Hoy, lunes 22, al mediodía la comunidad educativa junto a la familia y vecinos estarán realizando un abrazo en la puerta de la Escuela Normal Nº 4, en el barrio de Caballito, pidiendo por la aparición de Débora Mamani alumna de tercer año.

Marilina Arias Docente CABA Miembro del Consejo Directivo de Ademys
Constanza Rossi Redacción Ciencia y Tecnología. Licenciada en Biología (UBA).
Lunes 22 de junio de 2015 09:36
Foto: Débora Griselda Mamani Quispe
Foto: Débora Griselda Mamani Quispe
Se cumplen dos semanas de la desaparición de Débora Griselda Mamani Quispe de 14 años. Salió el día lunes 8 de junio a las 7 am de su casa, en la manzana 16 de la villa 1-11-14, para ir a la Escuela Normal N°4 donde cursa sus estudios. Desde entonces no se sabe nada de ella ni de su novio de 18 años, alumno de la misma escuela. La mamá de Débora realizó la denuncia el martes en la Comisaría Nº 38, el miércoles en la Defensoría de niños, niñas y adolescentes de la Ciudad, y el lunes 15, al rectificar la denuncia, el caso pasó a la Fiscalía N°24.
La mamá, su única hermana de 17 años y sus amigos desplegaron una campaña en su búsqueda: pegatinas de volantes en el barrio y la escuela, difusión en radios comunitarias, redes sociales y en las escuelas de la zona. Pasan los días y la angustia aumenta; ni familia ni amigos saben nada de ellos. Docentes, referentes comunitarios y trabajadores de desarrollo social del barrio estamos acompañando en esta búsqueda, sin dejar de preguntarnos ¿cuáles son los recursos del estado que acompañan y intervienen en este tipo de situaciones? La defensoría dispuso un psicólogo y unos pocos volantes con una foto poco clara, para la difusión en los medios de comunicación dicen que faltan unas firmas que lo autorice, tampoco respondieron al pedido de la madre de que visiten la casa de la familia de Rolando, que reabran las cuentas facebook de los adolescentes desaparecidos. Tampoco trasladaron la denuncia a los organismos nacionales de búsqueda de personas. La mamá de Débora tuvo que ir aprendiendo el protocolo por ensayo y error, escuchando sugerencias y consejos de vecinos y docentes.
¿Cuántos obstáculos tiene que atravesar una madre para poner en pie una campaña en búsqueda de su hija desaparecida? ¿Cuántos más son dichos obstáculos si la familia vive en la villa? Además de la falta de recursos que el estado asigna a las instituciones responsables de acompañar e intervenir en la búsqueda de personas, la familia debe enfrentar una larga cadena de prejuicios: "algo pasaba en su casa para que la chica se haya ido", "la chica decidió irse con el novio, hay que esperar y volverá sola", "usted quédese tranquila que debe estar bien porque la está acompañada el novio". A dos semanas de la marcha "Ni una menos", estas palabras muestran el largo recorrido que tenemos por delante. La hermana de 17 años junto a sus compañeros y los de Débora, no aceptaron estos prejuicios y machismo: "Nosotros no estamos tranquilos hasta que Débora no vuelva a su casa con su familia y a la escuela con sus amigos", "no entendemos por qué no se está haciendo nada, hay que hacer movilizaciones hasta que aparezca". La hermana de Débora se acercó el sábado al festival de la Escuela Lola Mora, tomada junto a otras decenas de escuelas en defensa de la educación pública, llevándose la solidaridad de los estudiantes en lucha.
Este lunes al mediodía, los compañeros de escuela, docentes y vecinos, saldremos a las calles realizando un abrazo simbólico a la escuela donde la adolescente estudia junto a sus compañeros para que se visibilice el caso y los medios de comunicación lo difundan, como así también para que las instituciones responsables de buscar a Débora pongan todos sus recursos para acompañar y realizar todas las acciones necesarias para encontrar a la menor. Es importante poder rodear de solidaridad a la familia y que los sindicatos docentes acompañen a la familia y a la comunidad educativa en este momento tan difícil.