Indec. A días del balotaje: Una familia necesitó $ 345.295 en octubre para no ser pobre

Así lo confirmaron los datos de la canasta básica total que mide el Indec, que no incluyen gastos esenciales como el pago del alquiler. Para no caer en la indigencia una familia necesitó percibir ingresos por $160.603, por encima del salario mínimo, vital y móvil que es de apenas $132.000.

Miércoles 15 de noviembre de 2023

A pocos días del balotaje presidencial, las estadísticas oficiales continuaron confirmando la gravedad de la crisis social y económica que afecta a las familias trabajadoras. Bajo la bota del FMI, esta situación sólo puede empeorar.

“Durante octubre de 2023, la variación mensual de la canasta básica alimentaria (CBA) fue de 8,6%, mientras que la de la canasta básica total (CBT) fue de 8,1%,” sostuvo el informe del Indec publicado este miércoles.

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Un hogar de cuatro integrantes necesitó $345.295,45 para superar el umbral de pobreza en octubre de 2023: 8,1% más que el mes previo y 147,1% interanual https://t.co/cG1AkWrL0g pic.twitter.com/jkKmy9PcCn

— INDEC Argentina (@INDECArgentina) November 15, 2023

A nivel interanual las variaciones de la CBA y de la CBT resultaron de 158,6% y 147,1%, en ambos casos la suba de las canastas es superior al nivel general de precios que fue de 142.7 %. En lo que va de 2023, la CBA acumula un aumento de 139 % y la CBT de 126,4 %.

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¿Qué miden las canastas? La canasta básica total se utiliza para medir el umbral de pobreza por ingresos, estableciendo que aquellos individuos o familias que perciban ingresos inferiores son considerados pobres. Mientras que la canasta básica alimentaria estable el límite de la indigencia, son aquellos individuos y familias que no llegan a completar las 4 comidas diarias, pasan hambre.

De esta manera, en octubre una familia de cuatro integrantes (dos adultos mayores y dos menores) necesitó percibir ingresos por $345.295 para no ser considerado pobre. El salario mínimo quedó muy "mínimo" y con apenas $132.000 no alcanza ni para cubrir la línea de indigencia que fue de $160.603 en octubre.

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La inflación impacta en estas mediciones, agravando la situación de millones de personas que no llegan a fin de mes. A pesar de tener múltiples empleos y trabajar horas extras, el atraso de los salarios e ingresos respecto a la suba de los precios continúa engrosando los datos de pobreza e indigencia. Sólo en lo que va del año, el poder adquisitivo de los trabajadores registrados privados perdió 1,4% (septiembre 2023 versus diciembre 2022), el de los trabajadores registrados públicos cayó 1,5% (septiembre 2023 versus diciembre 2022). Pero el de los informales fue el más afectado, se desplomó un 13,4%.

Si en esta ecuación contemplamos que las canastas del Indec no incluyen un gasto tan importante como el alquiler, podemos deducir que el costo de vida real es aún mayor. Una medición alternativa de consumos mínimos (para una familia de 4 integrantes) realizada por la Junta Interna de Ate-Indec sostiene que ningún trabajador debería ganar menos de $494 .506.

De la mano del FMI y sus políticas de ajuste, sólo pueden esperarse mayores ataques al pueblo trabajador. Los candidatos del balotaje, Massa y Milei, han confirmado que seguirán este rumbo. La devaluación como salida a la crisis y al “ordenamiento” macroeconómico como sugiere el Fondo, hundirá los ingresos populares y alimentará la suba de precios. Se vuelve impostergable romper el acuerdo con el FMI, y poner en pie un programa de salida a la crisis de otra clase, como propone la izquierda. Que revierta la decadencia estructural de hace décadas y tenga como prioridad orientar la economía al servicio de las necesidades de las mayorías sociales, no del pago de la fraudulenta deuda externa y las ganancias de una minoría de propietarios.