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Red Internacional
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EFEMÉRIDES OBRERAS. A 115 años de la Casa del Obrero Mundial

Este 22 de septiembre, a 115 años de la fundación de la Casa del Obrero Mundial (COM) hacemos una semblanza de esta organización de tendencias anarcosindicalistas.

Jueves 22 de septiembre de 2016

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El antecedente de la formación de la Casa del Obrero Mundial (COM) es la creación del “Grupo Luz”, en junio de 1911. Su intención era la formación de una escuela “racionalista” cuyo modelo era la “Escuela moderna”, fundada por el pedagogo Francisco Ferrer Guardia en España, en 1908. Un centro de concientización donde los obreros tuvieran oportunidad de estudiar derecho, historia, español, redacción, filosofía, ciencia política, oratoria, música, teatro y fotografía.

Sin embargo, después de que en septiembre de 1912 son arrestados e internados en la cárcel de Belén varios de sus principales dirigentes, deportando al principal de ellos: Juan Francisco Moncaleano, se hace imposible la inauguración de la escuela y el Grupo cambia de orientación dando lugar a la formación de la COM.

Las organizaciones que participaron en la conformación de la COM fueron: la Unión de Canteros Mexicanos, la Confederación Nacional de Artes Gráficas, la Unión de Operarios Sastres y la Liga Nacional de Sastres, además de un grupo de conductores de coches públicos, al igual que el Grupo Luz.

La COM celebró su primera reunión el 22 de septiembre de 1912, y a decir de Jacinto Huitrón, uno de sus principales impulsores: “no hubo acta de fundación ni elección de comité, ya que se trataba de un acto cultural. Apenas se nombró a Luis Méndez como tesorero y a mí como administrador de la naciente institución obrera”.

La COM sirvió como catalizador de la creciente actividad sindical y huelguística desarrollada poco tiempo antes y después de la caída del régimen de Porfirio Díaz, convirtiéndose en la más grande central sindical formada hasta entonces en territorio mexicano. Bajo su influencia se formaron y agruparon múltiples organizaciones sindicales y se desarrollaron distintas luchas, entre muchas otras, la lucha en la que se forma el Sindicato Mexicano de Electricistas en febrero de 1915.

A decir de algunos de sus historiadores el 1º. de mayo de 1913 bajo el cobijo de la COM se celebró en México la “Primera celebración en México del día del trabajo. Jornada mundial por las ocho horas”, la cual relatamos aquí. Sin embargo, hay otros que niegan lo anterior y afirman que fue en 1912, organizada por el efímero Partido Obrero Socialista cuando se conmemoró esta fecha. Hasta donde sabemos esta conmemoración se realizó, pero no fue en el día 1 de mayo, sino unos meses después.

A pesar del movimiento armado la COM tuvo una existencia constante, cerrando sus puertas poco más de dos meses después de que Huerta la mandara clausurar a fines de mayo de 1914.

Debido a su ideología anarquista, la COM rechazaba la participación de la organización en la política y rechazaba cualquier forma de gobierno. Sin embargo, a decir de varios autores había una seria confusión y disparidad en cuanto a la asimilación de las ideas anarquistas importadas principalmente de Europa, produciendo confusión en cuanto a qué posición adoptar frente al gobierno de Madero antes y después de su asesinato y al derrocamiento de la dictadura de Victoriano Huerta, así como en la actitud a adoptar hacia las distintas fracciones que se debatían en lucha a raíz del levantamiento armado.

Después de la caída de Huerta, y al romperse la alianza entre las alas revolucionarias producto del desacuerdo entre Carranza, Jefe del ejército constitucionalista por un lado y Villa y Zapata por otro, era la fracción constitucionalista la que quedaba peor parada, debido a las crecientes victorias de Villa en el norte y la influencia aplastante de Zapata en el campo, y a que su fuerza militar era poca en comparación a los anteriores.

En este contexto se vuelve de suma importancia para el constitucionalismo atraer la simpatía del movimiento obrero organizado, tarea que es llevada a cabo principalmente por uno de sus máximos caudillos: Álvaro Obregón. Este, a su entrada triunfal a la ciudad de México el 15 de agosto de 1914, se acercó inmediatamente a los miembros de la COM regalándoles, entre otros inmuebles, la Casa de los Azulejos y el Convento de Santa Brígida en San Juan de Letrán y un equipo de imprenta de un periódico clerical.

El día 25 del mismo mes, la COM reabre sus puertas en una reunión donde se encontraba Antonio Villareal, antiguo magonista y en ese momento gobernador de Nuevo León, quien habló de los beneficios que recibirían los obreros y campesinos mexicanos con el triunfo del constitucionalismo. De hecho, a decir del historiador Barry Carr, la reapertura de la COM fue el parteaguas para iniciar una “campaña para convencer al pueblo de que el constitucionalismo representaba una genuina revolución social”.

En contraste, muchos de los miembros de la COM veían con más simpatía al zapatismo y apoyaron abiertamente al gobierno surgido después de la Convención de Aguascalientes siendo expulsados de la organización. Algunos de sus más prominentes dirigentes abandonaron la capital y se dirigieron al estado de Morelos a militar en las filas zapatistas, entre ellos Rafael Pérez Taylor y Antonio Díaz-Soto y Gama.

