Durante la mañanera de este miércoles, ad portas del inicio de la campaña presidencial de 2014, el presidente se expresó a favor de retornar los restos mortuorios del dictador Porfirio Díaz de Francia a México.
La Izquierda Diario México @LaIzqDiarioMX
Miércoles 17 de enero de 2024
La situación de miseria de inicios del siglo XX en México, la represión política y las masacres al pueblo pobre y trabajador fueron la marca distintiva del régimen porfiriano. Díaz, veterano de la guerra franco-mexicana y continuador de la obra juarista, trajo una fuerte inversión extranjera que benefició a una ínfima fracción de la población de nuestro país, sumiendo a las grandes masas en la pobreza.
Este caldo de cultivo, sumado al sistemático régimen electoral que permitió tres décadas de gobierno de Díaz, es lo que generó el verdadero incendio campesino que fue la Revolución de 1910 que terminó por derrocarlo. Una paradoja, pues el mismo Díaz había declarado en una entrevista con el periodista James Creelman que había recibido un país inestable y que finalmente era tiempo de tener elecciones libres y dejar la silla presidencial, declaraciones que Díaz terminó por no respetar.
La Revolución no cayó del cielo. Grandes ejércitos lucharon contra el perverso sistema construido por Díaz, sus "científicos" positivistas y sus caciques. Ahora, ad portas de terminar el sexenio, AMLO, sabiendo todo esto, declaró que está a favor de que regresen los restos mortuorios del dictador, quien falleció exiliado en Francia.
Sí, [que regresen los restos de todos] los que murieron en el extranjero y cualquier otro mexicano, de cualquier tendencia política podría regresar. ¿Por qué no? Nada más que promuevan que hagan gestiones, pero en lo que nosotros podemos ayudar, lo haríamos.
No se trata de un asunto menor. Por un lado, expresa un giro a la derecha para calmar a los sectores más conservadores, los cuales se ha dedicado a vilipendiar durante todo su mandato. Por el otro, es un gesto que ni siquiera los gobiernos más conservadores y represores del PRI se atrevieron a sugerir.
El retorno de los restos de Díaz implicaría una nueva etapa para la derecha mexicana, recelosa de que su gran ídolo muriera fuera de su país natal al que tanto "benefició" (beneficiando, como dijimos, a una ínfima minoría que conformó la primera burguesía mexicana). La tumba de Díaz es destino obligado de peregrinación de conservadores mexicanos en Francia, rindiéndole culto y lamentando su derrocamiento por las masas analfabetas que él creó.
Con su retorno a nuestro país, la derecha tendría un verdadero júbilo de no tener que cruzar el Atlántico para rendirle pleitesía al dictador. Sin ir muy lejos, el impresentable Gabriel Quadri, uno de los más rabiosos conservadores y ligado en su momento a la charra magisterial Elba Esther Gordillo, ha sido uno de quienes se han retratado junto a la tumba del dictador en el cementerio de Montparnasse en Francia.
Es un giro en 180° con respecto del año pasado, cuando el mismo AMLO declaró que no pretendía repatriar a Díaz. "Yo respeto mucho a los difuntos y pienso que hay que dejarlos descansar en santa paz en donde están porque hay otros héroes, muchos anónimos, que también merecen ser repatriados sus restos y es un asunto que siempre genera polémica", afirmó en su momento.
