Este domingo el programa “La Cornisa” conducido por Luis Majul emitió audios de escuchas telefónicas que son parte de una causa judicial por triangulación en el pase de jugadores y lavado de dinero. Árbitros puestos a dedo y horarios de partidos “a la carta”, incentivación, evasión de impuestos y negocios sucios.
Martes 23 de junio de 2015
Foto: INFOBAE
Si el escándalo en la FIFA puso en la mira a la dirigencia del fútbol argentino y a personajes asociados en sus negocios (como los empresarios Alejandro Burzaco y los Jinkis), ahora salen a la luz nuevas muestras del manejo del fútbol bajo la era Grondona. A medida que la televisación se fue transformando en la principal fuente de ingresos para la AFA y sus clubes asociados, la Asociación rectora del fútbol nacional se fue fusionando cada vez más con empresarios como Burzaco en la defensa de intereses comunes. Así, de una de las escuchas surge la evidencia de las arduas gestiones de Julio Grondona para acomodar horarios de los partidos a conveniencia de la televisión. En una de esas escuchas, del 5 de Junio de 2013, “Don Julio” pone en línea al propio Alejandro Burzaco (actualmente detenido por el FIFA-gate) para combinar que un partido de San Lorenzo (que en ese momento peleaba el campeonato local) pasara para un Lunes. Ante la segura oposición del club de Boedo, el empresario de TyC Sports aclara que harían pasar la decisión del cambio de horario por cuenta del secretario de seguridad Sergio Berni: “Acá lo que hay que conseguir es que los de la seguridad no le den la seguridad ni sábado ni domingo (a San Lorenzo, NdeR), que no sea una decisión de AFA, que no sea una decisión tuya”. Y remarca que “no quede como algo de Julio, ni de AFA, ni nada...”; y para rematar recomienda “no dejemos la huella”.
La santísima trinidad del fútbol argentino sobre el final de la era Grondona estaba compuesta por la AFA comandada por “Don Julio”, empresarios como el CEO de TyC Burzaco y funcionarios del gobierno nacional y del “Fútbol para Todos”. Grondona mismo se jactaba de su relación con Cristina Kirchner: “Me adora”, sentencia en una de las escuchas en la que describe que la presidenta le expresó que “El fútbol es política, la pantalla de televisión... Me importa tres carajos el horario, el no horario, el rating o no rating”. Grondona se ufanaba de sus reuniones con Zaninni, Berni y CFK.
Aunque el arreglo de horarios reviste cierta gravedad (porque puede significar ventaja deportiva para algunos equipos en desmedro de otros), hace largo tiempo que en el fútbol argentino no se sortean las fechas del campeonato sino que se diseñan a conveniencia de la televisación y el arreglo de horarios es un efecto de este problema.
Pero mucho más grave resultan las conversaciones relacionadas con la designación a dedo de los árbitros incluso de los partidos internacionales, para Copa Libertadores por ejemplo. En charla con Abel Gnecco, director de la Escuela de Arbitros de AFA y miembro del Comité arbitral de Conmebol, deliberan sobre qué terna arbitral resultaría más conveniente designar para un partido de Boca por la copa. Recuerdan cuando lograron imponer al árbitro paraguayo Carlos Amarilla, que con gruesos (y suspicaces) errores benefició a Boca perjudicando al Corinthians de Brasil.
Gnecco reconoce a Grondona como maestro en el arte de los arreglos: “eso lo aprendí de usted ya hace más o menos cuarenta años”, le confiesa: “Eso” era la conclusión de que los jueces de línea tienen tanto o más poder que los árbitros para inclinar la cancha para un lado u otro. “En el año 64, cuando jugamos con el Santos, yo le gané a Leo Horn, que era holandés, con los dos líneas”, se jacta “Don Julio” entre risas refiriéndose a un partido también de copa Libertadores en el que Independiente derrota al Santos de Brasil, partido que según crónicas de la época incluyó fallos arbitrales que perjudicaron al equipo de Pelé.
Otras escuchas refieren a evasión de impuestos (charla de Grondona con su contador para no declarar viáticos), estrategias para perjudicar a su rival del momento Daniel Vila (otro empresario de la televisión, dueño del Canal América que emite el programa de Majul), lineamientos para favorecer el ascenso de un club amigo (Estudiantes de San Luis), entre otras.
Personajes satelitales a los protagonistas centrales también aportan muestras de los escandalosos arreglos que puede organizar o dejar correr la AFA: incentivación, como surge de la charla entre Carlos Rivera (presidente de la financiera Alhec Tour con la que se manejaba la AFA) y el representante de jugadores Jorge Cyterszpiller, para que los jugadores de Colón tengan más motivos para ganar y “ayudar” a Independiente que estaba al borde del descenso; y la charla entre el mismo financista y el ex secretario de Comercio Guillermo Moreno sobre la “prolijidad” de los movimientos financieros.
Las escuchas son del año 2013. La era Grondona comenzó en 1978 –plena dictadura de Videla- y finalizó con su fallecimiento en 2014. Casi 36 años en los que se fueron aceitando los mecanismos para el manejo del fútbol como un negocio gigantesco desde el cual tejer relaciones con el poder político. No comenzó ni termina con Julio Grondona, pero nos da una noción de la podredumbre con la que está infestado el deporte más popular de Argentina.
