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Precarización laboral. Acompañantes terapéuticos y maestros integradores: ¿qué pasa con sus trabajos durante el verano?

Muchas veces sin cobrar enero y febrero, aguantando con los ahorros o buscando otros trabajos extra, pagando altas cuotas de monotributo y con falta de protocolos. Así trabajan muchas y muchos de lxs que toman en sus manos la labor imprescindible de la salud mental.

Ariel Mazza Estudiante de Psicología - UBA

Lunes 17 de enero de 2022 10:59

“Trabajo de esto para escuchar y acompañar a quienes necesiten”, “porque se relaciona con lo que estudio y mi futura profesión”, “para contener y acompañar a los que son excluidos por patologías”, “para trabajar en el ámbito de la salud”, son algunas de las respuestas de quienes se dedican a este trabajo. Acompañar o integrar escolarmente a los pacientes es parte fundamental de la salud mental, y un engranaje necesario para el desarrollo del aprendizaje en distintos niveles.

Durante este verano miles de estudiantes y jóvenes que trabajan como Acompañantes Terapéuticos (AT) y Acompañantes Personales No Docentes (APND) quedan sin percibir ingresos, ya sea porque trabajan en escuelas y en enero y febrero no cobran, o porque al trabajar tercerizados o de manera informal no tienen continuidad laboral. Por eso, es muy común que en estos días estén viviendo de ahorros (quienes pueden hacerlo ya que los salarios son bajos), ayuda familiar o dinero prestado. Muchos otros están en un empleo temporal, en otros rubros, hasta marzo. Estas “changas” son, en su enorme mayoría, también precarias y mal pagas. ¿Por qué se invisibiliza que no se cobra en verano?

Durante el año la realidad económica tampoco es grata. Actualmente, la mayoría de este sector cobra la mitad o hasta un tercio del valor de la canasta básica familiar, estimada por el INDEC en $70.532. Esto lleva a que se tomen varios acompañamientos (es decir trabajar con más de una familia, paciente o institución) o combinar integraciones con acompañamientos domiciliarios u otros trabajos. Además, muchos Centros pagan con 60 o 90 días de atraso.

Francisco, estudiante de Psicología-UBA nos decía: “Empecé haciendo un curso donde al terminar te ofrecían una “pasantía” en hogares dependientes del Gobierno de la Ciudad (en plena pandemia). Al ingresar, el pago era de $130 la hora, con el lujo de que los días feriados aumentaba a $140. Los protocolos del hogar eran pésimos, pero me quedé un tiempo porque le había tomado cariño a lxs pibxs, hasta que se volvió insostenible”.

Luego agregaba: “No hay vacaciones pagas (ni un día), no hay acompañamientos fijos. Se envía una planilla con los acompañamientos disponibles, la zona, y los días y horarios. El primer AT que lo toma se lo queda. Si sos contacto estrecho o tenés covid y te tenés que aislar hasta superarlo, no te pagan los días. Todo esto sumado a que el pago del monotributo en la categoría más baja en este 2022 pasó a ser de $3.334,24”.

Esas sumas se deben a que al inicio de este año este impuesto tuvo un aumento del 26%. Hay que decirlo sin rodeos: el monotributo es un fraude laboral, que representa millones de pesos que los empleadores se ahorran en pago de aguinaldo, jubilación, ART, vacaciones pagas o licencias laborales.

En este sentido, Florencia nos decía: "Trabajé 4 años como Apnd. En este periodo, tuvimos pocos o nulos aumentos que obviamente no coincidían con el aumento que sufríamos año a año en el monotributo. En realidad es una relación de dependencia encubierta, porque nos toman como prestadores de servicios, pero nos exigen como empleados en blanco. Todo eso sin gozar de los derechos de aguinaldo, vacaciones, días de licencia. El monotributo lo tenemos que pagar nosotres, también los seguros y también los certificados de antecedentes penales. Todo eso cobrando sólo 10 meses de sueldo en el año".

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Es de común acuerdo que la integración escolar es necesaria para el desarrollo del aprendizaje en distintos niveles. ¿Por qué entonces el Estado se desentiende de gran parte de esta responsabilidad?

El gobierno actual destinó 6.500 millones de dólares al pago de la deuda externa desde que asumió, así como miles de millones de pesos en la quita o rebaja del Impuesto a las Ganancias e Ingresos Brutos a empresas: más recursos para los más ricos. Esto empeora si se tiene en cuenta la reducción del déficit exigida por el FMI, por la que el gobierno nacional respondió presentando un proyecto de presupuesto 2022 que ajusta al menos un 2,3% en Educación y un 20,8% en Salud. En otras palabras, aún menos recursos de los actuales para abordar estas áreas nodales en la vida de la población.

Desde que empezó la pandemia, mientras en la TV se escuchaba la voz de una locutora diciendo “Argentina te cuida”, o el propio Alberto Fernández repitiendo “primero los últimos”, el gobierno destinaba enormes recursos a corporaciones financieras y grandes empresas, también mediante subsidios como el ATP, dejando del otro lado a miles de pibes con niveles de desarrollo o trastornos diferentes sin posibilidad de acceso a un acompañamiento o integración, y a las y los AT y APND en condiciones de precarización y tercerización.

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Como estudiantes de psicología nos preguntamos ¿Por qué sigue siendo casi imposible tener un empleo relacionado a tu carrera que te permita vivir en condiciones dignas?

Creemos necesario no solo visibilizar esta situación sino exigir que quienes se desarrollan como AT y APND en escuelas sean incorporados como auxiliares docentes con los mismos derechos. ¿Por qué se harían diferencias si son parte esencial del aprendizaje y la salud? También es necesario exigir el fin de la tercerización laboral bajo el fraude del monotributo y la reducción de jornada de trabajo a 6 horas y 5 días a la semana, con un salario igual a la canasta básica. Basta de jornadas eternas o de tener que combinar dos, tres o hasta cuatro trabajos para vivir.

En Psicología, somos muchos los que tenemos estos empleos u otros también precarios. Por esto, nos proponemos reflejar la realidad de todxs y también ver las distintas vías de organización posibles de cara a un nuevo año, donde vemos la necesidad de que existan en las facultades espacios para discutir cuáles son las problemáticas laborales que tiene cada unx y cómo abordarlas, para que el trabajo no sea una traba para seguir estudiando.

Con este fin les dejamos el formulario que ya está circulando entre estudiantes de Psicología de la UBA para visibilizar esta realidad. Las y los invitamos a compartirlo con compañerxs de cursada y en los grupos de whatsapp.