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Red Internacional
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Movimiento chicano. A 50 años de “Brown Berets”: grupos armados de autodefensa chicana

En 1967 en la ciudad de Los Ángeles, California, jóvenes comenzaron a organizar una grupo de autodefensa llamado “Brown Berets” o “Boinas Cafés”. Buscaban agruparse para evitar la violencia policial y la discriminación contra la comunidad latina.

Miércoles 4 de octubre de 2017

Los chicanos son un sector explotado dentro de la sociedad estadounidense. Con tradiciones mexicanas, color de piel moreno, pero nacidos en Estados Unidos luego del Tratado Guadalupe Hidalgo de 1848, los chicanos defienden “Aztlán” y organizaron diversas protestas rechazando ser enviados como carne de cañón en la Guerra de Vietnam.

Los personajes chicanos son fascinantes: Oscar Zeta Fernández, el gran abogado defensor de los movimientos obreros, Dolores Huerta y el movimiento jornalero de César Chávez y Gorky González de la protesta de la “Moratoria Chicana”, son parte de la tradición de organización de la lucha por los derechos civiles.

En 1967 estudiantes y organizaciones del movimiento chicano pusieron en píe las”Boinas café”, con una clara influencia de las Panteras Negras.

Las boinas agruparon a 5 mil militantes. Su fundador fue David Sánchez y junto a los estudiantes Vickie Castro, Jorge Licón, John Ortiz, David Sánchez, Rachel Ochoa y Moctesuma Esparza discutieron en 1966 sobre la violencia policial en la unión contra la comunidad chicana, fundando Young Chicanos For Community Action.

Un veterano de la guerra de Corea, Sal Castro, se reunió con los jóvenes y decidió entrenarlos militarmente para que surgiera “Brown Berets”, para pelear por educación, contra la violencia policial, por seguro social y por plenos derechos para los migrantes.

Tenían la publicación “La causa”; pusieron en píe escuelas; en barrios enteros de Los Ángeles cumplieron un verdadero rol de autodefensa en donde no entraba la policía. También ayudaron a la organización de los trabajadores.

En 1972 los “Brown Berets” decidieron tomar simbólicamente la isla de Santa Catarina. Volaron una treintena en avión y ondearon la bandera mexicana en una interpretación inusual del Tratado Guadalupe Hidalgo. El concejal, confundido, pensó que México había invadido Estados Unidos.

Más que una acción militar, la toma de Santa Catarina fue simbólica. En medio del racismo y xenofobia de Donald Trump contra la comunidad migrante es preciso recordar la política de autodefensa y organización de los “Brown Berets”, así como de todo el movimiento chicano, que atrapa importantes lecciones para la comunidad migrante en Estados Unidos.