Además, la organización rechaza la invitación del constitucionalismo de abandonar con ellos la capital en noviembre de 1914. Sin embargo, una parte de sus líderes veían con empatía al constitucionalismo, principalmente al sector encabezado por Obregón. A pesar de la falta de acuerdo al interior, y de su constante rechazo a participar en la política, la COM decide apoyar al ejército constitucionalista en su lucha contra los ejércitos encabezados por Villa y Zapata.

Tomando partido

Después de una reunión fallida en febrero de 1915, varios de los dirigentes propugnaron apoyar abiertamente a los constitucionalistas, por encima del sentimiento general que primaba en la organización de no inmiscuirse en asuntos políticos.

En este ambiente se prepara una reunión secreta con un grupo selecto de sesenta y seis de los miembros de la organización y se decide el nuevo rumbo de la organización. Se anuncia la adhesión de la COM a la causa constitucionalista y una comitiva viaja a Veracruz a entrevistarse con el propio Carranza.

El resultado es la firma del pacto el 17 de febrero de 1915 donde se acuerda que los obreros organizados en la COM “hacen constar la resolución que han tomado de colaborar de manera efectiva y práctica por el triunfo de la Revolución, tomando las armas, ya para guarnecer las poblaciones que están en poder de los constitucionalistas, ya para combatir a la reacción”.

Este acuerdo sirvió de base para la conformación de cinco Batallones Rojos, compuestos por trabajadores de 24 distintos sindicatos, entre ellos, la Fábrica Nacional de Armas, la Compañía de Tranvías de México, trabajadores textiles, sastres, impresores, albañiles, y trabajadores de otros distintos oficios.

Los datos sobre el número de trabajadores que formaron parte de los Batallones Rojos varían entre cuatro y ocho mil. Participaron en batallas como las de Celaya, Guanajuato; Tonalita, Jalisco; El Ébano, San Luis Potosí y León; en contra de las fuerzas Villistas. Aunque, a decir de algunos autores, la participación de los Batallones Rojos fue simbólica. La propaganda que hacían sus miembros a favor del constitucionalismo era de suma importancia para este y contribuyó en buena medida para su victoria.

Este pacto tiene una importancia fundamental para el movimiento obrero mexicano puesto que sienta las bases para encaminar la subordinación y colaboración de las filas de los trabajadores organizados a los mandatos de la naciente burguesía mexicana.

Además de que de las filas de la COM surgen varios de los personajes que tendrían una participación destacada en la consolidación del régimen político que surgiría después de la victoria de los constitucionalistas sobre sus rivales, podemos mencionar por ejemplo a Celestino Gasca, Samuel O. Yudico, o Luis Napoleón Morones quien posteriormente fuera el principal dirigente de la CROM y uno de los principales aliados de Plutarco Elías Calles.

Confiados de su nueva posición emprenden campañas por aumento de salarios y mejores condiciones de trabajo. En los primeros días de 1916 se disuelven los Batallones Rojos, lo que da comienzo a la hostilidad por parte del nuevo gobierno constitucionalista quien comienza a ver con preocupación el número creciente de conflictos obrero-patronales, sobre todo en sectores clave como el ferrocarrilero, lo que desata, entre otras cosas, la represión contra la COM. Son arrestados por órdenes de Carranza varios de sus dirigentes principales en la Ciudad de México, Monterrey, Guanajuato y Jalisco.

Ante este ataque, se convocó a la preparación de un Congreso Nacional Obrero para exigir la libertad de los detenidos; la respuesta oficial fue nuevamente hostil. Se regresó al discurso anterior de no participar ni apoyar a ningún gobierno, partido político o aspirante al poder.

También por esta época se exacerbó la crisis monetaria en todo el país producto de la constante emisión de papel moneda de parte de las distintas fracciones revolucionarias, se habla de 23 diferentes tipos de moneda en el país. Debido al deterioro en las condiciones de vida, el número e intensidad de huelgas creció.

Después de la represión a una huelga ferrocarrilera, la COM decide adoptar una actitud más firme y convoca a una huelga general en junio de 1916, para lo cual se votan tres distintos comités de huelga. El Dr. Atl- célebre artista mexicano quien apoyaba al carrancismo- logró persuadir al primer comité de entrevistarse con Carranza. Dentro del Palacio Nacional son arrestados sus miembros y culpados de traidores a la patria. La forma en que se defienden los dirigentes ante el tribunal militar marca el fin de la retórica anarquista que los caracterizaba.

Los miembros del segundo comité de huelga son convencidos por Obregón de abandonar sus actividades por la crisis que atravesaba el país en ese momento. Posterior a esta discusión, la Casa del Obrero Mundial suspendió definitivamente sus actividades el 2 de agosto de 1916.

Aunque en la huelga general de 1916 no hubo posibilidades de presenciar toda su potencialidad sí puso de manifiesto la importancia de este tipo de acciones en la consecución de las demandas de la clase trabajadora. Se lograron parar varias de las actividades más importantes en la Ciudad de México, siendo lo más destacado el corte de la energía eléctrica.

Con información de:
Jacinto Huitron Chavero. Origenes e historia del movimiento obrero mexicano.
Barry Carr. El movimiento obrero y la política en México, 1910-1929
Jimena Vergara y otros. México en llamas (1910-1917)