Viernes 29 de mayo de 2015
Fotografía: EFE
A pesar del “Estado de Emergencia” decretado por el gobierno, la militarización y acciones represivas como la que el 26 se cobró la vida de un trabajador de la minera Shougang y dejó varios heridos en protestas contra la precarización laboral en Marcona (al norte del país), se cumple hoy la segunda jornada del paro de 48 horas en protesta contra el megaproyecto minero de Tía María, de la empresa Southern. El proyecto minero es tenazmente resistido por la población por las desastrosas consecuencias ambientales y sociales que descargará sobre toda la zona de Islay, epicentro de una ya larga e histórica movilización, iniciada en 2009 y que fue reprimida varias veces, con la menos 5 muertos, decenas de heridos y encarcelados hasta ahora.
El proyecto contempla extraer unas diez mil toneladas diarias de cobre, empleando para su tratamiento las aguas subterráneas del Valle del Tambo, con el consiguiente envenenamiento de los recursos hídricos de que hoy dependen la población local y la producción agropecuaria que sirve a la región de Arequipa.
Se adhirió a la nueva medida de lucha en una decena de regiones del Sur, entre ellas Arequipa, segunda ciudad del país, Puno, Moquegua, Tacna, Cusco, Ayacucho, Apurímac, Ica, Madre de Dios y Cajamarca.
Llamaron al paro, junto a decenas de asociaciones y organizaciones populares, la federación campesina, sindicatos como los de maestros y la construcción, universidades y diversos gremios. En diversas localidades se desarrollaron marchas y algunos bloqueos.
A pesar de la represión y las maniobras del gobierno de Ollanta Humala, completamente servil a los intereses de las transnacionales mineras y petroleras, y que está jugado a imponer el plan de la Southern, la determinación popular es clara: ¡El proyecto Tía María no debe pasar!
Eduardo Molina
Nació en Temperley en 1955. Militante del PTS e integrante de su Comisión Internacional, es columnista de la sección Internacional de La Izquierda Diario.
