La Secretaría de Derechos Humanos de la Nación señalizó el Centro Clandestino de Detención en Acindar Villa Constitución con un cartel que indica que la represión comenzó en 1976. No se trata de una omisión casual: son los intentos del peronismo de “dar vuelta la página”, y de ocultar su alianza con las patronales genocidas.
Federico Berg @fedeberg80
Domingo 24 de abril de 2022 12:40
La Secretaría de Derechos Humanos de la Nación señalizó el centro clandestino de detención conocido como "Albergue de solteros" en el predio de la siderúrgica Acindar, en Villa Constitución. Pero el cartel que se instaló refiere al período de la dictadura militar del ’76 al ’83, ocultando los detenidos, asesinados y desparecidos en la represión que lanzó el gobierno peronista el 20 de marzo de 1975 contra el pueblo que había protagonizado el histórico Villazo.
Esta omisión no es un simple olvido. Se trata de un relato que busca instalar que el terrorismo de Estado en Argentina comienza en 1976 con el Golpe de Estado y no en el gobierno peronista, omitiendo así nombrar los crímenes de la triple A y el ensayo represivo que representó Villa Constitución para el plan de la clase dominante. Desde el peronismo se busca, como dijo Alberto Fernández, “dar vuelta la página” cuando aún hay genocidas en libertad, y ocultar la alianza del gobierno de Isabel Perón y la burocracia sindical con las patronales genocidas como Acindar mientras se desarrolla la causa penal del Villazo.
Un operativo contra la clase obrera
El 19 de marzo de 1975 el gobierno lanzó un comunicado que decía que se había detectado “un complot subversivo tendiente a paralizar la actividad industrial con epicentro en Villa Constitución”, desatando en la madrugada del día siguiente un sitio a la ciudad por parte de las fuerzas represivas: 4.000 efectivos y 500 matones a sueldo del Ministerio de Bienestar Social de la Nación y de la burocracia sindical, la derecha peronista, caravanas de Ford Falcon, patrulleros policiales, un total de 9 fuerzas represivas inundando la calle encarcelando a mas de un centenar de obreros y activistas, entre los cuales se encontraba casi la totalidad de la nueva conducción antiburocrática que había dirigido el primer Villazo. Un comunicado oficial del Ministerio del Interior denunciaba "una vasta red de infiltración extremista en los establecimientos industriales de esa zona" que "estaba formando un verdadero tumor subversivo" mediante "subversión política y terrorismo industrial".
El “Operativo Serpiente Roja del Paraná” sitió la ciudad con el objetivo de aplastar uno de los núcleos más avanzados del ascenso obrero y popular que iniciara con el Cordobazo. Fueron detenidos más de 300 trabajadores, de los cuales 20 fueron desaparecidos. Esta invasión de fuerzas represivas estatales y parapoliciales, ordenada por el ministro Rocamora, la presidenta Isabel Perón y Martínez de Hoz (presidente de Acindar en ese entonces, luego ministro de la dictadura), dejó un saldo de más de 300 trabajadores detenidos y 20 desaparecidos.
Con esto se inició el Segundo Villazo: dos meses de huelga contra el ataque combinado del gobierno peronista, la burocracia sindical de Lorenzo Miguel y la patronal de Acindar. Pese a la heroica resistencia del pueblo trabajador de Villa, finalmente se impuso la represión. El Albergue de Solteros de Acindar ya funcionaba como centro clandestino de tortura y detención, bajo el comando de la Policía Federal, desde al menos un año antes del golpe de Estado de Videla.
La causa
En la Causa del Villazo se exige la investigación y juzgamiento de los responsables civiles, una causa que cuenta con más de 100 ejecutivos, jefes, miembros de las fuerzas de seguridad y miembros de la UOM, por ese entonces comandada por el odiado Lorenzo Miguel, imputados por delitos de lesa humanidad. Forman parte de la querella trabajadores y trabajadoras de Acindar, Marathon, Metcon, Vilber, quienes fueron encarcelados, torturados, algunos mutilados y asesinados en 1975 en el gobierno de Isabel Martínez de Perón. También participan familiares de las víctimas. Esta causa es fruto de la incansable lucha de organismos de derechos humanos, partidos políticos de izquierda y organizaciones obreras.
Los crímenes de lesa humanidad y el genocidio no comenzaron el 24 de marzo de 1976. El Operativo Serpiente Roja, como el Operativo Independencia en Tucumán, y los ataques de la Triple A que fundaron Perón y López Rega, fueron la punta de lanza con la que las patronales y el Estado frenaron ese período de insurgencia obrera y popular. Desde el Cordobazo hasta las Coordinadoras Interfabriles, pasando por los dos Villazos y demás levantamientos populares, estas gestas hicieron temblar las bases de la burguesía argentina.
El pueblo de Villa sabe más que nadie que la represión comenzó bajo el peronismo, y que junto con el Operativo Independencia, Villa Constitución fue el capítulo más alto. Se trató de una ocupación militar y paramilitar contra los obreros y sus familias, que confirma que la represión no se orquestó contra la guerrilla sino contra la clase trabajadora que estaba protagonizando un ascenso.
No se puede olvidar el papel jugado por el gobierno peronista en la represión ni esconder la Memoria histórica del pueblo de Villa Constitución que recuerda a todos los asesinados en el Albergue de Solteros de Acindar.