Nos cuentan cómo tienen que adaptar su trabajo junto a las familias para sortear los problemas estructurales de las escuelas que evidenció el COVID- 19
Martes 9 de junio de 2020 12:44
En el ámbito educativo, muchas veces cuando hablamos de inclusión, nos referimos al labor de las acompañantes externas. Ellas cumplen un rol fundamental en la escuela, son quienes realizan un acompañamiento a niños en el plano actitudinal de manera individual para que puedan atravesar su escolaridad. Llegan al aula a través de las obras sociales que las asignan cuando las familias las solicitan, muchas veces después de insistir reiteradas veces.
Construyen un vínculo profundo con quienes acompañan, son su punto de apoyo. Y sin embargo su estabilidad laboral puede tambalear si la familia se queda sin obra social. Además no existe una regulación que las ampare, no pertenecen a educación ni a salud y como muchas trabajadoras precarizadas no tienen paritarias. Muchas veces invisibilizadas en la comunidad educativa.
La cuarentena y las clases virtuales mostraron los grandes límites de la desigualdad social. Desde este medio hablamos con ellas para que nos cuenten cómo es la realidad en este contexto de pandemia y cómo hacen para articular con las familias. Reproducimos algunos de sus comentarios:
Silvana expresó: “Para que nos paguen los acompañamientos debemos demostrar que trabajamos con les niños mínimo 8 horas semanales. Realizo videollamadas y envío tareas de apoyo y actividades de entretenimiento, en la medida que el caso lo permita “ y agrega “ semanalmente mando informes sobre cómo planifico las actividades, los contactos con los padres, el trabajo con les chicos y si adaptamos tareas. Estoy en contacto con los docentes para adaptar las actividades. Tengo tres acompañades y a parte, hago terapia on line con otros casos que me pasaron. Cruzo los dedos para que me paguen, sino no se que voy hacer”.
Cintia nos comentó: “Nos dijeron que realicemos videollamadas, pero se dificulta porque una mamá por ejemplo, no tiene whatsapp y es complicada la situación”.
Analia dijo: “Me comunico a diario con cada una de las mamás y las seños. Envío las actividades con sus adaptaciones, además propuestas de trabajos para la atención y concentración para que se dificulte menos trabajar. En un caso, un integrado, no quiere hacer nada, se abruma de tantas actividades por lo que recomendé que haga de a poco. Una vez use la videollamada y él no quiere comunicarse con nadie ni con la psicopedagoga. Es una realidad medio complicada, porque solo me puedo comunicar con la mamá “.
Viviana declaró: “Es sumamente complicada la comunicación con los padres, las psicólogas, las psicopedagogas, las terapistas, las maestras. Es un día a día, que vamos aprendiendo a sobrellevarlo. Una mamá tiene que recurrir a un familiar para poder imprimir las actividades para que pueda trabajar su hijo, pero no todos tienen las mismas posibilidades.” y agregó “Con respecto, a las Obras Sociales, nos habían garantizando que el sueldo de marzo y abril estaba cubierto, si justificamos trabajar mínimo 8 horas semanales. Hay que ver cómo sigue todo.”
Luciana, nos planteó : ” Arme un formulario sobre la conectividad que tienen las familias, cuál es el medio que utilizan para comunicarse y la mayoría respondió que utiliza facebook y whatsapp, porque es la aplicación más fácil de acceder con el celular y no utliza tanto espacio en la memoria del dispositivo. En la escuela donde trabajo se utilizan los escasos cuadernillos que envió la provincia , pero tienen un nivel muy elevado para trabajarlo y se armó un padlet.”
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Cuando el ministro de educación Nicolás Trotta, al inicio de la cuarentena dijo “Somos un país desigual y existe la desigualdad educativa, en muchos hogares quizás no tienen el capital educativo para los más pequeños, pero lo compensa con mucho amor ”además de confirmar la desigualdad pretende naturalizarla.
El pasado jueves, a través de una conferencia virtual paritaria, entre el ministro y CTERA planteó ampliar progresivamente los recursos tecnológicos de los docentes, a través del relanzamiento del Plan Conectar Igualdad con la entrega de computadores y que, a la vez, el Banco Nación abrirá una línea de crédito para que los trabajadores de la educación puedan adquirir un nuevo ordenador. Es decir que las acompañantes externas, al igual que los docentes, deberán endeudarse para adquirir los dispositivos adecuados para continuar con su labor y destinar el 10% de su sueldo al acceso a internet.
El gobierno nacional continúa pagando al FMI y subvenciona con millones a empresas multimillonarias, cuando se podría utilizar para que cada trabajador y trabajadora, como es el caso de las acompañantes externas, que son un sector precarizado de la comunidad educativa, obtenga un salario de cuarentena de 30.000 pesos, por lo que dure la emergencia como lo planteó desde sus bancas el Frente de Izquierda en el congreso.
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