Se llamaba Kane Tanaka, nacida el 2 de enero de 1903. Según el Banco Mundial, Japón es el país con la población más longeva del mundo, con un 28% de personas de 65 años o más. Detrás de los récords, vejez y capitalismo.
Lunes 25 de abril de 2022 13:28
Una japonesa certificada como la persona más vieja del mundo murió a los 119 años, informaron este lunes las autoridades locales.Se trata de Kane Tanaka, quien nació el 2 de enero de 1903 en la región de Fukuoka (suroeste de Japón).
Tanaka gozaba de una salud relativamente buena hasta hace poco y vivía en una residencia de ancianos. Tanaka había planeado usar una silla de ruedas para participar en el relevo de la antorcha de los Juegos Olímpicos de Tokio en 2021, pero la pandemia se lo impidió, según la agencia de noticias AFP.
Cuando los Récords Guinness del Mundo la reconocieron como la persona viva más vieja en 2019, se le preguntó en qué momento fue más feliz en su vida. Ella respondió: "Ahora".
Según datos del Banco Mundial, Japón es el país con la población más longeva del mundo, con un 28% de personas de 65 años o más.
La persona viva más vieja verificada por Guinness fue la francesa Jeanne Louise Calment, quien murió con 122 años y 164 días en 1997.
Más allá de la noticia que recorre los diarios del mundo, la vida particular de Kane no puede ocultar la situación de cientos de millones de personas que envejecen en las sociedades capitalistas. Como analiza Andrea D’ Atri en "Viejos son los trapos", "a pesar de la enorme creación de riqueza del trabajo humano de millones, en el capitalismo -donde solo unos pocos se apropian de ella-, la población jubilada cobra pensiones cada vez más miserables". La situación es peor para las mujeres. "En el mundo, hay 73 millones más de mujeres mayores de 65 años, que hombres de la misma edad. Su menor participación en el mercado laboral por la carga del trabajo doméstico y de cuidados, su mayor inclusión en los trabajos peor remunerados, no calificados, más precarios y flexibilizados, no registrados y sin derecho a sindicalización construyen una brecha de género que tendrá sus consecuencias cuando envejezcan.El capitalismo patriarcal ha creado las condiciones para lo que se ha denominado la feminización de la precarización laboral, la feminización de la pobreza y la feminización de la vejez".
Las historias como la de Kane o Jeanne Louise, los récords Guinnes, no pueden ocultar esta situación.