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Red Internacional
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Paros y asambleas. AFIP: se profundizan las medidas de fuerza en todo el país

Desde el miércoles 23 se realizan medidas de fuerza escalonadas en pasos fronterizos, puertos, agencias, aeropuertos y edificios centrales del organismo recaudador. Tras la publicación de este viernes de un decreto que reemplaza la AFIP por otro ente llamado ARCA, y ante la amenaza de miles de despidos, crecen la organización de los trabajadores y la lucha.

Lunes 28 de octubre 07:10

Foto: Captura de video de trabajadores de AFIP

El lunes 21 el vocero presidencial Manuel Adorni anunció en una conferencia de prensa que se disolvería la AFIP y despedirían a más de 3 mil trabajadores del organismo. El anuncio oficial fue precedido por varios meses de campaña difamatoria en medios de comunicación y redes sociales, de la mano de los trolls que trabajan para el gobierno de Javier Milei. Esta campaña tomó varios aspectos, pero el central fue el de mentir acerca de los salarios, diciendo que quienes trabajan en el organismo perciben sueldos de 10, 15 o 32 millones, ocultando que solo 21 personas con los más altos cargos, que son designaciones políticas y están fuera de convenio, son quienes ganan esas sumas. Entre ellos está Florencia Misrahi, cabeza primero de AFIP y ahora del ARCA, designada por el actual gobierno, que le otorgó el sueldo de más de 30 millones que luego sirvió para la campaña difamatoria contra el conjunto de los empleados.

La inmediata reacción de los trabajadores fue realizar asambleas masivas al día siguiente, donde se presentaron los dirigentes de los dos sindicatos que los representan: Pablo Flores de Aefip (trabajadores con convenio DGI) y Carlos Sueiro del Supara (trabajadores de Aduana). Miles de trabajadores exigieron en estas asambleas que se tomaran medidas ya y cuestionaron el hecho de que no se hubiera anticipado la preparación de una reacción, cuando hace meses existe una campaña mediática y en redes con todo tipo de mentiras.

"Antes de subir un impuesto me corto un brazo”

Así de tajante y categórica fue la advertencia de Javier Milei en plena campaña electoral para afirmar que su plan de gobierno era contra “la casta”.

Nada más lejos de esto. Como vimos con la aprobación de la Ley de Bases, el gobierno impuso una estructura tributaria mucho más regresiva aún, donde pagan más los que menos tienen. El paquete fiscal aprobado dentro de la ley incluyó una drástica baja de las alícuotas del impuesto a los Bienes Personales, el impuesto más progresivo que existe en el país porque tributa sobre la riqueza patrimonial. Además, restituyó el impuesto a las Ganancias sobre los salarios y jubilaciones e intentó anular, sin éxito aún, la moratoria previsional que permite la jubilación de 8 de cada 10 mujeres y eliminar el Monotributo Social para trabajadores de bajos ingresos.

Mención aparte merece la promoción de la tercerización laboral sin control alguno, la eliminación de sanciones por trabajo no registrado, así como el “blanqueo” de capitales más generoso de la historia de Argentina. ¿El saldo resultante?: de un lado, una mayor carga impositiva sobre los trabajadores, y del otro mayores beneficios a las grandes corporaciones y quienes cuentan con mayor capacidad contributiva, allanándose el camino para la evasión fiscal.

El anuncio de disolución de la AFIP, como la promesa de despidos masivos en el organismo, son inseparables de este plan de guerra contra los trabajadores y las mayorías populares.
No contiene ninguna mejora para los trabajadores, y como vimos, lejos está de ser parte del “sueño libertario” de terminar con los impuestos. Es un ARCA que garantiza la evasión fiscal para los grandes empresarios con un organismo desguazado.

Primera semana de paros escalonados

Ante la exigencia de las bases, los sindicatos convocaron a una primera medida de 2 horas de paro con presencia en los lugares de trabajo y un “apagón informático” en ese lapso (lo cual no impide que se realicen trámites en la página del organismo ni se facture u otros trámites que funcionan en sistemas autogestionados por los usuarios). La adhesión al paro durante miércoles, jueves y viernes fue muy alta: se cerraron las agencias de DGI y se sintió el poder de fuego que poseen los trabajadores aduaneros en las fronteras del país, aeropuertos y puertos. Durante las tres jornadas hubo un debate efervescente en cada lugar de trabajo, y se hicieron asambleas espontáneas en muchos edificios centrales en CABA como Paseo Colón (informática), Azopardo (Palacio de la Aduana), además de agencias y direcciones regionales de todo el país, siendo las más numerosas las del edificio central de AFIP frente a Plaza de Mayo, con centenares copando el hall de planta baja y luego saliendo a la calle cantando “¡Unidad de los trabajadores / y al que no le gusta se jode, se jode!” y “¡Paro / paro / paro!”.

