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Red Internacional
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Actualidad. 8M: seamos miles de docentes en las calles por aborto legal y contra el FMI

El 8 de marzo, dia internacional de la mujer, fecha que se ha convertido en un acontecimiento relevante a nivel mundial, se preparan multitudinarias movilizaciones en distintos países. Lxs docentes de los Suteba combativos ya empezamos a organizarnos para ser miles en las calles y hacer un paro activo el lunes 9.

Lunes 2 de marzo de 2020 21:25

En estos años hemos presenciado cómo ha avanzado la crisis económica y social en el ámbito de la educación pública: desinversión en infraestructura, salarios que no alcanzan la canasta familiar, estudiantes que abandonan la escuela para trabajar precariamente y familias que pierden su empleo. La escuela no está exenta de ninguno de las problemáticas que afectan en forma directa a millones de familias trabajadoras. En Argentina, somos 1.300.000 trabajadorxs de la educación, de lxs cuales el 75% somos mujeres y el 50% sostén económico de la familia.

Aún así lxs docentes seguimos estando en pie de lucha frente al clima de “normalidad” que quiso transmitir Alberto Fernández en la apertura de la sesiones en el Congreso y la desmoralización que quieren imponer las centrales sindicales. Lo demuestran las 11 provincias que no comenzaron las clases, organizando enormes movilizaciones, como en la provincia de Tucumán, Santa Fé, Salta, y Santa Cruz, con lxs maestras al frente y en unidad con lxs trabajadorxs de Río Turbio que están peleando contra los despidos.

El acuerdo paritario que festeja Ctera obliga a lxs maestras a trabajar hasta 3 cargos para poder cubrir la canasta básica familiar. En Buenos Aires el sueldo de bolsillo de una maestra será de 29 mil pesos, mientras la canasta familiar alcanza los 62 mil, la inflación sigue en alza, y ni siquiera mantienen la cláusula gatillo.

El gobierno dice “que tenemos que ser solidarixs y comprensivxs”, para encubrir el ajuste a lxs docentes y la escuela pública, al mismo tiempo que lxs funcionarixs cobran una dieta mensual superior a 7 sueldos docentes y no les tocan un centavo a los bancos, las mineras, las petroleras y los capitales concentrados.

Nuestra realidad como docentes en la era del FMI

En la provincia de Buenos Aires han pasado los gobiernos y continúan los mismos problemas estructurales. Desde el ex gobernador Daniel Scioli (FpV), pasando por la ex gobernadora María Eugenia Vidal (Cambiemos) y ahora el reciente gobernador Axel Kicillof (Frente de Todos), han intentando que “naturalicemos” las insalubres condiciones de trabajo y estudio en las escuelas públicas. Las “escuelas cromañón”, no son una exageración de la comunidad educativa, son las condiciones reales en la que ejercemos miles de docentes en la provincia y por las cuales fallecieron en 2018 nuestrxs compañerxs Sandra y Rubén, un crimen social que visibilizó, una vez más, la aguda crisis que atraviesa la educación pública y que ningún gobierno resolvió.

Pero nuestra labor no se termina en el aula: cuando volvemos a casa, luego de haber trabajado dos cargos, nos esperan horas de preparación de clases y corrección de exámenes, lo que significa coordinar las tareas escolares con el trabajo, atención y cuidado en el hogar de niñxs y adultxs mayores.

En la actualidad, la mayoría de lxs docentes presentan problemas de salud: faringitis, várices, problemas en la columna y el “síndrome de la cabeza quemada”, son algunas de las enfermedades más comunes producto de las condiciones de trabajo, que además, no son reconocidas como tales por las obras sociales.

A pesar de haber tenido como gobernadora a una mujer, los gobiernos y medios de comunicación masivos siempre han insistido con el relato de que ser docente es un asunto de vocación, en el que además trasladamos las tareas de cuidados en el hogar a la escuela, de ahí que se nos considere “educadoras por naturaleza”.

El argumento de la “vocación” intenta invisibilizarnos como trabajadoras y ocultar nuestra fuerza social, como parte de lxs millones de trabajadorx sindicalizadxs y precarios, a los que los sindicatos dan la espalda, pero a los que lxs docentes conocemos bien porque habitan nuestras aulas y comparten con nosotros la pelea por una educación pública, de calidad y la defensa de nuestros derechos. En esta unidad está la fuerza para enfrentar los ataques del gobierno y pensar una política que le de respuesta a todos nuestros reclamos como mujeres trabajadoras y a las condiciones de vida precaria de nuestrxs estudiantes y sus familias.

