Este 21 de marzo día del natalicio de Benito Juárez, se realizó la conferencia mañanera en su natal Oaxaca, en el poblado de Santa Lucía del Camino, como es de suponerse, en la sede de un cuartel militar, como preámbulo al homenaje tradicional en Guelatao y a la reunión con los 23 gobernadores de los estados que han firmado el “Pacto de Salud”.
La Izquierda Diario México @LaIzqDiarioMX
Jueves 21 de marzo de 2024
Una vez más, López Obrador saca a relucir su punto político más débil y continúa con su intento de maniobrar para dividir a los padres de los 43 normalistas desaparecidos presumiblemente por las fuerzas represivas locales y federales. Su debilidad política reside en que, como garante del orden burgués, no puede dejar desprotegido y llevar la justicia hasta el final, con el debido castigo por los crímenes cometidos, a los jefes del ejército mexicano. Y éstos han dejado bien claro que no proporcionaran la información que retienen y que coadyuvaría en el deslinde responsabilidades.
AMLO tiene que sacar la cara por ellos y, aprovechando su alto “rating” de popularidad, le tira el gancho a los padres de los 43, chantajeándolos con el cuento de que tiene información “que quiere compartir” pero que debe decírselo a ellos sin la presencia de abogados y asesores. Si la tuviera y fuera verídica y honesta la información, AMLO no tendría ningún problema en hacerla pública, ayudaría a resolver un tema de carácter nacional e histórica que desde hace una década dejo de ser un tema particular y forma parte de la realidad política nacional.
Así las cosas, AMLO busca sacar ventajas para manipular y negociar “a solas” con los padres de los 43, acusando de ventajistas a “gente que vive de administrar conflictos, que saca provecho del dolor humano, farsantes”. Intentando maquillar por un momento su maniobra, dice que si los padres de los 43 dicen “no, tienen que estar nuestros abogados o los de Derechos Humanos” también dialogamos, siempre y cuando la primera reunión sea sin ellos. Lo que no entra en la cabecita blanca del presidente es que los padres exigen el acompañamiento porque ya han sido maltratados y engañados un sin fin de veces por las administraciones del gobierno anterior.
De esta manera busca darse margen para sensibilizarlos o condicionarlos sin la ayuda y orientación que les puede dar “gente que quiere que quedemos mal y no encontremos a los muchachos”. Asegura, y es bastante cierto, que “nosotros (él mismo y quienes le han seguido en el PRD y Morena) llevamos décadas, no cayendo en trampas y sin caer en provocaciones”; pero es exactamente el mismo panorama que los padres han sobrevivido en los últimos diez años. Acusó a los abogados y asesores de vivir como “administradores de conflictos”, pero lamentablemente para él, le tocó administrar este conflicto, perfilado por cientos de miles en las calles entre septiembre y noviembre de 2014, dentro y fuera del país como crimen de Estado, desde la cúpula gubernamental.
Resolver con la verdad el asunto Ayotzinapa es una cuestión de Estado de suma gravedad y la respuesta de AMLO no está a la altura del mismo, por lo que reflejan sus maneras irrespetuosas con los padres, criminilizadoras con los abogados y asesores, y poco democráticas ante la nación.
Un problema similar tiene con las madres buscadoras de hijos desaparecidos, a quienes intentó convencer al inicio de su mandato, incitándolas a que otorgaran el perdón a los asesinos, es decir, a delincuentes y soldados involucrados. La oposición ha querido usar a las madres como un eje de campaña y AMLO busca desesperadamente atraerlas tras de sí argumentando que “hemos encontrado alrededor de 20 mil”, noticia nueva y sin visos de comprobación para todo mundo y se aprovecha, para mantener su dicho, de que hay veda electoral y por ello no puede ahondar en el tema. Y para desviar la atención de sus seguidores de por sí desmañanados, se automartiriza una vez más con el slogan de “AMLO presidente narco” como víctima de la guerra sucia de los medios de comunicación.
Entre el rey de España y el Papa Francisco, metiéndonos aún más en su relato existencial, AMLO nos proporciona una dicotomía política, entre el rey de España y el Papa Francisco. Se lanza contra el rey porque “el rey recibe a todos” (bueno, el papa también lo hace, llámese Claudia o tenga el apellido Gálvez, por poner un ejemplo). Acá se refiere a los políticos del Partido Popular la derecha conservadora, que concentra también a la alta burguesía reaccionaria y arropa a los expresidentes saqueadores neoliberales. Grandes trasnacionales españolas como Repsol, OHL, iberdrola, que dan apoyo, empleo y protegen en España a los Salinas de Gortari, Calderón y Peña Nieto; (gente que, por cierto, se ha abstenido de perseguir y castigar la 4T, por más diatribas que lance contra ellos el presidente, mañanera tras mañanera. En cambio, el Papa se preocupa por todos los necesitados y los recibe, bueno, si pueden pagar avión y alojamiento, of course.
Y ya encarrerado el ratón... nos dice que antes los de arriba no pagaban impuestos, "increíble” nos dice, no pagaban y eran arropados por los medios que no los daban a conocer, mientras el trabajo informal y el trabajo migrante con sus remesas impidieron el estallido económico de México, cierto, mientras ¡qué injustica!, ratifica, que las grandes empresas no pagan impuestos. Y como no puede cobrarles les ofrece descuentos... ejemplificando cómo “dos empresas” que se pusieron al corriente ya están bien y remata su relato con “prohibido condonar impuestos”.
Pero, por cierto, la 4T aún no le puede cobrar impuestos a Ricardo Salinas Pliego, una mancha de injusticia más en la piel del tigre. Y creyendo que puede presionar un poco al magnate de los “préstamos en abonos chiquititos” retoma el cuestionamiento esclarecedor de un periodista que demostró que no son sólo los 26 mil millones que Salinas Pliego anda litigando para no pagar al SAT, sino que los adeudos de sus empresas superan los 63 mil pesos. Habría que ver si no es un simple juego de las cúpulas de la política en las que el poder judicial se presta para hacerle el trabajo sucio a una 4T, que como que no le gusta cobrar ni castigar a los grandes ricachones y sus agentes políticos, algunos de ellos autoexiliados en la madre patria.
De confirmarse, sería como en la novela del Gatopardo, “cambiando” todo para que no cambie nada. ¿Y de los impuestos progresivos a las grandes fortunas? Ni hablar, eso corresponde a un futuro diferente, en el que el descontento de los de abajo se convierta en una verdadera transformación: económica, social y política, en favor de las grandes mayorías que trabajan y sostienen el poco desarrollo de este país. No que nos lanzan unas cuantas migajas mientras los de arriba (con o sin 4T) se quedan con todo.