La Concejera Fech y militante de Pan y Rosas, conversó sobre el encuentro nacional de mujeres y diversidad, el feminismo que impulsa su agrupación, donde se pone al centro a la mujer trabajadora, sus luchas e historia. Revisa aquí la entrevista completa.
Miércoles 27 de abril de 2016
Lo primero para saber más de su agrupación. ¿Qué feminismo levanta Pan y Rosas?
Pan y Rosas es una organización de mujeres y de la diversidad sexual que lucha contra la explotación y opresión patriarcal a nivel internacional. Somos una agrupación presente sobre todo en Latinoamérica: Argentina, Bolivia, Chile, México y Brasil, donde, por ejemplo, venimos organizándonos contra los ajustes y el Golpe de Estado institucional que impulsó la Derecha brasilera, porque somos siempre las mujeres trabajadoras, pobres, estudiantes e indígenas las más golpeadas por los gobiernos y empresarios.
Nos enfocamos en un feminismo de lucha y de clase, pues patriarcado y capitalismo van de la mano y sólo con la fuerza de las y los trabajadores podremos conquistar una sociedad libre de toda opresión. Participamos de manera activa en las huelgas, paros y movimientos sociales, buscando organizar a cientos de mujeres por sus demandas y derechos, de forma independiente de los empresarios y sus partidos. Mientras los empresarios llaman a integrar a las mujeres al mercado laboral, las trabajadoras continúan ganando menos del salario que recibe un hombre por la misma labor y en los trabajos más precarios, y llevando a cuestas una doble jornada laboral en el trabajo y en la casa; sufriendo la mayor violencia de género con abortos clandestinos y brutales femicidios, entre otras vejaciones.
Luchamos contra la Derecha que defiende con garras la herencia de la Dictadura, y que junto con la Iglesia defienden con uñas y dientes la moral conservadora y la explotación a millones de nosotras con bajos salarios y precarias condiciones de vida. Por otro lado, nuestras batallas son de manera independiente del Gobierno y sin ninguna confianza hacia la Nueva Mayoría, que mientras busca legislar leyes como el aborto en tres causales, cobija a la Iglesia con millones de pesos en subsidios, y no responde a nuestra demanda histórica del derecho integral al aborto legal, seguro y gratuito. Creemos que para terminar con la opresión de género, debemos terminar también con la explotación de un sistema que mantiene a millones en la miseria para mantener a un puñado de empresarios y sus gobiernos. Por eso, luchamos por un feminismo revolucionario y anticapitalista, retomando la mejor tradición de las mujeres en su historia, su organización y luchas.
Tomando lo anterior, ¿por qué decidieron impulsar un Encuentro de Mujeres y Diversidad sexual? ¿Cuáles son sus objetivos?
Como Pan y Rosas nos propusimos aportar al movimiento feminista con todas nuestras fuerzas, permitiendo, a través de la organización de base y la lucha organizada junto a los y las trabajadores y estudiantes, conquistar los derechos de la mujer y la diversidad sexual. El Encuentro de Mujeres y Diversidad Sexual hoy ha sido tomado por diversas agrupaciones feministas, organizaciones políticas, Federaciones estudiantiles y sindicatos, y tiene por objetivo la re-articulación e impulso de un movimiento feminista que se organice con independencia de los gobiernos y de los dictámenes que la Iglesia vierte sobre nuestros cuerpos. Con independencia también de las autoridades de las instituciones educativas que han obstaculizado las luchas contra la violencia de género y el acoso sexual, que se vienen desarrollando con fuerza en instituciones como la Universidad de Chile o la Universidad de Valparaíso.
Otro objetivo es que el Encuentro sirva para potenciar las distintas iniciativas de secretarías de género y comisiones de mujeres que se vienen levantando con cada vez mayor frecuencia, a la par que definimos campañas y movilizaciones específicas para potenciar la lucha por demandas como el aborto libre, legal, seguro y gratuito, o la lucha contra los femicidios.
¿Qué luchas ha protagonizado Pan y Rosas?