Porque no naturalizamos estas condiciones planteamos que no queremos aceptar “la miseria de lo posible” que nos ofrece el gobierno nacional y provincial. Queremos trabajar 1 cargo de 6 horas (4 horas frente a estudiantes, más 2 horas para capacitarnos, planificar y corregir) y tener un salario inicial igual a la canasta familiar. Exigimos jardines materno parentales en todos los lugares de trabajo y estudio y extensión de licencia por maternidad/paternidad. Queremos lavanderías y lugares de comida de calidad y a bajo costo subsidiados por las patronales y el Estado. Nuestras vidas valen más que sus ganancias.

¿Qué tareas tenemos este 8 de marzo?

Fernández, en la apertura de las sesiones del congreso, luego de hacer una mención especial al Papa Francisco (quien apoyó al presidente con respecto al pago de la deuda ilegítima y fraudulenta) anunció: “En los próximos 10 días presentaré un proyecto de ley de interrupción voluntaria del embarazo que legalice el aborto y permita a las mujeres acceder al sistema de salud cuando tomen la decisión de abortar". Como planteó Myriam Bregman, diputada del PTS en el FIT Unidad: “Si se habló de aborto en la Asamblea Legislativa es por la enorme pelea que venimos dando”.

Ocho veces se presentó el proyecto de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto en el Congreso y fue rechazado. En 2018, votaron en contra de su legalización los senadores de Cambiemos, y el PJ con un fuerte lobby de las Iglesias. Fuimos millones quienes defendimos que el aborto sea ley: movilizadxs, organizadxs en escuelas, facultades, fábricas, y ministerios. Exigiendo a las centrales sindicales (Ctera, FUD, CTA, CGT) para activo cada 8M, con marchas multitudinarias, haciendo cientos de pañuelazos y concentraciones.

Nuestra lucha tuvo repercusión internacional: desde Chile, Brasil y Uruguay hasta el Estado Español y Francia. A las viejas generaciones se le sumó la marea verde, la "revolución de las hijas", de las pibas que pusieron en discusión la implementación de Educación Sexual Integral con perspectiva de género y diversidad en todas las escuelas y sacaron la conclusión de que la Iglesia y el Estado son asuntos separados.

¿No tiene suficiente autoridad política y social este movimiento? ¿el gobierno no querrá, por medio de un proyecto que aún no sabemos qué dirá a ciencia cierta, desmovilizarnos, sacarnos de las calles, para llevarnos a confiar en las ministras y en el Congreso? Si el presidente reconoce esta demanda elemental, ¿Por qué no hizo ninguna mención al proyecto de la Campaña y presenta otro proyecto? ¿no habrá a espaldas del movimiento una negociación con la jerarquía eclesiástica?

El Congreso está lleno de diputados y senadores antiderechos que ya vetaron el proyecto de legalización del aborto en su momento. Por eso tenemos que seguir organizadxs y movilizadxs para enfrentar todas las maniobras y la presión de las Iglesias. Mientras tanto el mismo 8M la Iglesia católica convoca una “contramarcha” a la catedral de Luján. Toda una provocación.

Seguimos luchando por el aborto legal libre y gratuito, la plena implementación de Educación Sexual Integral con perspectiva de género y diversidad en todos los niveles educativos, y la separación de la Iglesia del Estado.

Miles en las calles y paro efectivo el 9

Todos los sindicatos deberían convocar a paros efectivos y activos como ya es tradición en los Sutebas combativos, garantizando que lxs trabajadorxs puedan movilizarse junto a sus compañeros varones. Un paro contundente sería un mensaje claro al gobierno de Alberto Fernández y mostraría que hay fuerzas para enfrentar el ajuste en curso y pelear por los derechos de las mujeres. Pero, ¿en qué andan las centrales sindicales?. Haciendo los deberes encomendados por el FMI y el gobierno y siendo correa de transmisión del “operativo resignación”. Exigimos a Ctera, FUD y CTA paro efectivo por nuestros derechos.

Lxs docentes que nos organizamos en la agrupación Marrón/ Pan y Rosas (que impulsa el PTS en el FIT Unidad), integrantes de los Consejos Ejecutivos, de las secretarías de mujer y diversidad de Suteba Matanza, Tigre y Ensenada, peleamos por una salida de fondo a la crisis económica y social que solo nos va a llevar a una mayor decadencia y sumisión al imperialismo. Consideramos que lxs trabajadorxs son los únicxs que tienen la fuerza social para imponer al gobierno y las burocracias sindicales un programa para que la crisis la paguen los empresarios y no lxs trabajadorxs y sectores populares.