Andrés Manuel López Obrador defiende al ejército y la marina y dice que han apoyado a las investigaciones del GIEI y de la CIDH, pese a las denuncias de estos organismos por las trabas del ejército.
Jueves 27 de julio de 2023
El último informe del GIEI (Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes) que presentó el 26 de julio, es un mapeo de los movimientos del ejército en el lugar donde ocurrió la desaparición de los normalistas, la noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre de 2014.
La investigación permite concluir que el reparto de responsabilidades alcanza a las distintas autoridades de Iguala. Además, que el Ejército y la policía tenían el control sobre los movimientos de los estudiantes antes incluso de que entraran a Iguala, aun así se encontraron en un callejón sin salida, ya que las instituciones se negaron a dar acceso a los documentos.
Pese a eso, el presidente López Obrador dijo durante la mañanera que “no hay impunidad, no es cierto que la Marina y la Secretaría de la Defensa no estén ayudando. Si se ha avanzado, es precisamente por la colaboración”.
Ante eso, los investigadores Ángela Buitrago y Carlos Beristáin de la Comisión Internacional de Derechos Humanos (CIDH) criticaron, durante la conferencia matutina de este martes, las resistencias del Ejército para entregar información, que podrían haber ayudado en la búsqueda de los estudiantes, con el pretexto de que no las encuentran y Beristain agrega que "el informe muestra los distintos niveles de implicación y responsabilidad de los distintos niveles del Estado en el ataque de los 43″.
Esto a la par de que Encinas busco retroceder dando a conocer a través de un comunicado que la Comisión para el Acceso a la Verdad y la Justicia (CoVAJ) y la Unidad Especial para la Investigación y Litigación del Caso Ayotzinapa (UEILCA) analizará las recomendaciones del GIEI.
Pero la realidad es que en estos cinco años de gobierno el caso Ayotzinapa sigue sin resolverse y se ha visto una protección del ejército por parte del gobierno y ahora se encuentra en una contradicción, no sólo por el caso de Ayotzinapa, sino porque el ejército sigue en las calles.
Aunque en el último mes se ha reactivado en el marco del inicio no oficial de la carrera hacia las elecciones presidenciales de 2024, con el lanzamiento de las campañas de las corcholatas del Morena para conseguir la candidatura a contender por el poder ejecutivo.
En este marco, este gobierno se ha caracterizado por no solo mantener el ejército en las calles, sino que la militarización ha avanzado y se ha profundizado, además que ha habido una defensa del ejército.
Esto se mostró cuando el 21 de junio se dio a conocer las 16 órdenes de detención a militares, a lo que el presidente informó a los familiares que la acusación de un número tan alto de militares había generado molestia en el ejército. Eso provocó que el fiscal general de la República, Alejandro Gertz, ordenara suspender algunas de estas órdenes.
Mientras, el GIEI decidió abandonar el caso de Ayotzinapa, debido al callejón sin salida de la investigación, por las trabas del ejército. Si bien puede parecer una derrota, lo cual es algo que no debe de instalarse.
La única manera de imponer juicio y castigo para los responsables de la masacre y de la desaparición forzada de los normalistas es poner en pie un nuevo movimiento democrático contra la militarización, independiente del gobierno y de todos los partidos del congreso, encabezado por los familiares y organismos de derechos humanos, pero del que participen organizaciones sindicales, de trabajadoras y trabajadores, organizaciones sociales y políticas, que con la lucha y la movilización imponga el regreso de los militares a los cuarteles.