Como Pan y Rosas hemos sido parte de muchos procesos de lucha junto a decenas de mujeres estudiantes y trabajadoras, mapuche y compañeros y compañeras de la diversidad sexual. El 2014 fuimos impulsoras junto a decenas de estudiantes, secretarías de género y otras organizaciones políticas, de lo que fue el Congreso de Educación No Sexista que tuvo como objetivo reflexionar alrededor del carácter de género de la educación que se imparte en las instituciones educativas, y que tuvo como resultado el posicionamiento de dicha demanda en universidades de todo el país.
Durante el año pasado, impulsamos a nivel internacional la Campaña #NiUnaMenos que sigue vigente hasta el día de hoy y que consiste en afiches, volantes, funas, concentraciones contra los femicidios que dan muerte a mujeres día a día. Esta campaña la levantamos, por ejemplo, en países como México y Argentina con muchísima masividad y aceptación, pues es un tema estructural y sentido que nos afecta día a día como mujeres.
Además, en nuestros lugares de estudio y trabajo nos organizamos. En los sindicatos venimos levantando comisiones de mujeres para luchar contra la discriminación por género que mantiene las brechas salariales y la precarización laboral. Luchando, por ejemplo, por igual trabajo, igual salario, salas cunas y jardines infantiles en los lugares de trabajo, contra el acoso sexual y laboral tan recurrente en nuestros espacios laborales, entre otras batallas. También nos venimos organizando en las universidades, siendo activas impulsoras de distintas secretarías de género y de luchas como la lucha contra el acoso sexual que se viene desarrollando en la Universidad de Chile, donde los y las estudiantes, organizados a través de la SESEGEN FECh y el Comité de Ética de la Facultad de Filosofía y Humanidades, conquistamos la expulsión de un profesor acosador.
Este año, como decía anteriormente, estamos levantando el Encuentro de Mujeres y Diversidad Sexual con el objetivo de aportar al desarrollo de un feminismo de lucha y de clase, que se organice junto al movimiento estudiantil y al movimiento obrero, anticlerical y con independencia del gobierno y los empresarios. Desde Pan y Rosas luchamos por un feminismo revolucionario y ligado a las trabajadoras y trabajadores. En cada lucha que damos por nuestras demandas buscamos fortalecer la organización y movilización independiente como mujeres trabajadoras y estudiantes. Pero, para cambiar radicalmente nuestra situación tenemos claro que luchando contra el sistema capitalista, explotador y opresor, podremos lograr nuestra emancipación total como mujeres. Para erradicar de raíz la opresión y brutalidad contra las mujeres y los demás sectores oprimidos, tenemos que terminar con esta sociedad basada en la explotación del trabajo que en sus cimientos contiene al machismo y la violencia de género.
Para finalizar, Bárbara, ¿por qué es fundamental levantar una organización feminista como Pan y Rosas?
El nombre de nuestra agrupación hace referencia a la consigna que utilizaron las obreras textiles de Massachusetts a inicios del siglo XX, las que protagonizaron una huelga contra la explotación que vivían en la fábrica. Los patrones, temerosos de que se propagara el grito de “queremos el pan, pero también las rosas”, cedieron algunas demandas.
En Chile, nosotras decidimos que nuestra agrupación también tomara el nombre de Teresa Flores, quien fue una dirigenta obrera que junto a Belén de Sárraga fundó centros obreros femeninos en el norte salitrero. Además, organizó la sección femenina del Partido Obrero Socialista, siendo la primera dirigenta mujer de la Federación Obrera de Chile. ¿Por qué me refiero a esto? Bueno, porque nosotras tomamos estas luchas y nos proponemos terminar con la opresión y la explotación capitalista, porque no podremos derribar el patriarcado si es que no derribamos el capitalismo, y viceversa. Es por esto que quiero invitar a todas las mujeres y la diversidad sexual a formar parte de Pan y Rosas, porque necesitamos una herramienta política en la cual organizarnos contra la burguesía y el capitalismo.