El 19 de junio, frente a la brutal represión de la Policía Federal en Nochixtlán, decenas de pobladores de Tlaxiaco se organizaron para apoyar a maestros y pobladores que eran violentamente agredidos por federales. Publicamos el relato de Mali, pobladora de Tlaxiaco, ciudad oaxaqueña cercana a Nochixtlán.
Viernes 19 de agosto de 2016
Soy originaria de Tlaxiaco en el estado de Oaxaca, y me encontraba precisamente en ese municipio el día 19 de junio, día de aquel cobarde ataque que sufrió tanto la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) como los habitantes en general del pueblo de Nochixtlán, por parte del gobierno federal que de forma criminal y con todas las agravantes de ley, atacó a civiles desarmados; usando como pretexto el cierre de carreteras, los plantones en algunas plazas municipales y el supuesto desabasto de víveres y productos de consumo básico.
Yo pude ver con mis propios ojos que nada de lo que decían los medios de comunicación; léase televisión, radio, prensa y páginas de internet oficialistas, era cierto. Decían que todas las carreteras estaban cerradas, era mentira, siempre estuvieron abiertas y transitaron libremente tanto autos particulares como camiones de carga de productos. Igualmente fue falso que hubiese desabasto, las tiendas y los mercados tradicionales (tianguis) estuvieron llenos como siempre, a lo mucho algún centro comercial que a propósito retiraba su mercancía para después culpar a los profesores de una problemática que ellos inventaban.
Hoy a dos meses de aquellos hechos vemos como la COPARMEX se pronuncia por la represión violenta hacia los maestros de la CNTE. Los medios dicen que las empresas pierden millones de pesos al día, pero están mintiendo. Las grandes empresas siguen atravesando las carreteras con sus productos, llevándose también las riquezas de nuestros pueblos, eso es lo que hacen las trasnacionales. Al final lo que falta es el dinero para comprar, no productos. Oaxaca ha sido un pueblo empobrecido durante más tiempo que la lucha magisterial de la CNTE y si quisiéramos ser realistas, el pasado del saqueo de Oaxaca se remonta a la conquista española, desde entonces hasta ahora nuestra entidad se le ha visto como una fuente de la cual extraer recursos y a la gente como un estorbo al cual tienen que reprimir y eliminar.
El gobierno miente y manipula a los medios de comunicación a su antojo, según ellos era urgente levantar los bloqueos ¿Cuáles bloqueos? Un pretexto para atacar y reprimir a los profesores, para imponer una reforma educativa hecha a modo para despojar a la población de sus fuentes de trabajo, como lo han venido haciendo con los trabajadores de PEMEX, electricistas (SME), del Seguro Social, entre tantos otros.
Sabemos lo injusto de la situación que la CNTE y los pobladores de Nochixtlan tuvieron que enfrentar. El gobierno no contaba con el hecho que los profesores no estaban solos, que existe un pueblo que está detrás de ellos y los respalda.
¿Cómo no hacerlo si son nuestros hijos, hermanos, esposos, vecinos? El gobierno no sabía que hay algo que nos une como comunidad, que nos une como familia. No están solos, la solidaridad surge de todos lados. Tlaxiaco por ejemplo, fui testigo de cómo gran parte de los pobladores se unieron con los habitantes de Nochixtlan. Tan pronto como se corrió la voz que estaba habiendo conflictos entre la policía federal y los pobladores, sonaron las campanas de las iglesias (los padres aquí también han servido como ejemplo de apoyo a la comunidad, a pesar de que la cúpula eclesiástica se encuentre tan alineada con el gobierno federal), se lanzaron cuetes para que la gente se reuniese y rápidamente empezaron a salir camiones, camionetas, taxis, suburbans, cualquier transporte era bueno, porque lo que querían era llegar lo más rápido posible y sin importarles si en eso se les fuera la vida.
Que sublime actitud, no dejo de admirar a todas esas personas valientes que ofrendan sus vidas en aras del apoyo a sus hermanos, porque en desventaja al enfrentar a federales perfectamente protegidos con escudos y armas de alto poder, tenían el valor de salir a defender a la gente, cosa que desde hace mucho se le olvidó hacer al gobierno.
¿En qué momento nos perdimos? ¿En qué momento la policía ataca a civiles desprotegidos? ¿En qué momento caímos en la locura de las órdenes de un gobierno entreguista e ignorante que sólo ve por los intereses de los ya de por si multimillonarios? Sabemos que todo esto es más profundo, que la reforma educativa forma parte de una estrategia para entregar el aparato público a manos de los capitales extranjeros. Tratan de extinguir cualquier oposición, desean que estemos callados y de rodillas. Los que deberían defender al país y nuestros recursos los entregan en charola de plata, quieren que todas sus “reformas” se implanten para dar el tiro de gracia. Por todo eso, porque tenemos que luchar, porque no podemos quedarnos con los brazos cruzados, mi apoyo incondicional a las maestras y maestros de la CNTE, uno de los últimos bastiones de resistencia. ¡Hasta la victoria siempre!