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Red Internacional
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GALICIA, SOCIEDAD. “A derradeira lección do mestre”, cuadro de Castelao llega a Galicia

El pasado 3 de Octubre la emblemática obra de Castelao llegó a la Ciudad de la Cultura, el Gaiás, en Santiago de Compostela. El discurso de bienvenida, pronunciado por Feijóo estuvo marcado por su interpretación interesada e importantes omisiones a la represión franquista.

Jacobo A. García

Jacobo A. García @Jacobscarface

Jueves 11 de octubre de 2018

“A derradeira leición do mestre” es una de las obras más simbólicas y reconocidas del intelectual galleguista Alfonso Daniel Rodríguez Castelao. En ella se pueden ver a dos niños llorando frente al cuerpo de su maestro fusilado. Por primera vez en la historia ha llegado para ser expuesta tan sólo por unos meses en Galicia en la Cidade da Cultura. La obra fue trasladada desde el Centro Gallego de Buenos Aires, en donde estuvo “exiliada” durante 73 años, desde su realización en 1945.

En el discurso de bienvenida se han dado momentos de tensión debido al discurso pronunciado por el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo. El mismo se congratuló de poder "incrustar en el corazón de la cultura gallega contemporánea", una obra que ha identificado con "la defensa de la educación frente al fanatismo" que recuerda que "una educación en libertad es el medio para la promoción de los valores democráticos". También afirmó que “se trata de una obra muy significativa en su trayectoria y también un símbolo para Galicia: por la mano que la pintó; por su excepcional calidad; y por la lección histórica que representa y el homenaje que dedica a los maestros".

Asimismo, pronunció las siguientes palabras: ”Cuando Castelao pintó esta obra en 1945 la Galicia que él quería sólo se podía soñar. Y, por fortuna, desde entonces el pueblo gallego logró alcanzar el autogobierno del que hoy disfrutamos" y añadió que "en gran medida, somos la Galicia que soñaba".

En el acto de desembalaje de la obra, que ha viajado desde Argentina a Galicia protegido por importantes medidas de seguridad, estuvo presente Feijóo, pero también el vicepresidente del Parlamento, Diego Calvo; y los portavoces de los grupos con representación en la Cámara: Pedro Puy (PPdeG), Luís Villares (En Marea), Xoaquín Fernández Leiceaga (PSdeG) y Ana Pontón (BNG).

Manipulación del significado de la obra y omisión de la represión franquista

Ni un solo comentario sobre la dictadura franquista, sobre la represión sufrida por los maestros de II República en la Guerra Civil, ni siquiera sobre la más que probable referencia a Alexandre Bóveda, maestro nacionalista fusilado, en el cuerpo sin vida que se observa en el cuadro. No hubo referencias directas a la represión ni los ajusticiamientos fascistas.

Toda la oposición criticó al presidente por estas omisiones. Ánxeles Cuña, de En Marea, fue la primera en negarse a aparecer en la “foto de familia”. Villares, portavoz de su grupo parlamentario también dirigió duras críticas contra Feijóo: "Este cuadro debe recordarnos que tenemos una cuenta pendiente con todos los gallegos asesinados, ’paseados’, humillados, a las violadas...". Además, también ha recalcado la necesidad de que "maestros que aún están enterrados en las cunetas puedan ser exhumados y recibir una sepultura digna; es necesario anular todos los juicios sumarísimos que fueron una verdadera farsa como el del propio Alexandre Bóveda; y es preciso que la memoria sea completada con la devolución del expolio de la Guerra Civil singularizada en Galicia con la devolución del Pazo de Meirás", ha proclamado.

También se expresó del mismo modo Ana Pontón. "Yo estoy aquí porque soy gallega, por Castelao y porque creo que es importante que su obra no venga solo de visita, sino que esa visita sea permanente". Pontón ha remarcado que Castelao era "un nacionalista" que intentó plasmar "el intento de aniquilación del nacionalismo y del mártir Bóveda a manos del fascismo". Al tiempo, ha subrayado que el cuadro también representa "el futuro", que son los niños, y la necesidad de apostar "por una Galicia libre y digna". "No hacer este reconocimiento no deja de ser ofensivo".

También Leiceaga (PSOE) ha incidido en el carácter simbólico del cuadro por la "denuncia que hace Castelao del fascismo y de la violencia como forma de ejercer la política". "Es una obra de significado abierto, hay quien identifica a la persona que está en el suelo con Alexandre Bóveda, algo perfectamente factible; o puede hacer referencia a los maestros represaliados o ajusticiados".

Tímida política de gestos para un lavado de cara del PP gallego

Si tan sólo rozamos la superficie, el envoltorio del discurso político del PP gallego, pareciera que se desmarca de sus homólogos recalcitrantes como Casado, e incluso de su pasado claramente fascista. En enero del 2018 el Parlamento gallego emitió una declaración reconociendo a la dictadura franquista como un régimen fascista e ilegítimo. Asimismo en junio el PP gallego se comprometioó a denunciar a los Franco para la devolución al patrimonio público del Pazo de Meirás, aunque más tarde matizaron que piensan que la familia del dictador debería recibir una indemnización. Ahora Feijóo se intenta apuntar el tanto de recuperar (aunque sólo por unos meses) esta simbólica obra de Castelao, pero no se atreve a contar toda la verdad.

Pero realmente esta política de gestos, incluso más tímida que la del PSOE a nivel estatal con la exhumación de los restos de Franco, oculta una inacción manifiesta en el tema. De las palabras a los hechos hay un largo trecho. Ninguna medida fue tomada por el gobierno gallego para retirar los monumentos fascistas de la comunidad, para cambiar el nombre de las calles que homenajean a genocidas, para buscar a los fusilados en las cunetas y darles sepultura digna, para investigar los crímenes de la dictadura y juzgar a los culpables, etc.

Aunque la evolución del PP gallego parezca diferente a sus compañeros de partido en el resto del Estado, que cada vez más claramente justifican la dictadura, esta política de gestos no está destinada más que a calmar los ánimos frente a una política antisocial y reaccionaria. Feijóo sigue defendiendo la aplicación del 155 en Catalunya, mientras sus casi 9 años de gobierno se basaron en la supeditación al anterior gobierno de Mariano Rajoy (lejos de lo que habría soñado Castelao), y su inversión en la lengua y cultura gallegas brilla por su ausencia, o la defensa de la Ley Mordaza, entre otras cuestiones.

No debemos fiarnos de estos paripes de cara a la galería. Ante el ascenso de la extrema derecha fascistizante, como hemos visto en el mítin de Vox en Vistalegre, no podemos confiar en la derecha “democrática” ni la centro-izquierda “progresista”. Sólo en nuestra propia fuerza de la movilización social está la respuesta. La unidad de la clase trabajadora, las mujeres y la juventud frente a los ajustes económicos y el retroceso en derechos democráticos. Es en la lucha popular y de clase donde hallaremos la solución para enfrentar todos estos ataques y el avance de la extrema derecha.