron un 22% en 2022, con un total de 233.298 interrupciones de este servicio, sobre todo fuera de la capital del país.

Otro aspecto en el que el Estado vulnera derechos básicos de las mujeres es en la decisión consciente de ocultar cifras de la realidad. Hay una ausencia de las cifras con respecto a femicidios, mortalidad materna, muertes por aborto, etc. ¡Por supuesto, la elaboración de políticas públicas sin conocer los datos de la realidad es un fraude, nos deja más vulnerables!

La pandemia que nos mata: violencia asesina a diario

El subregistro de la plataforma UTOPIX señala que hubo 236 femicidios durante el año 2022, en 2020 los femicidios se incrementaron de manera alarmante a 1 femicidio cada 34 horas, en comparación al año 2016 en el que ocurría 1 femicidio cada 72 horas. Para el año 2021 la media es de 1 femicidio cada 36 horas. En 2022 la media es de 1 femicidio cada 37 horas.

Por esto desde Pan y Rosas nos movilizamos exigiendo casas de abrigo para las mujeres y sus hijos e hijas víctimas de violencia, garantizados por el Estado y bajo la autogestión de las organizaciones de mujeres y las trabajadoras, con asistencia profesional y sin presencia policial.

Un 8 de Marzo de lucha, con conciencia de clase, transincluyente y de solidaridad internacionalista

Queremos que este 8M sea un gran altavoz para las luchas de las trabajadoras, como las maestras que con sus grandes movilizaciones han puesto en la escena nacional la demanda salarias, expresando una exigencia del conjunto de la clase trabajadora. Un día de lucha por #SalarioIgualCanastaBásica. Un día para decirle con fuerza al gobierno y los empresarios: ¡Basta de que su crecimiento económico y lujos sean sobre la miseria de la clase trabajadora, y en particular de las mujeres trabajadoras y pobres!

Queremos que este 8M se escuche la voz de las personas trans, contra la transfobia y la LGTBfobia. ¡Basta de discriminación a la comunidad sexo diversa! ¡Alto a los crímenes de odio! ¡No más impunidad!

Desde las agrupaciones de Pan y Rosas en los diferentes países donde existimos, nos solidarizamos con la lucha de las mujeres trabajadoras indígenas y jóvenes de Perú contra el golpe y el gobierno asesino: ¡abajo Dina Boluarte y su régimen golpista!

Luchar contra la violencia sexual, el machismo y los feminicidios, es luchar contra un eslabón de toda una cadena de violencias que vivimos la gran mayoría de las mujeres, las trabajadoras, las migrantes, las jóvenes y las jubiladas, agudizadas con la brutal crisis que nos han hecho pagar el país. ¡A organizarnos y seguir luchando! ¡Nos vemos en las calles!