El secretario de Seguridad Sergio Berni expresó en un debate televisivo que para él la solución al problema de las barras bravas pasaría por la intervención de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA). Explosivas declaraciones del responsable de la Policía en el Superclásico del jueves.
Martes 19 de mayo de 2015
Foto: canchallena
La agresión con una sustancia tóxica (“gas pimienta”) a los jugadores de River en el Superclásico del último jueves en la Bombonera dejó mucha tela para cortar. Entre otras cuestiones, el operativo desplegado por la Policía Federal significó molestias para los socios y simpatizantes y total impunidad para el accionar de los barras de algunas de las facciones de “La 12”. No se entiende de otra manera que se hayan movido con tanta facilidad para rociar con esa sustancia a los jugadores del primer equipo del visitante. El máximo responsable de ese operativo, Sergio Berni, quedó en el tapete.
En un debate televisivo del domingo por la noche (“El Show del Fútbol”, por América TV), Berni defendió su desempeño y el de la Policía Federal en la noche del jueves en la Bombonera. “Fue un éxito”, sentenció. Ante el cuestionamiento de varios panelistas, el funcionario se ofuscó y buscó responsabilizar exclusivamente a la AFA y la dirigencia de los clubes.
"Hay que intervenir la AFA por seis meses porque está todo podrido", expresó. “Cuando a mí los dirigentes me dicen ’hágase cargo de la seguridad’, yo les digo ’dame la AFA, yo te la manejo y lo soluciono’ ”, sentenció.
Aunque reconoció que las barras bravas tienen vinculaciones políticas, sostuvo que la solución “tiene que venir de afuera”. Con su clásico estilo altisonante afirmó que “Si me dan la posibilidad del derecho de admisión, la tecnología del AFA Plus, no tengan ninguna duda de que esto se soluciona. Tiene que haber una decisión".
En el canal América del empresario Daniel Vila, que en su momento se mostró como rival de Grondona para dirigir el máximo organismo del fútbol argentino, las palabras de Berni no fueron mal recibidas. Le permitieron al funcionario “gambetear” con fuegos de artificio rendir cuentas sobre sus responsabilidades y de las fuerzas que él comandó (en el caso del Boca-River del pasado 14 de mayo, mil trescientos efectivos) ante el insólito hecho que desembocó en la suspensión del partido. Difícil creer que no haya existido algún tipo de complicidad policial.