Se conmemoró los diez años del “Catanazo” la mayor movilización que G. Catan en donde cerca de seis mil vecinos bloquearon las puertas del basural por cuatro días y se movilizaron masivamente para exigir la liberación de los detenidos que resistieron el desalojo.
Viernes 11 de noviembre de 2016 13:07
El día sábado 5 de noviembre se realizó en González Catán una movilización y bloqueo cultural en las puertas del basurero a cielo abierto de la C.E.A.M.S.E. (Coordinación Ecológica Área Metropolitana Sociedad del Estado) en conmemoración de los 10 años del “Catanzo”, nombre con el que se recuerda a una gran movilización popular ocurrida en noviembre de 2006, luego de que la policía reprimiera y detuviera a los vecinos que estaban bloqueando la entrada de la C.E.A.M.S.E. reclamando el cierre del basurero, una política pública de remediación de la contaminación y un cambio de paradigma en el tratamiento de la basura. En ese entonces, ante la detención de quienes acampaban frente al basurero, más de 6 mil vecinos, de manera espontánea, salieron a manifestarse exigiendo la liberación de los compañeros detenidos y luego, unieron las voces para exigir el cierre del basurero, siendo la movilización espontanea más masiva que se recuerde en esta localidad.
Recordemos que este basurero se encuentra a 10 cuadras del centro de la localidad y rodeado de barrios de trabajadores, y es un tiradero de basura provincial desde la última dictadura militar, que deja millones de pesos mensuales a quienes tienen la concesión del tratamiento de la basura, provocando la contaminación del agua, y el aire, esto evidenciado en enfermedades crónicas de la piel y pulmonares en cientos de pobladores.
La jornada de este sábado comenzó con una radio abierta en la estación de González Catán, seguida de una movilización por la avenida principal hasta las puertas del basurero donde se leyó el documento y se conmemoró a DIANA SACAYAN, quien fuera vecina de González Catán y una de las personas que más activamente participó en los orígenes del movimiento y acompañó este reclamo hasta el final de su vida. También se dio un espacio para denunciar la problemática de los vecinos de la planta de KLAUKOL en Virrey del Pino, que están en pie de lucha con una huelga de hambre contra los daños a la salud que la empresa provoca a los vecinos. Luego se presentaron obras de teatro de la mano de Circo Descartable y del Grupo de teatro popular MIGUELITOS, más performances de la gente del C.A.M.O. (Colectivo de Artistas del Movimiento del Oeste) y Sembrando Rebeldías, así como el grupo de música de niños del Taller Espacio Visión. Cerraron la jornada grupos de música locales.
Diez años después, el basurero sigue funcionando, aunque gracias a la persistente lucha y organización de los Vecinos Autoconvocados contra la CEAMSE se ha logrado que el problema de la basura entre en la agenda política del municipio y la provincia; que se detenga el proyecto del C.A.R.E. (Centro Ambiental de Recomposición Energética) que no era más que una planta de incineración de residuos, una alternativa también contaminante y muy peligrosa instalada junto a zonas urbanas; que se limite la basura que ingresa al CEAMSE, recordando que antes de 2006 ingresaba basura de la mayoría de municipios del conurbano y de la capital federal: actualmente, aunque sigue siendo una enorme cantidad, solo ingresan residuos del partido de la Matanza; y se instaló en las escuelas la problemática ambiental siendo, en su momento, docentes, alumnos e instituciones educativas un importante apoyo en la lucha.
No obstante, el mayor logro del “Catanazo” fue la inspiración que significó para muchos jóvenes, en esos momentos niños o apenas adolescentes, en lo que a compromiso social se refiere, a la necesidad de organizarse y actuar para transformar la realidad. La persistencia de la asamblea, con sus altibajos, con más o menos adhesión a lo largo del tiempo, con varios bloqueos que se sucedieron durante estos diez años, sobreviviendo a la indiferencia y a veces la hostilidad de los propios vecinos del basurero, son ejemplo de resistencia y de coherencia. Los objetivos de esa lucha no se lograron, el CEAMSE sigue abierto y con mucha salud, pero esa lucha se amplió y diversificó, siendo semilla de muchos espacios autogestivos e independientes de los poderes políticos, que hoy día están trabajando activamente, tendiendo redes en el conurbano con actores de todo el territorio.
El balance es positivo, la lucha sigue, la problemática ambiental, como parte de un sistemático plan de explotación y marginación, no se detiene, pero los vecinos seguimos en pie y organizándonos.