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Red Internacional
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TARIJA. A cinco años de la desaparición del periodista Cristian Mariscal. Otro caso que refleja el corrupto sistema judicial

Cristian Mariscal era periodista de investigación y trabajaba en la ciudad de Tarija. Desapareció, sin dejar rastro, el 19 de enero de 2014 en la madrugada. A cinco años de su desaparición su familia no deja de buscarlo y de exigir justicia.

Lunes 21 de enero de 2019

Imagen: Cristian Mariscal
Foto: FIDES (Archivo)

El caso de Cristian Mariscal, un periodista de investigación que desapareció en Tarija el 19 de enero de 2014 en la madrugada, es otro de los ejemplos que pone en evidencia que la mal llamada “justicia” está cada vez más corrompida y es garante de la impunidad.

Con un proceso de investigación lleno de irregularidades, hasta el día de hoy no se han hecho esfuerzos serios para encontrar el paradero de Cristian, quien fue visto por última vez la madrugada del 19 de enero de 2014 por su ex novia, la cual presentó declaraciones contradictorias las siguientes semanas. Además de haberse encontrado pruebas de sangre en el domicilio de ésta, las mismas que se “contaminaron” en el camino al Instituto de Investigaciones Técnico Científico Policial (ITCUP), por lo que fueron desestimadas sin más.

Desde ahí, el caso quedó inconcluso, la falta de más pruebas y la desidia de las autoridades han permitido que se hayan cumplido cinco años de impunidad, que también han dado lugar a sospechas relacionadas con la misma labor periodística de Cristian. Su padre, Jaime Mariscal, quien murió hace dos años de cáncer mientras seguía buscando a su hijo e impulsando la investigación junto con el abogado Temer Medina, sostenía que Cristian había sido asesinado por poseer información delicada. Así se lo dijo al periodista Jesús Vargas (Jefe de redacción de “El Periódico”): “Cristian vio algo en el aeropuerto de Tarija. Vio un cargamento extraño. Le contó a su enamorada lo que había visto y dijo que lo iba a decir.” Varios medios nacionales como El País o El periódico, y algunos internacionales como Infobae, señalan también que Cristian podría haber estado tras una pista de contrabando de drogas.

Lo cierto es que pasado el tiempo, y al ver que no había ningún avance en la investigación, la familia de Cristian exigió respuestas al fiscal general del Estado, Ramiro Guerrero, junto al fiscal del distrito de Tarija, Gilbert Muñoz. También advirtieron que llevarían el caso a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), luego de haber constatado que la justicia boliviana no tiene interés en encontrar el paradero de Cristian. La hermana de Cristian, María Mariscal, el año 2017 declaró al periódico El País de Tarija: “Lamentamos que hasta ahora no haya una respuesta y que hasta la fecha no podamos saber qué es lo que ha pasado con Cristian, prácticamente nos han ocultado, nos han trancado ahí en las pruebas que se han descubierto y lo han hecho desparecer y por eso el caso está en cero”.

Igualmente, el abogado de la familia, Tamer Medina, que junto al padre fallecido de Cristian fundaron la Organización de Víctimas de Impunidad, Inseguridad y Corrupción, declaró ante el mismo medio que también ha decidido demandar al Estado boliviano ante la CIDH, pues según sus declaraciones: “los fiscales y hasta el mismo presidente Evo Morales conocen muy bien el caso. A Evo le enviaron cuatro cartas para hacerle conocer las irregularidades de la investigación…, sin recibir respuesta (…) En concreto aquí, el Estado es responsable y ellos saben todo eso y no han hecho absolutamente nada para esclarecer también esa corrupción interna que hubo en el proceso de investigación, porque no han hecho absolutamente nada, porque los agentes del Estado no han querido que se descubra la verdad sobre el tema”.

La última noticia del caso se dio hace dos años atrás, cuando el fiscal Ramiro Guerrero informó que la Interpol admitió el recurso de búsqueda internacional, por lo que, por ahora, Cristian estaría siendo buscado en todo el mundo, lo cual sigue dejando en la incertidumbre a la familia de Cristian y no pasa de ser una solución meramente formal a una desaparición demasiado sospechosa.

Gilbert Muñoz estuvo a cargo de la fiscalía en Tarija hasta el año pasado, cuando fue ascendido a Fiscal superior, dejando el caso de la desaparición de Cristian irresuelto y con muchas sospechas de por medio, ya que fue él quien estuvo todo este tiempo al frente de la truncada investigación. Su nombramiento como Fiscal superior, solo deja más interrogantes sobre su participación o complicidad en este caso.

Frente a esta situación, lo que deja este caso, además de muchas dudas e interrogantes, es la prueba, una vez más, de que estamos a merced de una justicia garante de los intereses de los poderosos, que ha hecho pasar el suplicio de 5 años a una familia que no sabe nada de Cristian al momento. En un mundo donde el periodismo, específicamente de investigación, es una de las profesiones más peligrosas y riesgosas (solo en México fueron asesinados alrededor de 182 periodistas los últimos dos años según datos de la ONU), Cristian Osvaldo Mariscal Calvimontes merece justicia, también merece que no nos olvidemos de él. En Tarija, todos conocen el caso de Cristian, está ya dentro de la conciencia colectiva, pero es hora de que el resto del país también sepa que una persona lleva cinco años desaparecida, aparentemente sin dejar rastro, y que no podemos quedarnos callados, es hora de denunciar y acabar con la impunidad.