Emotiva exposición de Norma Cuevas en la quinta audiencia por el aborto legal en el Congreso. Es la mamá de Ana María Acevedo, joven santafesina que falleció en 2007 luego de que se le negara un aborto no punible.
Martes 24 de abril de 2018 17:51
"Mi nombre es Ana. Si por haber nacido pobre me condenan como si fuera delito mi pobreza. Mi nombre es Ana." Con estas palabras cerraba su exposición en el debate del día de hoy Norma Cuevas.
Norma se paró delante con mucha entereza de los oyentes a contar el caso de su hija, por que sigue exigiendo justicia, y ese fue uno de sus principales pedidos en la exposición.
Denunció las brutalidades por las que tuvo que pasar su hija de 19 años, madre de tres niños pequeños, y toda su familia al enterarse que estaba embarazada mientras se encontraba realizando un tratamiento por un cáncer de maxilar. Para poder seguir adelante con el tratamiento y salvar su vida necesitaba un aborto terapéutico, no podía continuar con la gestación de ese embarazo. En el Hospital Iturraspe de Santa Fe, donde la atendieron, le negaron la posibilidad de interrumpir el embarazo. La familia Acevedo golpeó puertas y buscó desesperadamente que se le practicara el aborto a Ana María, pero no recibieron respuestas de nadie, todos les dieron vuelta la cara. Así fue que la joven falleció. Y el bebé prematuro que había parido también.
En este hilo de Twitter la periodista Estefanía Pozzo recoge las principales frases de la contundente intervención de Norma.
Ahora en Diputados hablará Norma Cuevas, mamá de Ana María Acevedo. "Soy mamá de Ana María, la chica que me mataron en Santa Fe". Falleció a causa de un cáncer no tratado porque no le quisieron hacer un aborto.
— Estefanía Pozzo (@estipozzo) 24 de abril de 2018
Norma fue muy clara. Ella y su familia trabajan en el campo desde siempre, con pocos recursos materiales. Ana fue una de las tantas mujeres pobres que mueren por la ilegalidad del aborto. Y por eso su mamá pidió la legalización para que no mueran más mujeres como Ana María.
También afirmó que la Iglesia no se meta en las decisiones personales de las mujeres, y denunció la hipocresía del sacerdote de su localidad, que la trató de asesina por intentar salvar a su hija. Ese mismo sacerdote se encuentra hoy acusado por abuso de menores.
Las únicas respuestas que recibió Norma fue un pedido de disculpas en 2016 de parte del entonces gobernador Antonio Bonfatti, 8 años después de la muerte de Ana. Tarde.
Su nombre es Ana. Mujer pobre. Madre de tres hijos. Su nombre resonará entre todas y todos los que seguimos exigiendo justicia y que se legalice el aborto para que no haya más mujeres pobres y trabajadoras muertas a costa de su clandestinidad. Su nombre, su historia, nunca va a dejar de dolernos, y por ella y todas las mujeres como Ana, vamos a seguir esta pelea para que no nos arrebaten ni a una sola mujer más.