Creación del ARCA por decreto: comienza a concretizarse el ataque

El viernes el ataque anunciado por Adorni comenzó a tomar forma al publicarse un decreto reemplazando a la AFIP por el ARCA, aparentemente manteniendo sus funciones y personal. Luego se actualizó la estructura del organismo publicada en su página web, desapareciendo una de las tres direcciones generales que componían AFIP, la de Recursos de la Seguridad Social, que realizaba controles sobre condiciones de trabajo e informalidad laboral en ámbitos rurales, talleres, fábricas y comercios, entre otras tareas.El personal está siendo reubicado mayoritariamente bajo la égida de la DGI.

La publicación del decreto aumentó el grado de debate y organización de los trabajadores, y los sindicatos anunciaron un paro de 4 horas para lunes 28 y martes 29, y un paro total para el miércoles 30. Se empezaron a visibilizar las condiciones de muchos trabajadores del organismo que sufren climas extremos en zonas de montaña o el norte y sur del país, quienes trabajan revisando buques o en terminales portuarias o aeroportuarias, quienes recorren zonas rurales para denunciar el trabajo en semi esclavitud para muchos de los patrones “héroes” del presidente Milei, todo esto lejos de lo difundido por los trolls de Casa Rosada.

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Profundizar la unidad

El plan motosierra de Milei no diferencia entre afiliados a uno u otro sindicato. Por eso, crece el reclamo de dar una respuesta unificada y contundente. Medidas que unan, en primer lugar, a los gremios Aefip y Supara, y con acciones comunes con todos los gremios estatales. La unidad para luchar, exigida desde las bases, está a la orden del día.

La importante demostración de fuerzas de los trabajadores del organismo estuvo lejos de pasar desapercibida. Demostraron que saben mejor que nadie cómo enfrentar a éstas políticas de ajuste.

Como quedó demostrado en luchas como la del Hospital Laura Bonaparte contra el cierre de la institución, cuando hay disposición de los trabajadores a pelear es necesario canalizarla en formas de organización amplias y democráticas. Un ataque en un organismo con miles de trabajadores en cada rincón del país, solo puede revertirse con la organización en cada lugar de trabajo, donde cada uno pueda ser un canal de expresión y decisión, porque está la fuente laboral y las condiciones de trabajo de cada uno de ellos en riesgo.

Para fortalecer la organización, es necesario que las asambleas por edificio y/o sector sean resolutivas, y puedan definir los nuevos pasos a seguir, formando comisiones para que el activismo pueda impulsar cada día distintas iniciativas como recorrer edificios, actividades de difusión, entre otras.

Junto a esto, un plenario de delegados abierto al activismo que recoja los mandatos de cada asamblea, puede ser una herramienta eficaz para votar de forma democrática un plan de lucha nacional con medidas contundentes y escalonadas, como continuidad de las ya anunciadas.

Los trabajadores del organismo no son los responsables de la matriz tributaria regresiva de éste gobierno ni de ningún otro. Es posible y necesario dar la pelea por la opinión pública y sumar mucha más fuerza, buscando confluir en acciones conjuntas con otros sectores de trabajadores en lucha.

Ya hubo muestras de solidaridad de docentes, trabajadores aeronáuticos y otros sectores en distintas provincias: quien diga que no se puede pisar la calle y hay que mantenerse encerrados está debilitando la confianza de sus compañeros en sus propias fuerzas.

Para los trabajadores aduaneros e impositivos la única respuesta posible es que si tocan a uno, tocan a todos. La lucha unificada, las asambleas y la exigencia a las centrales sindicales de plan de lucha y el paro general pueden frenar el ataque.

Este diario seguirá acompañando y difundiendo la lucha de todos los trabajadores del Estado por su fuente laboral, su salario y sus condiciones de trabajo, porque como dicen los trabajadores de AFIP, “Acá no sobra nadie”.


Redacción

Redacción central La Izquierda Diario