×
×
Red Internacional
lid bot

Mujeres. A 69 años del voto político de las mujeres en Chile

El 8 de enero de 1949 se promulgó la Ley 9.292 que concedió el sufragio a las mujeres en el país, tras años de lucha y exigencia por este mínimo derecho.

Lunes 8 de enero de 2018

Este 8 de enero de 2018 se cumplen 69 años desde que se promulgó la Ley 9.292 que concedió a las mujeres el derecho a voto. Ya en 1934 se habría aprobado el voto femenino para las elecciones municipales, y 15 años después se permitió también para las elecciones presidenciales y parlamentarias.

De esta manera, las mujeres en Chile pudieron participar por primera vez en la elección presidencial de 1952, en donde fue electo Carlos Ibáñez del Campo. Desde entonces, su participación en los procesos electorales se fue ampliando progresivamente hasta llegar en 1970 a la igualdad con los votantes masculinos.

La discusión y lucha por el voto femenino en Chile, y en el mundo, se desarrolló durante años y tuvo que enfrentarse a diversos obstáculos, tanto de las autoridades, gobiernos, partidos políticos, y también de instituciones como la Iglesia que se negaban a conceder este mínimo derecho.

Durante los años previos a la promulgación del voto femenino en el país, se constituyeron diversas organizaciones y centros de mujeres como, por ejemplo, el Centro Femenino Belén de Zárraga, en el norte, 1913; la Liga de Mujeres Libre Pensadoras, en Valparaíso, 1913; el Circulo de Lectura de Señoras, Santiago, 1916; el Club de Señoras, Santiago, 1915; las Sociedades de Socorros Mutuos, Valparaíso, 1922; la Asociación de Mujeres Universitarias, Santiago, 1931); el Movimiento Pro-Emancipación de la Mujer -MENCH-, Santiago, 1935; la Federación Chilena de Instituciones Femeninas -FECHIF-, Santiago y filiales, 1944), entre otras. Estas organizaciones realizaban acciones y discusiones en torno a los derechos civiles y políticos de las mujeres, lo que generó un aumento de la organización.

La lucha por el voto político de las mujeres fue una ardua batalla que se dio en los distintos países del mundo, no sin represión, violencia e incluso muertes. Fue un combate no solamente por votar, sino también por cuestionar las diferencias de género y la discriminación que viven las mujeres. Esto se expresa en las precarias condiciones laborales, en los salarios más bajos que los varones, en la negación de derechos sexuales y reproductivos, en el tratamiento público de las mujeres vistas como objetos sexuales, en las diferencias de cupos en los partidos políticos y elecciones, entre otros tantos factores que demuestran que la lucha por la emancipación total de las mujeres está todavía en curso y con grandes perspectivas.